El medio independiente El Surti de Paraguay ha dedicado una importante parte de su cobertura, en los últimos años, al cambio climático. Desde cubrir los entretelones de la cumbre del clima COP28 e investigar el incremento de estaciones de combustible en Asunción, hasta su más reciente trabajo sobre el efecto del aumento de temperaturas en trabajadores.
El reportaje titulado ‘El trabajo en riesgo ante un calor que no es normal’ se basó en un experimento con repartidores en el Gran Asunción, en Paraguay, para revelar los riesgos que enfrentan por el aumento de temperaturas agravado por la crisis climática. Fue publicado el pasado noviembre, después de ocho meses de investigación.
En 2022, Paraguay vivió una ola de calor inusual con temperaturas superiores a los 41,5 °C a la sombra. Según se explica en el reportaje, en los últimos 40 años, el promedio de olas de calor en Paraguay aumentó tres veces, y hay evidencia que vincula su probabilidad a la crisis climática.
“Nos esforzamos por revelar quiénes son los responsables de esta crisis global, sus narrativas desinformantes y las posibles soluciones. Y en general tratamos que la información que publicamos conecte con nuestra audiencia, desde la elección de los formatos de publicación hasta el ángulo de las historias”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR), Jazmín Acuña, editora de este trabajo y coordinadora editorial de El Surti.
Para Acuña el enfocar la investigación en los repartidores de delivery en motocicleta, que se hicieron esenciales durante la pandemia del COVID-19, se debió a dos razones principales.
En primer lugar, los repartidores son una fuerza laboral emergente en Paraguay, “eminentemente joven y urbana, ambas características compartidas con quienes componen nuestra audiencia. De hecho, sabemos que quienes nos leen no sólo hacen uso del servicio de delivery. Entre ellos algunos han encontrado una salida laboral y una fuente de ingreso en este oficio”, explicó Acuña.
En segundo lugar, para el equipo de El Surti, el impacto del calor en oficios como la construcción y la agricultura se ha abarcado más, no tanto así los efectos de las altas temperaturas en nuevos mercados laborales como la llamada economía gig.
El Surti publicó este trabajo en alianza con América Futura de El País y contó con el apoyo del Pulitzer Center, quienes han estado apoyando de forma activa la investigación periodística en Latinoamérica.
Gracias a la asesoría de la editora del Pulitzer Center, Christine Spolar, el equipo de El Surti contactó al científico Andreas Flouris, referente en el mundo en estudios de calor en contextos laborales, y pudieron llevar a cabo el experimento científico guiados por su metodología.
“Trabajar con Jazmín Acuña fue una experiencia maravillosa. Pudimos diseñar una investigación sólida sobre el tema del estrés térmico de los trabajadores. Los periodistas saben muy bien lo que es importante abordar y lo que no, ya que están muy en contacto con la sociedad”, contó Flouris a LJR.
El experimento se realizó con cinco repartidores voluntarios durante siete jornadas en los meses de febrero y marzo de 2023, dos meses después de la ola de calor de diciembre en Paraguay. Se colocaron monitores en el torso de cada uno para registrar si su temperatura corporal central aumentaba en sus recorridos.
“Tomamos otros datos de los días de medición como la frecuencia cardiaca de los repartidores y las condiciones meteorológicas. El equipo registró toda esta información en una base de datos que construimos en Airtable para el análisis posterior. Los monitores mostraron que la temperatura central de los repartidores aumentó en todos los casos a ratos, pero una repartidora alcanzó una temperatura que se considera leve hipertermia, cuando la temperatura asciende de tal manera que el cuerpo pierde capacidad de termorregulación”, explicó Acuña.
El trabajo de datos para esta investigación no se redujo solo a las mediciones con los repartidores. Según explica Acuña, trabajaron también con datos del Servicio de Meteorología de Paraguay para calcular el índice de temperatura del bulbo húmedo, un valor que evalúa el peligro a la salud cuando se está expuesto al calor.
A su vez, tomaron datos de temperatura, humedad relativa, velocidad del viento y radiación los mismos días que monitorearon las rutas de los repartidores.
“Gracias a una calculadora del Heat-Health Organization, encontramos que los repartidores se expusieron a riesgo alto y riesgo extremo a la salud por calor. Por ejemplo, el día que una repartidora alcanzó leve hipertermia estuvo expuesta a estos índices de riesgo. El doctor Flouris también nos señaló que la radiación superó niveles considerados altos. Con esos niveles de radiación y las altas temperaturas, los repartidores sienten, según nos dijo el profesor, ‘como si un secador de pelo está prendido en la cara. Por horas’”, dijo Acuña.
El reportaje incluyó también la revisión de literatura científica, pedidos de información pública, entrevistas a repartidores y especialistas, mapeo de legislación y otras acciones en la región con respecto a protección del calor en el trabajo.
Pero, el equipo de El Surti asegura que la parte más demandante de realizar la investigación fue, sin duda, la implementación del experimento.
Por una parte tuvieron que construir confianza con el gremio de los repartidores. Para ello encontraron fundamental trabajar con el sindicato. Los investigadores también tuvieron que enfrentarse a ciertas condiciones climáticas (como la lluvia), o la disponibilidad de los repartidores de participar de las jornadas de medición.
“Fue muy desafiante coincidir con ellos en los horarios y lugares que podían, ya que todo el tiempo están en la calle y no tienen hora de entrada o salida. Conseguimos que 13 de los repartidores nos respondieran un extenso cuestionario, que 10 de ellos nos dieran entrevistas en profundidad y cinco participaran del experimento”, dijo a LJR Romina Cáceres, reportera de El Surti.
En el propio reportaje los periodistas aclaran que Flouris les recomendó realizar el mismo proceso más veces para consolidar los datos y extraer mejores conclusiones.
“La cuestión del estrés térmico en el lugar de trabajo es extremadamente importante. Millones de personas en todo el mundo están expuestas cada año al estrés térmico en el trabajo, y muchas de ellas sufren trastornos relacionados con el calor que no quedan documentados. Ha sido muy alentador ver que los medios de comunicación han empezado a prestar atención a este tema, pero realmente debemos hacer mucho más para proteger a los trabajadores”, dijo Flouris a LJR.
Este reportaje ha tenido buena acogida en el público paraguayo. Los periodistas presentaron los hallazgos de la investigación ante representantes de los ministerios de Trabajo y Salud, los repartidores, dos legisladores, así como miembros de su audiencia, como médicos y urbanistas. Esto con el fin de permitir un intercambio de inquietudes así como incentivar a la toma de acción.
“Recibimos comentarios de trabajadores de diferentes rubros sobre cómo les afecta el calor en sus labores, otros medios comenzaron a hablar de estrés térmico”, dijo Cáceres. “Y por primera vez, el Ministerio de Trabajo publicó recomendaciones orientadas a empleadores y empleados ante los días de calor extremo, recordando que existe una regulación al respecto”.