En un mundo cada vez más polarizado, ¿podría el periodismo ofrecer algún camino para enfrentar este desafío? Para panelistas del 25º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) producir más historias de periodismo de soluciones, ofrecer a la audiencia espacios para participar en la vida pública o reportar con un enfoque diferente al “ellos vs. nosotros” hacen parte de ese camino.
La moderadora del panel “¿Cómo deberían el periodismo y las plataformas abordar de manera constructiva el desafío global de la polarización?”, Amy Mitchell, comenzó señalando lo “fácil que es apuntar dedos para buscar dónde está el problema” pero que por el contrario se debería mirar dónde están los puntos de convergencia para dar soluciones. Mitchell es la directora ejecutiva fundadora del Center for News, Technology & Innovation (CNTI).
Richard Gingras, vicepresidente de noticias de Google, considera que enfocarse en las necesidades informativas de las comunidades que “transciendan la división política” puede no solamente abordar el desafío de la polarización, sino que también podría ser la vía para “encontrar el éxito y la sostenibilidad en las noticias locales”.
En las últimas décadas, Gingras ha visto que las áreas donde las noticias locales han encontrado la sostenibilidad son aquellas en las que los medios han adoptado un “enfoque más holístico para la comunidad”. Según dijo, los medios no deberían estar enfocados exclusivamente en el periodismo de rendición de cuentas - que es importante, según Gingras - sino que deben enfocarse en los temas locales. De lo contrario, dijo, los medios están perdiendo oportunidades a nivel local.
“Si miras el tráfico, los obituarios siguen siendo importantes – y por cierto, las funerarias anuncian. Los deportes locales son importantes, los eventos comunitarios son importantes y atraviesan a la comunidad” dijo Gingras. “Cuando hablé con aquellas personas que lo están haciendo bien, reconocen que lo que están haciendo al brindar esa información están construyendo un tejido comunitario a través de la división. Y, ¿qué tan poderoso es eso?”.
De acuerdo con Gingras, superar la división permite el compromiso y participación de la audiencia con los medios. Esto permitiría además a medios locales salir de la dependencia de la filantropía para sostenerse.
“¿Cómo construimos ese modelo sostenible que sea importante para la comunidad, que proporcione valor a la comunidad y le permita comprenderse a sí mismos y tener una mejor idea de cómo abordar las cuestiones más complicadas de su comunidad que son de naturaleza política?”, preguntó Gingras.
Otro de los planteamientos de Gingras se relacionó con la creación de mundos basados en “nosotros vs. ellos” y de los cuales a veces son los mismos medios los que ayudan a crear.
“El miedo cambia y endurece nuestras percepciones de la realidad, nuestras percepciones de quiénes somos y cómo nos percibimos unos a otros. El miedo aleja a los países de los principios democráticos y los acerca a regímenes autoritarios”, aseguró Gingras sobre cómo esa política del miedo ha sido usada como una “herramienta poderosa”.
Por esa misma razón, el ser humano se va alineando con aquellas personas – y medios también – que van a acordes con su manera de ver el mundo. El ser humano, continuó, se mueve más por la emoción que por la razón. Y los medios por su parte han aumentado su oferta de contenido de opinión en lugar del informativo.
“Lamentablemente, nuestra especie se estimula más fácilmente por la emoción que por la razón. Preferimos que se confirmen nuestros prejuicios. La afirmación es más satisfactoria que la información”, aseguró.
Para Gingras, los medios se han equivocado en pensar que sus audiencias pueden diferenciar entre opinión e información basada en hechos.
“Si ellas [audiencias] no están de acuerdo con sus opiniones, no van a aceptar las coberturas basadas en hechos que le ofrezcan”, dijo.
También hizo un llamado para analizar varios aspectos del periodismo: como el tipo de lenguaje que se usa. Por ejemplo, la manera de narrar los crímenes, o incluso las protestas. Estas últimas suelen tener palabras que se relacionan con incendios o destrucción – chispas, combustible, erupción, desencadenante, ignición.
