Reportes de amenazas con quitar ayudas sociales si residentes no votan a favor del partido oficialista, y pueblos pesqueros abandonados y comunidades indígenas en pobreza extrema que ponen en duda la eficacia del voto. Estas son algunas de las historias publicadas en Mirador Electoral, un proyecto periodístico que busca identificar las tendencias y desafíos del electorado venezolano.
Venezuela vive un ambiente electoral. En el último trimestre de 2023, se realizaron las primarias de la oposición y un referéndum consultivo. Para 2024 están previstas elecciones presidenciales que fijarán el jefe de Estado de 2025 a 2031.
Los medios de comunicación independientes Efecto Cocuyo y Crónica Uno, en medio de este contexto, dieron vida a Mirador Electoral en su objetivo de crear “un espacio de discusión política y electoral”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Ibis León, periodista de Efecto Cocuyo y coordinadora de Mirador Electoral.
“Mirador Electoral es un repositorio de distintos productos. Es un proyecto que incluye el detrás del voto en las regiones con una serie de reportajes, pero también integra a ‘la tía del whatsapp’, un personaje de ficción a través del que se combate la desinformación. Además, una serie de entrevistas a profundidad llamada Lado B”, agregó León.
En la serie de reportajes de Mirador Electoral se cuentan historias de 15 estados de Venezuela, 10 del llamado corredor electoral –por la alta población de votantes que viven allí–, y cinco de los considerados desiertos informativos (zonas en donde el acceso a la información local es insuficiente).
La corresponsal de Crónica Uno, Mariela Nava, se adentró en una comunidad indígena venezolana en pobreza extrema que ponen en duda la eficacia del voto. (Foto: Crónica Uno / Efecto Cocuyo).
Para llegar a los diferentes rincones del país fue fundamental la participación de Crónica Uno ya que es uno de los pocos medios venezolanos que cuenta con una red de corresponsales a nivel nacional. También participaron periodistas en las regiones que colaboran con Efecto Cocuyo.
“Trabajamos con los periodistas en las regiones por un periodo de tres a cuatro meses. Primero nos reunimos con cada uno para ir definiendo la temática ya que cada estado tiene sus carencias y problemas particulares. Y luego, entre tres editores, Ibis León, Edgar López y yo, nos dividimos el acompañamiento a los periodistas”, contó a LJR Yohana Marra, periodista y coordinadora editorial de Crónica Uno.
Según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), al menos 7 millones de venezolanos (21% de la población) viven en desiertos de noticias, lo que convierte a Venezuela en un terreno fértil para la desinformación, más aún en un contexto electoral.
‘La tía del WhatsApp’, del Mirador Electoral, surgió como una herramienta para contrarrestar la desinformación electoral. Son videos verticales, que se publican en el TikTok de Efecto Cocuyo, con la imagen de una mujer mayor generada a través del modelo Stable Diffusion de Inteligencia Artificial (IA).
En cada video, la mujer mayor (la tía), le pregunta a su sobrino si la información que ha recibido a través del WhatsApp es cierta o falsa. El sobrino responde proporcionando hechos e información contrastada.
“En TikTok, Efecto Cocuyo ha tenido un crecimiento importante y podemos llegarle a una audiencia más joven. Por ejemplo, durante las primarias, la localización de los centros de votación generaron bastantes dudas por la falta de asistencia técnica del Consejo Nacional Electoral, por eso hicimos una serie de piezas, para explicar cómo encontrar tu centro de votación”, explicó León.
La otra cara audiovisual de Mirador Electoral es Lado B, serie de entrevistas publicadas en YouTube. El año pasado se publicaron las entrevistas a los candidatos de las primarias de la oposición allí. Aún se está a la espera del listado definitivo de candidatos y la fecha exacta para las elecciones presidenciales a celebrarse en 2024.
Otra de las partes que conforman a Mirador Electoral son las historias producidas desde 15 diferentes estados venezolanos.
La periodista Joanne López escribió una historia para Mirador Electoral desde el estado Falcón, al noreste de Venezuela. Su investigación se centró en la comunidad de Río Seco, un poblado pesquero que se está viendo afectado, desde hace tres años, por constantes derrames de petróleo.
Gracias a la contaminación de las aguas, la comunidad ha perdido su principal sustento: la pesca. De acuerdo con el reportaje de López, los residentes de Río Seco buscan presionar al gobierno venezolano a través del voto.
La comunidad de Río Seco es un poblado pesquero en Venezuela que se está viendo afectado, desde hace tres años, por constantes derrames de petróleo. (Foto: Crónica Uno / Efecto Cocuyo).
“Participar en este proyecto fue una experiencia muy grata porque nunca había tratado el tema ambiental y político al mismo tiempo”, dijo López a LJR. “Antes de las primarias de la oposición comencé a indagar sobre cómo estaba la situación en esta zona y cómo esto podía afectar a las elecciones presidenciales de este año. Allí noté que la comunidad estaba más interesada en conseguir una indemnización que por derecho les corresponde ante la negligencia de 38 derrames petroleros de Pdvsa [la empresa estatal de petróleo]”, agregó.
Para otro reportaje, la corresponsal de Crónica Uno, Mariela Nava, quien trabaja en el estado Zulia, se adentró en una comunidad indígena en el occidente del país.
Allí la etnia wayúu vive en medio del hambre y la vulneración de sus derechos. De acuerdo con el reportaje de Nava, los políticos usan esa vulnerabilidad para conseguir sus votos y, cuando no lo consiguen, usan represalias como restringirles las ayudas sociales.
“Desde el año pasado estamos tocando está comunidad en Crónica Uno, visibilizando el estado en el que viven los habitantes de esta parroquia. Desde hambre hasta vialidad. Trabajar en el ámbito político fue un reto porque lograr que la gente te revele lo que pasa internamente en la comunidad y la corrupción que hay es difícil”, dijo Nava a LJR.
Para Nava es crucial que medios como Efecto Cocuyo y Crónica Uno se unan para aumentar la visibilidad de este tipo de problemas.
“Salir de lo que generalmente cubren los medios en Venezuela y ahondar en los verdaderos problemas de las comunidades es lo importante. Muchas veces ahí, en esos barrios hay historias muy enriquecedoras que al transmitirlas se logran cambios”, dijo.
León, como coordinadora de la investigación, coincide con Nava. Según contó, Efecto Cocuyo contactó a Crónica Uno para hacer este proyecto porque le interesaba hacer alianza con un medio con enfoque comunitario. Además, para León en el foco hiperlocal se encuentra lo diferenciador.
Tanto Crónica Uno como Efecto Cocuyo tienen bloqueos por parte de proveedoras de Internet venezolanas. Sin embargo, eso no impidió que la publicación de algunos de los reportajes tuviera un impacto significativo en las comunidades mencionadas en las historias.
Según contó Nava, luego de la publicación de su reportaje, hubo un revuelo en la comunidad indígena y les devolvieron las ayudas sociales que les habían quitado.
“La gente me ha llamado para agradecer sacar a la luz sus problemas”, dijo la periodista.
Las coordinadoras del proyecto coinciden en la importancia de tocar estos temas hiperlocales y consideran el periodismo como un servicio social.
“Es bonito ver resultados en un entorno con tanta opacidad como el venezolano. Cuando valoran realmente tu trabajo periodístico, te das cuenta que valió la pena movilizar a este equipo, valió la pena tomar todas las medidas de seguridad que tomamos y, en general, valió la pena todo el esfuerzo”, dijo Marra.
