Las personas negras constituyen el 55,9% de la población brasileña, pero en los tres principales diarios del país son sólo el 9,5% de las personas que firman textos publicados en ediciones impresas. Las mujeres, que también son una ligera mayoría en la población general (51,1%), representan algo más de un tercio de las personas que firman los textos de estos diarios. Un estudio de investigadores brasileños advierte sobre “un gravísimo problema cultural, social y político que no da señales de haber sido mitigado por las pocas iniciativas recientes para promover la diversidad en las redacciones”.
La investigación “Raza, género y prensa: ¿quién escribe en los principales diarios de Brasil?” fue realizada por el Grupo de Estudios Multidisciplinarios de Acción Afirmativa (Gemaa, por su acrónimo en portugués), de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y publicado en mayo. Después de dos estudios en los que analizó el perfil de raza y género de columnistas de los diarios Folha de S. Paulo, Estadão y O Globo en 2016 y 2020, Gemaa recurrió al análisis de las personas que publicaron textos firmados en una muestra de las ediciones impresas de los tres diarios entre enero y julio de 2021.
Poema Portela, una de los investigadoras responsables del estudio, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que esta investigación surgió de una manifestación de la Red de Periodistas Negros por la Diversidad en la Comunicación.
“[Representantes de la red] trajeron esta inquietud, proveniente de su experiencia profesional, de sentir que había menos oportunidades o más dificultad para acceder a oportunidades dentro de estos grandes medios. Entonces, por lo general, terminan yendo a un puesto de trabajo precario (...) o a un espacio mediático alternativo”, dijo Portela.
Los investigadores identificaron 4.331 artículos y columnas escritos por 1.190 personas en la muestra analizada. Posteriormente, establecieron por heteroidentificación (método de identificación de una persona a partir de la percepción de otra) datos como género, raza y grupo de edad de cada una de las personas.
Las mujeres fueron el 36,6% y los hombres el 59,6% de las personas que firmaron los textos recogidos en los tres diarios (el 3,7% restante no fueron identificados). La disparidad entre hombres y mujeres varía según el grupo de edad: el número de mujeres es el doble que el de hombres hasta los 29 años, y continúan con una leve ventaja porcentual hasta los 49 años. A partir de los 50 años, los hombres son mayoría, y son cinco veces más frecuentes a partir de los 70 años.
También entre las personas negras, los grupos de edad más jóvenes están sobrerrepresentados, señala el estudio. Este dato “puede indicar una mayor apertura de las redacciones a la inclusión racial en los últimos tiempos, pero es pequeña y, si existe, palidece frente a la profunda desigualdad racial que marca esta actividad”, escriben los investigadores.
Según Portela, “al fin y al cabo, el diagnóstico es que cualquier movimiento que se esté haciendo [a favor de la inclusión racial] es todavía muy tímido”. “En el escenario de largo plazo, si no hay un movimiento de cambio más incisivo, la tendencia es que esta desigualdad se extienda en el tiempo”, aseguró.
Las personas blancas son mayoría absoluta, firmando el 84% de los textos publicados en los tres diarios. Las personas negras representan el 9,5% y personas de origen asiático el 1,8%. Sólo se identificó a una persona indígena en la muestra. “Si comparamos estas magnitudes con las proporciones de estos grupos raciales en la población brasileña, concluimos que la representación de los blancos es más del doble de su proporción poblacional”, escriben los investigadores. La representación de las personas negras es casi seis veces menor que su proporción en la población, según los datos más recientes del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Cerrando el análisis de las columnas periodísticas, el estudio cataloga el escenario como “una supremacía blanca casi total en la producción de opinión”. Las personas blancas son el 92,7% de los columnistas habituales de los tres diarios. “Es como si las personas negras, que constituyen más de la mitad de la población brasileña, no tuvieran nada que decir sobre política, las políticas y el debate sobre valores en nuestra sociedad”, afirma el estudio. La disparidad de género también se acentúa ligeramente en este espacio, con la proporción de dos hombres por cada mujer como columnistas habituales en los periódicos.
El estudio también analizó la composición por raza y género de los equipos editoriales de los diarios a partir de los nombres encontrados en el archivo de las ediciones impresas. En Estadão, las personas blancas constituían el 100% de la muestra; en O Globo, 93%; y en Folha, 86%.
Para los investigadores, “tal sistema de desigualdades funciona a favor de los blancos, en particular de los hombres blancos, otorgándoles un enorme poder de influencia sobre el proceso de formación de la opinión pública, tan fundamental para el funcionamiento del régimen democrático”.
Portela dijo que encuestas como las que realiza Gemaa “tienen un papel en resaltar cosas que son casi obvias”. “Si el 90% de los periodistas [en estos medios] son blancos, eso se ve por algún lado, al menos para los que circulan por este medio”, dijo.
En este caso, la investigación buscó reunir evidencias de lo que la Red de Periodistas Negros presentó como la experiencia personal de los profesionales que la integran. La expectativa es que esa evidencia sirva para alimentar procesos de cambio al interior de los diarios, dijo la investigadora.
