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Entre Ríos Museo, la apuesta en Colombia para visibilizar historias silenciadas por la violencia a través del arte, ciencia y periodismo

Cubrir el conflicto armado colombiano por más de 20 años puede llegar a pesar bastante. “Para mí, en algún momento de mi vida, el periodismo me resultó insuficiente”, dijo Ginna Morelo, periodista colombiana originaria del departamento de Córdoba, en el Caribe colombiano. Era insuficiente para narrar el dolor, pero especialmente como agente de cambio.

La violencia en su natal Montería, capital de Córdoba, y a la que ella le dedicó su cobertura, le trajo amenazas y otras restricciones al ejercicio periodístico, que la llevaron hace 10 años a Bogotá, la capital del país. Sin embargo, nunca olvidó lo vivido en su región y las historias silenciadas por causa del conflicto armado, un conflicto que Córdoba vio con particular crueldad el actuar de los llamados grupos paramilitares. Historias silenciadas como la que ella titula ‘La toma de la universidad’ y que en su momento pensó publicar en su libro de 2009 ‘Tierra de Sangre’, pero que no pudo.

Para darle salida a todo lo que tenía “atragantado”, Morelo comenzó un doctorado en Estudios Sociales de América Latina cuyo proyecto de grado es el silencio en la guerra: “qué pasa cuando la sociedad se silencia por distintas razones”, explicó la periodista a LatAm Journalism Review (LJR). Parte de ese proyecto hacía necesario realizar el trabajo de campo truncado años atrás.

La pandemia por COVID-19 significó para Morelo la posibilidad de volver a su región y hacer ese trabajo de campo: mapear y levantar información a través de técnicas de investigación social “para acercarme a los otros”.

De manera casi providencial, en 2021 Morelo ganó una beca de Reporteros Sin Fronteras Alemania que la llevó a Berlín por un año y que le permitió finalizar toda su investigación. Con su extenso trabajo de reportería hecho en 2020 y años atrás, su experiencia en la cobertura del conflicto armado y las herramientas y tiempo de la beca nació Entre Ríos Museo: un lugar digital que Morelo define como “periodismo, arte y ciencia para documentar la memoria y testimoniar la historia. Narrativas mestizas para traducir la realidad”, y del que ella es la directora. Allí trabaja con un equipo de profesionales y amigos que fueron decisivos en sus investigaciones. 

Entre Ríos se enfoca principalmente y por ahora en el departamento de Córdoba. De hecho, su mismo nombre se relaciona con él: Entre Ríos era el nombre que el departamento iba a tener en un primer momento y representa “la tierra de la cultura anfibia”, como fue descrito por un sociólogo del Caribe colombiano.

Como todo museo, Entre Ríos está pensado por exposiciones. El pasado 31 de julio, se presentó la segunda de ellas, “Palabra silenciada”, una investigación sobre el asesinato y desaparición de 139 miembros del sector educativo en Córdoba.

“Es la primera base de datos pública que cuenta la sistematicidad de los crímenes contra los docentes”, explica Morelo, quien además de dirigir el museo es profesora de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, organización que también apoya a Entre Ríos.

Captura de pantalla de la página de Entre Ríos Museo

Captura de pantalla de las dos exposiciones de Entre Ríos Museo de Colombia. El proyecto visibiliza historias silenciadas por el conflicto armado.

Para Morelo, la violencia contra maestros en Córdoba (tanto de universidades como de colegios) era uno de esos temas que sabía que quería visibilizar: no solamente porque se había quedado sin ver la luz en su libro de 2009, sino porque se trata de esas violencias que marcaron a generaciones en su región.

“Mi gran hipótesis de investigación es que el paramilitarismo buscaba algo más que tierras: el paramilitarismo buscaba aniquilar el pensamiento crítico en una región e instalar incluso una forma de pensar”, explica Morelo, quien en sus investigaciones encontró cómo estos grupos incluso imponían rectores en la única universidad pública de la región.

“Lo que nosotros queremos mostrar es que el aniquilamiento del pensamiento crítico llevó a asesinar a los profesores de la región y al tomarse al centro de educación superior público […] eso tiene un impacto mayor […] y es que mínimo unas cuatro generaciones se perdieron la posibilidad de comprender y entender la magnitud de una región y su ciencia social”, dice Morelo.

De hecho, una de sus fuentes señala que es por esto que en la región abundan abogados y contadores públicos, que no es en sí mismo una crítica, y que se habían perdido generaciones de artistas, escritores o sociólogos “porque los fueron silenciando”. Al final, como lo dice una de las protagonistas de uno de los podcasts, “los paramilitares lograron su objetivo, que fue instalar un silencio en contra de la crítica y la construcción”, dice la periodista.

Este tema de la violencia contra maestros también hizo parte de la primera exposición, “Viaje al silencio”, que es la historia del “hilo de sangre que conecta la violencia del paramilitarismo contra los pueblos Emberá Katío del departamento de Córdoba y los profesores de la Universidad de Córdoba”, dice Morelo.

Esta primera exposición incluye el libro ‘La voz de los lápices’, en la que finalmente Morelo narra la toma a la universidad por parte de grupos paramilitares y que había querido contar desde 2009. Según su registro, algunos de los profesores investigaban las afectaciones ambientales al pueblo Embera Katío.

Recursos sonoros, audiovisuales y hasta inteligencia artificial

Explorar Entre Ríos Museo es una experiencia de narración periodística con una variedad de recursos que permite acercarse a las historias invisibilizadas.