Finalmente señaló que las preguntas que deben ser parte del debate están dirigidas no solamente a medios, sino a las plataformas y sus algoritmos.
“Estos desafíos no son sólo para los medios y las comunidades periodísticas. ¿Cómo podrían otras instituciones hacer su parte? ¿Cómo hace Google su parte? ¿Cómo pueden los algoritmos y el aprendizaje automático reflejar fuentes autorizadas y precisas que reflejen la diversidad de las normas y perspectivas de una sociedad? ¿Cómo podemos ofrecer recursos que ayuden a los usuarios a comprender cómo pensar y no ser percibidos como si les dijéramos qué pensar? Las respuestas no son fáciles. Y no las encontraremos sin hacer preguntas difíciles”, aseguró.
Mónica Guzmán, investigadora sénior de práctica pública de Braver Angels, habló de diferentes proyectos al interior de esa organización interpartidista sin fines de lucro que se dedica a la despolarización política.
Según explicó en los últimos años se sintió “un llamado compulsivo” para trabajar en espacios de conexión, en “la construcción de puentes”. El tema se volvió tan personal que escribió el libro “I Never Thought of It That Way” basado en su experiencia familiar: padres con visiones políticas totalmente opuestas a la suya.
Sin embargo, en ese viaje, descubrió que hay puntos de encuentro. Un ejercicio que también puede replicarse a nivel de comunidad. Guzmán aseguró que “incluso a través de los desacuerdos más agonizantes, las personas son capaces de iluminar algo, no cambiar la opinión de las personas, sino iluminar cierta comprensión”.
Para Guzmán el principal problema que lleva a esa polarización es el constante juzgamiento del otro sin estar informado realmente sobre qué está pensando el otro. “¿Cómo podemos pretender estar informados cuando no estamos informados unos de otros?”, aseguró.
Según explicó su trabajo le ha permitido ver tres caminos que llevan a la división y que podrían traducirse como clasificar (sorting), crear al otro (othering) y aislarse (siloing). El ser humano suele estar rodeado de aquellas personas que piensan similar a sí mismo. Una vez se está en ese grupo se empieza a poner distancia entre “nosotros y ellos”. Hasta que finalmente, cada persona se va aislando de otras perspectivas. Algo mucho más fácil con internet y redes sociales que crean burbujas de pensamiento.
“Esto reduce nuestra visión del mundo y al mismo tiempo nos convence de que vemos suficiente. Parte del problema es que estamos tan divididos que estamos cegados”, aseguró Guzmán. “Creo que la pregunta que puede ser realmente revolucionaria es ¿de qué tipo de personas hablo, pero nunca les hablo?”.
Para Guzmán las audiencias deberían ser invitadas a responder esa misma pregunta. Una que considera especialmente importante porque esconde esta verdad incómoda: “en este mundo dividido quien esté subrepresentado en tu vida estará sobrerrepresentado en tu imaginación”.
La investigación de Guzmán le permitió establecer siete maneras para que los individuos a salir de sus imaginarios y ver la realidad: 1) cuestionar sus certezas, 2) cuestionar sus miedos, 3) cuestionar sus suposiciones frente a otras personas, 4) cuestionar suposiciones sobre los motivos, 5) las personas solamente escuchan cuando son escuchadas, 6) revelar las experiencias (cómo una persona llegó a pensar lo que piensa) y 7) revelar sus valores.
“Mi investigación lo que concluye es que todos compartimos los mismos valores, simplemente los priorizamos en diferente manera”, aseguró Guzmán.
Para Tina Rosenberg, cofundadora de la Red de Periodismo de Soluciones, las estrategias y principios que pueden darse para salir de la polarización deben en primer lugar enfocarse en el periodismo local. Y de allí que la primera lección sea salvar al periodismo local.