“¿Qué se puede hacer desde aquí? Dentro de Folha, por ejemplo, si están pensando en acción afirmativa, en iniciativas para traer más personas negras o en cualquier otro marcador de desigualdad a la empresa, deberían usar [la encuesta] como insumo, para entender que hay cosas para las cuales cuáles hay que mirar y cuáles quizás no se están mirando”, dijo Portela.
LJR se puso en contacto con representantes de Estadão, Folha y O Globo y preguntó sobre los resultados del estudio y las acciones que se están desarrollando para aumentar la diversidad entre las personas que colaboran con cada periódico.
Estadão
Eurípedes Alcântara, director de periodismo de Estadão, dijo a LJR que “la disparidad entre mujeres y hombres que firman textos en los tres diarios refleja una realidad que se verifica en casi, si no en todos, los sectores de la economía, en los que los inmensos avances en la participación de mujeres en empresas aún no está sincronizada con la demografía brasileña”.
Respecto a la disparidad de género según grupos de edad, considera que “hay más mujeres jóvenes en las redacciones porque cada año hay más mujeres que salen de las facultades de comunicación. Hay menos mujeres en los tramos superiores de edad en las redacciones por razones observadas en la sociedad brasileña en su conjunto: hijos y las mayores responsabilidades familiares obligan a las mujeres a tomar decisiones que, lamentablemente, reducen el impulso de sus carreras”.
La distribución racial en la redacción de Estadão “es un espejo del censo de la población de profesionales que se gradúan en periodismo”, dice. “La distribución racial de las personas que firman textos en Estadão y que no son empleados del periódico es mayoritariamente de raza blanca debido a las distorsiones estructurales e históricas de la sociedad brasileña. No denota ninguna preferencia editorial activa por autores blancos. Ciertamente, más autores blancos envían artículos al periódico que autores negros, morenos o de descencia asiatica ”, dijo Alcântara.
“Tanto en el sector privado como en el servicio público, la presencia de personas negras y morenas en la fuerza de trabajo y, más aún, en los puestos de dirección, es un retrato fiel del histórico abandono de la sociedad brasileña con la promoción vigorosa, disciplinada y constante de estas minorías. Hay menos personas negras y morenas que firman textos en Estadão porque hay menos negros y morenos que aportan textos al periódico. Hay menos periodistas negros y morenos en las salas de redacción porque las escuelas nos dan menos periodistas negros y morenos cada año, especialmente en el sureste donde estamos ubicados. Por eso, buscamos activamente aumentar la diversidad trayendo candidatos al curso Focas [programa de formación de Estadão] de todas las regiones de Brasil”, dijo.
Alcântara también dijo que “la diversidad es esencial para la calidad periodística” y que el diario ha actuado para aumentar la diversidad entre sus colaboradores.
“Estadão estableció relaciones estrechas y constantes este año con Educafro y Zumbi dos Palmares [organizaciones de la sociedad civil], lo que aumentó sustancialmente la presencia de autores negros en el periódico. Con la ayuda de Educafro y consultores externos especializados en el tema racial, Estadão comenzará próximamente a revisar su Manual de Redacción. Durante los próximos seis meses tendremos un columnista negro en el periódico todas las semanas. Intentaremos mantener esta frecuencia el próximo año, en función de la experiencia que se inicie ahora. En alianzas con ‘medios negros’ traeremos, por lo menos durante un año, tres reportajes semanales a ser realizados por estos medios socios o por Estadão en colaboración con ellos”, dijo el director de periodismo de Estadão.
Folha de S.Paulo
Flavia Lima, secretaria editorial adjunta para la diversidad de Folha, dijo a LJR que, según el censo interno realizado en 2022, “los hombres representan el 54% de la redacción, las mujeres el 43% y todavía tenemos un 1% no binario y un 1 % que ofreció otras respuestas”. Señaló que el Censo se ha realizado anualmente con el objetivo de lograr la paridad de género entre las personas que colaboran con el diario. Para eso, Folha ha desarrollado proyectos “para aumentar la participación de la mujer no sólo en la redacción, sino entre lectores y entre fuentes del diario”, dijo.
“Entre ellos cito aquí a Voz Delas [Voz de ellas], una herramienta digital desarrollada internamente que monitorea el volumen de mujeres escuchadas como fuentes para periodistas; nuestra Guía de Fuentes, que ha sido mejorada y que incluye principalmente a mujeres, personas negras, indígenas y PCD [personas con discapacidad]. Y el Proyecto Leitoras, que desde 2021 reúne a mujeres en círculos de conversación en torno a temas noticiosos, y se formuló con el objetivo de incrementar la participación de voces femeninas de diferentes perfiles en el diario y, en consecuencia, las suscripciones realizadas por este grupo”, dijo Lima.
Aún según el Censo Folha, en la redacción del diario en 2022 “el 79% eran blancos, el 10% morenos, el 8% negros y el 3% de origen asiático”, y menos del 1% eran indígenas. Según ella, “la prioridad de Folha es aumentar la diversidad de género y color/raza del periódico (además de la diversidad socioeconómica, geográfica, de orientación sexual e ideológica, entre otras)”.
