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Exilio, prisión y muerte: las dificultades de periodistas en Nicaragua son tema de panel en el Coloquio Iberoamericano

Exilio, riesgo de prisión, amenazas a familiares, violaciones de derechos humanos, problemas financieros: la situación que viven los periodistas nicaragüenses es una de las peores de la región y estuvo en el centro del debate, junto a ejemplos de resistencia y perseverancia ante de la adversidad, en el panel “Periodismo en Nicaragua”, durante el 17º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital que tuvo lugar el 14 de abril de 2014 en la Universidad de Texas en Austin.

El panel, moderado por la directora asociada del Centro Knight, Summer Harlow, incluyó a una editora del periódico más tradicional de Nicaragua, La Prensa, que acaba de cumplir 98 años, y tres cofundadores de Nicaragua Actual, un sitio con un poco más de cinco años de existencia. Los cuatro se encuentran en el exilio, al igual que más de 240 periodistas nicaragüenses, según un informe de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua.

 Five people seated in front of an audience in an auditorium, speaking on a panel. A big screen behind them shows images of Nicaragua

Periodistas nicaragüenses Héctor Rosales, Yelsin Espinoza, Ulises Mendieta y Arlen Pérez (de izquierda a derecha) hablando en el 17º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital; en la derecha, se ve a la directora asociada del Centro Knight, Summer Harlow (Foto: Patricia Lim/Centro Knight)

 

 

La primera en intervenir en el panel del Coloquio fue la periodista representante de La Prensa, Arlen Pérez. Abordó las dificultades de la vida en otro país, el miedo por los familiares que permanecen en Nicaragua, la posibilidad de que el autoritarismo llegue a otros países latinoamericanos y el futuro incierto del periodismo nicaragüense.

Pérez comentó la reciente edición conmemorativa de La Prensa, publicada en marzo para celebrar el aniversario del diario desde territorio nicaragüense, en el río San Juan, fronterizo con Costa Rica.

“Para nosotros fue un reto el reportar desde el río San Juan, que es territorio nicaragüense. Pero también fue decir ‘no importa, nos han golpeado y aquí seguimos’. Y los golpes son muchos”, dijo.

En 2023, según Pérez, hubo 83 agresiones contra periodistas nicaragüenses, entre acoso, vigilancia oficial y agresiones verbales, y en enero y febrero de este año ya eran 14.

Advirtió a la gente de otros países que tuvieran cuidado con las tendencias autoritarias en sus propios territorios:

“Por ejemplo, cuando en Costa Rica dicen, ‘ay, nosotros estamos lejos de eso’. Sí, pero ya le están llamando prensa canalla, ya están teniendo un discurso en contra de la libertad de expresión”, afirmó.

Las dificultades de la vida en el exilio, afirmó, van desde problemas financieros hasta cuestiones relacionadas con el derecho a quedarse en el lugar:

“Costa Rica es uno de los países más caros y Nicaragua, por supuesto, es un país más económico. También es difícil el tema de tener a tu familia en otro país, el cuidar a tu familia. Entonces, eso para nosotros ha sido muy difícil. La legislación costarricense ha cambiado. Yo me exilié en 2022 y ha habido demasiados cambios sobre las solicitudes de refugio, de cómo lo puedes pedir, el tema de cómo puedes viajar, o no puedes viajar”, explicó.

Pérez afirmó que, incluso en el exilio, los periodistas continúan autocensurándose, por temor a represalias del régimen de Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo.

“Ya nadie quiere hablar porque es que ‘mi mamá está allá, mis hermanos están allá'”, dijo.

Concluyó elogiando a sus colegas panelistas y observando las dificultades del relevo generacional en el periodismo nicaragüense:

“A mí me encanta estar con esta juventud porque los muchachos son una muestra de que se puede hacer periodismo desde el exilio. Ellos nacieron desde el exilio”, dijo. “Pero sí nos preocupa el relevo generacional. No hay un relevo de periodistas, no tenemos nuevos periodistas”.

Clamor de libertad

De los tres cofundadores de Nicaragua Actual, Héctor Rosales fue el primero en hablar. Mencionó cómo el equipo del sitio web, lanzado el primer día de marzo de 2019, tuvo que empezar a producirlo desde el exilio apenas tres meses después de su lanzamiento.

Rosales dijo que recientemente se mudó a Estados Unidos y dijo estar comprometido a seguir informando sobre Nicaragua, a pesar de ser una misión difícil:

“Tengo apenas cuatro meses viviendo ahora en Estados Unidos bajo un programa de reasentamiento que es parecido a un asilo político, y aquí estoy resistiendo. No quiero dejar el periodismo, pero aquí la vida también cuesta, es cara aquí en Estados Unidos”, afirmó. “Pero tengo un compromiso. Hay un compromiso por parte de nosotros de no abandonar esta lucha, y nuestro sueño es regresar nuevamente a Nicaragua a ejercer nuestras libertades”.

