El periodista peruano Rafael León fue sentenciado por la justicia del país por el delito de difamación este 3 de mayo, informó el diario La República. La sentencia, que coincidió con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, dispone que León pague 6 mil nuevos soles (aproximadamente US$ 1.800 dólares) como reparación civil y que se someta a un periodo de prueba de un año, en el que deberá cumplir reglas de conducta que incluyen no cambiar de domicilio y firmar mensualmente un registro.
En julio de 2014 ‘Rafo’ León, como es conocido, publicó en la revista Caretas una columna de opinión en la que criticaba duramente lo que él consideraba la notable falta de argumentos sustantivos y el excesivo uso de calificativos con los que la exeditora del diario El Comercio, Martha Meier Miró Quesada (MMMQ), había atacado a la entonces alcaldesa de Lima, Susana Villarán, líder de un partido de izquierda.
La jueza del caso, Susan Coronado Zegarra, interpretó que Meier Miro Quesada tenía razones de peso para estimar la crítica de León como difamación agravada en tanto frases como “personaje extraño MMMQ, su militante ecologismo (de un océano de extensión y un centímetro de profundidad)…”, o “...curiosa ecologista que aparece con frecuencia en las páginas sociales del diario rodeada de condesas limeñas vestidas con abrigos de zorro”, que utilizó en su columna, constituyen afrentas contra la persona y no contra las opiniones de la querellante, y por ello van más allá del adecuado ejercicio de la libertad de expresión.
“Voy a apelar a las máximas instancias”, indicó León según el blog de noticias La Mula. El periodista y escritor peruano aseguró que la jueza interpretó erróneamente como difamación algo que no es, poniendo en riesgo a todos los periodistas y la libertad de expresión, agregó La República.
Añadió que de no haber sido por la presión que otros periodistas, organizaciones civiles y políticos ejercieron en las últimas semanas, la sanción hubiese sido más severa: “Si no hubiera sido por la reacción ciudadana tan impresionante y tan solidaria, probablemente estaríamos hablando en otros términos [… ] lo justo sería anular la sentencia”.
León escribió en su página de Facebook: “…me siento libre y vigilado, libre y potencialmente privado de mi libertad, libre pero con una libertad condicional, libre pero visto como un delincuente, libre teniéndole que agradecer al PJ por haberme concedido la libertad. Eso no es estar libre sino atado a la voluntad de gentes de mala fe, que aplican la justicia según sus fobias y sus filias. La sentencia es un documento vergonzoso. Aunque me deje en esta libertad de la que estoy gozando pero que puede ser interrumpida cuando a quien fuere se le antoje”.
Una vez más, periodistas, organizaciones, políticos y ciudadanos han respondido a la sentencia expresando solidaridad e indignación en las redes sociales mediante la etiqueta #TodosSomosRafoLeon.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó el hecho como una muestra de la “‘absurda’ tendencia a penalizar las opiniones en Perú”, de acuerdo con un comunicado de prensa publicado por la organización. La organización hizo un llamado para que el país se ajuste a la jurisprudencia interamericana y a los principios sobre libertad de expresión.
“Mientras en el Día Mundial de la Libertad de Prensa hacíamos un balance sobre el respeto de este derecho fundamental en los países de las Américas, deploramos que en ese mismo momento un juzgado peruano estaba reinstaurando el delito de opinión”, dijo Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, según el comunicado.
La sentencia contra León aparece pocos días después de la condena a prisión suspendida al periodista Fernando Valencia. Valencia fue sentenciado por supuestamente difamar al expresidente Alan García al citar textualmente las palabras del presidente en curso Ollanta Humala sobre su antecesor. Una decisión rechazada por diferentes organizaciones como la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Comité para la Protección de los Periodistas y la SIP, entre otras.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