En ese sentido, el proyecto más relevante de Folha es “el programa de formación dirigido a profesionales afrodescendientes, cuya primera edición se llevó a cabo precisamente en el primer semestre de 2021 (periodo en el que fue hecha la encuesta Gemaa, lo que puede indicar que no hubo suficiente tiempo para captar algunos cambios en el periódico)”, observó Lima.
“Somos conscientes de que aún queda mucho por hacer, incluida la contratación de personas negras con más experiencia y en otras secciones importantes del periódico, como la fotografía”, dijo.
Lima también dijo que Folha ha actuado para aumentar la diversidad de género, raza y otros marcadores sociales entre sus columnistas. “Tenemos una columna de economía firmada por una persona transgénero, uno de nuestros principales dibujantes es una persona trans y la redacción del diario tiene dos periodistas que se identifican como tales. (...) Entre columnas y blogs firmados por una sola persona, las mujeres son el 36% y los no blancos el 13%. En las más recientes invitaciones hechas a columnistas se puede decir que se ha tenido en cuenta la paridad de género y la cuestión racial”, afirmó.
“Creo que Folha ha puesto la diversidad como prioridad. Los números muestran que la tarea no es sencilla y se ha realizado a velocidades variables, pero se comprende la importancia de contar con profesionales con diferentes experiencias participando en todas las etapas de la producción periodística. Me gusta pensar que no hay vuelta atrás”, dijo.
Globo
Flávia Barbosa, editora ejecutiva de O Globo, dijo a LJR que, en la redacción del periódico, “considerando todos los cargos desde pasante y diseñadora hasta editoras y directoras”, las mujeres representan el 47% de los profesionales y los hombres el 53%. El desequilibrio de género es mayor entre columnistas, “pese a que la diversidad (no sólo de género, sino también racial) fue uno de los criterios fundamentales para ampliar la gama del equipo de Opinión en enero de 2021”, dijo.
Observó que “los textos publicados en las áreas editoriales de la edición impresa son, hoy por hoy, apenas una parte de la producción del diario O Globo, que es mucho mayor en volumen en su versión online”. “Incluso, varios textos son producidos por editores o incluso reporteros que no necesariamente firman los textos, es decir, hay un ‘bastidor’ que me parece que no se captó exactamente” en la investigación realizada por Gemaa, dijo Barbosa.
“Pero, por supuesto, como la mayoría de las salas de redacción profesionales, la de Globo todavía refleja el pasado, cuando el periodismo era una profesión predominantemente masculina. Al ser una profesión que demanda mucho tiempo, históricamente también ha sido más hostil hacia las mujeres, quienes en nuestra sociedad enfrentan el desafío de equilibrar carrera y familia”, dijo.
Sin embargo, dijo que no ve la desigualdad de género entre las personas que colaboran con el diario “como reflejo de una elección deliberada, en la que las historias ‘publicables’ o temas más nobles sean direccionadas a los periodistas hombres”.
“No es posible, por supuesto, descartar sesgos inconscientes, que no pertenecen a los periodistas como profesionales sino a ciudadanos que son, insertos en una cultura/sociedad. Pero el creciente nivel de conciencia personal y el debate grupal sobre la necesidad de diversidad en la sala de redacción nos ha hecho más conscientes de estos ‘vicios’”, dijo Barbosa.
Según ella, la Editora Globo, que publica el periódico O Globo, realizó su primer Censo de Diversidad en 2022, “para tener una imagen sólida de la organización”.
“No tenemos ninguna duda de que los no blancos están inmensamente subrepresentados en la redacción, y hemos hecho esfuerzos para garantizar que se consideren criterios raciales al contratar. Hay dos razones para esta situación: el peso del pasado y la ausencia de acción afirmativa. Estamos construyendo, con base en el Censo, esta política estructural. Pero no esperamos. En los últimos cinco años, por ejemplo, hemos agregado la raza a los criterios de selección de pasantes”, dijo.
Barbosa dijo que Editora Globo ha estado buscando formas de mejorar los procesos de contratación, desarrollo profesional y promoción en las redacciones de los tres diarios que publica: O Globo, Extra y Valor Econômico. “Estamos hablando aquí de abrir aún más la puerta de entrada, pero también de extender las escaleras”, para que “profesionales de grupos en desventaja tengan la oportunidad de crecer y competir por espacios que actualmente ocupan poco”, dijo.
“Lo más importante es tener siempre una imagen clara del presente y una apuesta por un futuro diferente. Eso es cruzar el puente. Creemos que estamos en este camino. Globo tiene la convicción absoluta de que la pluralidad a lo largo de todo el proceso periodístico – de las experiencias que crean ideas de historias, de las visiones que guían su investigación y edición, y de la conciencia que opina – está aliada a la información más completa y hará cumplir mejor nuestra misión. Cuanto más la composición de la redacción refleje la demografía y las experiencias de Brasil, más podremos retratar a Brasil, reflexionar sobre Brasil e informarlo”, dijo.