“Cuando las noticias locales desaparecen, intervienen las noticias nacionales y lo que queremos, como dijo Richard (Gingras), es cubrir nuestras comunidades desde el nacimiento hasta el obituario”, aseguró Rosenberg. “Es algo que todos tenemos en común y que puede unirnos. Cuando estamos divididos si no nacionalizamos estos temas, si nos enfocamos en lo que es importante localmente, eso ayudará a despolarizarnos”.
Rosenberg explicó que las historias de periodismo de soluciones permiten a la comunidad ver que experiencias que han funcionado en otros lugares tal vez puedan funcionar en la propia. Así lo ha hecho el Seattle Times mostrando proyectos de otros estados para mejorar la educación, tal vez uno de los temas más polarizantes.
Para Rosenberg una de las ventajas que da el periodismo de soluciones es la capacidad de reportar más allá de los estereotipos. Según explicó, las comunidades marginadas suelen ser cubiertas a través de estereotipos que intentan definir a las comunidades.
“Esa no es la forma en que la gente quiere ser cubierta, la gente quiere sentirse reflejada y respetada por las noticias y cuando no es así, cuando sienten que las élites en los medios los menosprecian y los humillan, es polarizante”, dijo Rosenberg. “Eso es una gran causa de polarización en muchos países hoy en día, especialmente en Estados Unidos, la gente siente que las élites los desprecian. Y esto se expresa a través de la cobertura mediática de sus comunidades. Tenemos que cambiar eso”.
Una manera de cambiarlo, explicó, es observando qué está haciendo la gente para resolver sus propios problemas en su comunidad. Sin embargo, explicó que no se trata de publicar solamente historias de soluciones, sino ofrecer un “balance” de la situación.
“Vas a escribir sobre problemas, pero también deberíamos escribir sobre las personas como agentes, no como víctimas, no como perpetradores, sino como agentes de sus propias vidas. Y creo que así, la polarización se reduce por sí misma”, dijo.
La CEO de The Texas Tribune, Sonal Shah, enfocó sus comentarios en la manera cómo la gente ha dejado de confiar en las instituciones y en la democracia en general, especialmente entre la generación GenZ. Esto, explicó Shah, debería ser una preocupación para el periodismo toda vez que constantemente se vincula al periodismo con la democracia.
Shah ofreció algunas cifras de una encuesta global sobre como por ejemplo que el 74% de la personas pensaba que los funcionarios elegidos no se preocupan por lo que ellas necesitan. En Estados Unidos el 40% de las personas cree que el sistema político debería ser completamente renovado.
Sin embargo, la generación Z cree firmemente que tienen el poder para cambiar el país (76%), y un 77% busca la manera para envolverse de tal manera que puedan ayudar al cambio.
“La gente cree en su gobierno local. No confían en el gobierno nacional, no confían en el gobierno estatal, pero confían en el gobierno local. La gente cree en el periodismo local porque quieren saber cómo pueden envolverse. Quieren saber cómo involucrarse”, dijo Shah. “Si queremos que la gente participe, tenemos que entender cómo darle maneras de participar. No es solo votando”.
Shah invitó a periodistas y medios a encontrar a esa generación en donde se encuentran – en las plataformas – y a hablar con ellas para poder saber qué es lo que están buscando y cómo podrían solucionarlo. Especialmente porque muchas veces esta generación ve a los medios y periodistas como el vínculo entre ellos y el gobierno.
“Pero si eso es cierto, ¿cómo podríamos nosotros, como periodistas, pensar en democratizar el periodismo para ayudar a la gente?”, dijo Shah quien aseguró que aunque en las plataforma sí hay mucha polarización, también “la gente está buscando formas de involucrarse y de resolver problemas muy locales”.
ISOJ es una conferencia mundial de periodismo en línea organizada por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin. En 2024, celebra 25 años reuniendo a periodistas, ejecutivos de medios y académicos para debatir sobre el impacto de la revolución digital en el periodismo.