Tal como lo harían sus dos socios de Nicaragua Actual, el periodista citó el caso de su colega Víctor Ticay, quien cumplió un año de prisión el pasado 6 de abril.

“Actualmente tenemos a un periodista preso hace un año por el simple hecho de darle una cobertura a una actividad religiosa en Nicaragua, las procesiones. Es precisamente Víctor Ticay”, dijo. “Queremos pedirles una ayuda a todos ustedes que centren también su mirada, sus medios de comunicación, en la situación del periodismo de Nicaragua, pero también que pensemos en Víctor Ticay y en su familia, un año preso simplemente por darle cobertura a una actividad religiosa en nuestro país. Y acá nosotros decimos, ¡libertad para Víctor Ticay!”.

El siguiente orador, Yelsin Espinoza, comenzó precisamente describiendo las condiciones de prisión de Ticay:

“La situación de Víctor Ticay es una situación inhumana, insalubre. A Víctor Ticay se le da alimentación con desperdicios, con partes de cucarachas. A Víctor Ticay lo mantienen en una celda que no tiene salubridad, que no tiene las condiciones para que un ser humano esté encerrado un solo minuto en esa celda. Él no tiene por qué estar encerrado porque él simplemente ejerce o ejercía su trabajo, su profesión, y es por ello que el régimen lo apresó”, relató.

Espinoza agregó que las condiciones de reclusión en el penal llamado La Modelo de Managua hicieron que Ticay desarrollara enfermedades.

“Entre estas enfermedades están enfermedades estomacales, producto del avanzado nivel de bicarbonato que tiene la alimentación que recibe Víctor. Su familia está desesperada porque, cuando logran visitarlo, lo ven cada vez más demacrado, más golpeado. Le están tratando de arrancar su humanidad”, contó. “La salud de Víctor Ticay, su estado moral, físico, se va degradando y nosotros no podemos permitir que esto siga pasando. Pero estamos atados de manos y esa es la realidad en nuestro país”.Además de Ticay, Espinoza habló sobre el caso de Ángel Gahona, asesinado en 2018 mientras cubría protestas antigubernamentales en la costa Caribe nicaragüense.

“Fue asesinado de un disparo en la cabeza, señores. Seis años y hasta hoy la justicia y la verdad en el caso de Ángel Gahona no existen. Y cada vez que tenemos la oportunidad de ocupar un espacio como estos que ustedes nos puedan escuchar, quienes nos ven por televisión, por internet, nos pueden escuchar, nosotros alzamos la voz y visibilizamos el caso de Gahona. Su familia tuvo que callar la demanda de justicia porque es fuertemente amenazada por el régimen Ortega-Murillo. Su papá, lamentablemente, falleció hace ya algunos meses y no logró ver la justicia para su hijo. Esto también nos llega y nos toca el alma”, dijo Espinoza.

El último representante de Nicaragua Actual fue Ulises Mendieta, quien abordó la situación de los periodistas que aún se encuentran en el país, las dificultades financieras y los aprendizajes en estos casi cinco años de exilio.

Los profesionales que se quedan en el país ya no pueden escribir sobre los hechos más importantes y se ven obligados a limitarse a trivialidades, afirmó Mendieta.

“Algo que realizaba Víctor Ticay en Nicaragua ha sido muy limitado, que es reportear en la calle. En Nicaragua, el actual periodismo se ha limitado a documentar asuntos religiosos, deportes y sucesos. Porque hablar de política es la cárcel asegurada”, afirmó. “En Nicaragua ya no existen periódicos, no existen medios independientes”.

El periodista habló de las difíciles condiciones de quienes perseveran en intentar ser independientes desde el exilio:

“Nosotros pasamos dos años sin salario. Lo único que recibíamos era por donaciones de la gente. Era para el internet, y nosotros estábamos empezando con una computadora donada, el internet donado, con un teléfono celular, un iPhone 6, que lo tenemos como para tenerlo en un museo”, dijo. “Nosotros éramos periodistas, no sabíamos nada de monetización web, administración, gestión de proyectos, contabilidad”.

Sin embargo, dijo Mendieta, los periodistas lograron superar este desafío: “Ahora nosotros tenemos que hacer de todo. En parte es bueno porque ahora nosotros sabemos hacer de todo, tenemos nuestro propio medio”.

El periodista concluyó con una reflexión sobre las condiciones actuales del país:

“La gente está normalizando la falta del periodismo independiente en Nicaragua. Existe sólo un medio independiente, pero está limitado a entretenimiento”, aseguró. “Las familias nicaragüenses disfrutan de las piscinas. No hay nada, noticias de opinión, de política. Y la gente está normalizada a eso, tristemente. Pero tenemos que seguir, tenemos que seguir de frente, a pesar de todas las dificultades”.

Traducido por Silvia Higuera Flórez
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