Para el caso de Palabra Silenciada, la compañía – como le dice Morelo al equipo que reúne a periodistas, documentalistas, investigadores, animadores, desarrolladores, entre otras disciplinas  – experimentó con arte generativo con inteligencia artificial. “Esta animación, creada con arte generativo, recrea de manera metafórica lo vivido en la región donde fueron asesinados y desaparecidos decenas de profesores. Los personajes ilustrados son solo una representación ficticia de la realidad”, puede leerse en la exposición.

Precisamente usar inteligencia artificial llevó “bastantes discusiones” especialmente con el director creativo de Entre Ríos, quien es además el hermano de Ginna, Daniel Morelo. En las discusiones siempre se puso el escenario ético en primer lugar. Para Ginna era primordial que las imágenes estuvieran realmente asociadas culturalmente con lo que querían contar. Por eso, según explicó, se hicieron muchos demos antes de dar la aprobación final.

“Creo que hay unas herramientas que pueden un día generar unas posibilidades creativas increíbles, pero nunca debemos perder de vista que la ética, los principios del oficio y la transparencia en contar cómo lo hacemos están primero”, explicó la periodista sobre el uso de inteligencia artificial en el periodismo. “Creo que un poco la apuesta nuestra fue hacerlo respetando todo esto. Vamos a ver a dónde nos llevan nuevas exploraciones que queremos hacer”.

Pero el uso de inteligencia artificial no es el único recurso que utilizan las exposiciones de Entre Ríos. Tanto en Palabra silenciada como en Viaje al silencio, la compañía pensó en diferentes salas que permitieran explorar los formatos: sala de la palabra – donde se encuentran recursos sonoros –, sala audiovisual y sala del tiempo.

En Viaje al silencio, la sala audiovisual cuenta con un documental de 58 minutos, hecho por Morelo junto con Diego Pérez (realizador audiovisual) , además del video de una canción donada a Entre Ríos por la cantante cordobesa Adriana Lucía. Mientras que Palabra Silenciada cuenta con un video etnográfico realizado por una de las víctimas de esa violencia.

En Sala de la palabra, para ambas exposiciones, es posible encontrar la memoria narrada. En Viaje al silencio hay un podcast de 11 capítulos, mientras que la segunda exposición cuenta con una serie de tres capítulos sobre asesinatos, desaparición y exilio de profesores.

“Vale la pena mencionar que el museo también tiene una cosa muy chévere, y es que todas las exposiciones siempre van a tener líneas de tiempo que dan cuenta de los documentos que nos sirvieron de investigación desde la prensa y que lo pueden consultar ahí”, explicó Morelo sobre la Sala del tiempo.

“Lo que pretendemos, el equipo […] es crear exposiciones que puedan vincular la animación, construir memoria sonoras y audiovisuales”, dice Morelo. “Esas palabras claves que menciono de periodismo, arte y ciencia es lo que queremos mostrar por exposición”.

Con esto en mente, la compañía ya trabaja en la tercera exposición que espera sea lanzada en noviembre. Aunque Morelo no quiso adelantar el tema, asegura que Entre Ríos no se centrará de manera exclusiva en la memoria del conflicto.

“Era importante arrancar y comenzar por esto del silencio, con lo que fue silenciado, porque correr el velo de todas estas cosas que merecen tener un espacio, que merecen tener una escucha activa – y que es lo que propone el museo –, vamos a poder ver otras muy bonitas y muy hermosas que el conflicto invisibilizó”, aseguró la periodista. “Entonces, la tercera exposición pretende poner luz sobre un lugar y un tema supremamente bello que está relacionado con la ecología y que va a permitirme recuperar las memorias de todo un espacio territorial”.

Captura de pantalla de Entre Ríos Museo de capítulos de podcast

En Sala de la palabra de la exposición Viaje al silencio es posible encontrar un podcast de 11 capítulos sobre violencia contra profesores en Córdoba, Colombia. (Captura de pantalla Entre Ríos Museo)

Morelo espera que Entre Ríos lance dos exposiciones por año, y trabaja en un proyecto para que el museo salga de la virtualidad: quiere lograr una exposición itinerante en Montería antes de que finalice el año, y eventualmente lograr una sede física del museo también en Montería.

Además de Reporteros Sin Fronteras y la Pontificia Universidad Javeriana, Entre Ríos también cuenta con el apoyo de Konrad Adenauer Stiftung (KAS) en Colombia, Consorcio para Apoyar el Periodismo en la Región (Capir) y el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).

En ocasiones incluso Entre Ríos ha contado con recursos de la propia Morelo para quien la insuficiencia del periodismo fue superada por las enormes posibilidades en la asociación interdisciplinar y convirtió al museo en su proyecto de vida.

“Yo creo que el periodismo tiene unas posibilidades enormes cuando se junta con las ciencias sociales y el arte para hacer lo que hoy se llama investigación / creación y eso me enamoró. Y por eso entonces […] es un proyecto de vida que estoy desarrollando y en el que se vincula un ejercicio de construcción interdisciplinar”, asegura Morelo quien además destaca la necesidad de hacerlo con amigos.

“Esto no sería posible, o por lo menos yo lo concibo así, yo creo que el oficio grande de investigar, hacer periodismo, crear arte, sólo se puede hacer entre amigos. Yo creo mucho en eso. Eso lo mencioné cuando nos dieron el premio Gabo en 2018. Dije ‘esto se hace con amigos’ y lo mismo pienso hoy. Lo sigo pensando ahora todavía más. Sólo con amigos puedes llegar a estos resultados y a estas posibilidades”.

 

Banner: Ilustración tomada del arte generativo realizado por Entre Ríos Museo para la exposición Palabra silenciada.

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