Desde el inicio de agosto, la escasez de papel ha provocado una crisis en la prensa venezolana, afectando principalmente a los diarios regionales. Según El País, por lo menos tres diarios del interior fueron obligados a suspender sus operaciones por falta de material para imprimir, entre ellos algunos que han circulado por décadas, como El Sol, de la ciudad de Maturín, en el estado de Monagas, y Antorcha, de El Tigre, en estado de Anzoátegui.
Otros diarios, como La Hora o El Caribazo, del estado de Nueva Esparta, manifestaron tener dificultades para continuar en circulación por el problema con el abastecimiento del papel.
La situación, según Rogelio Díaz, portavoz del Bloque de Prensa Regional, está relacionada con las dificultades para accesar divisas para la importación de papel en un país donde, desde 2003, un sistema de control de cambio impide la libre obtención de monedas extranjeras.
Díaz explicó a El Nacional que las reservas de los diarios regionales están por terminarse y sus proveedores llevan dos meses sin conseguir el certificado necesario para importar papel. Muchos temen que el retraso sea una política deliberada para evitar la circulación de los periódicos regionales, después de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro decidió, a finales del 2012, que el papel periódico no era un producto de primera necesidad y, por lo tanto, no tenía prioridad en la expedición de certificados de importación.
Según el sitio Zocalo, 95% de los diarios venezolanos se encuentran con sus reservas en los límites o ya no cuentan con papel, y muchos de ellos han tomado medidas drásticas como eliminar contenidos o publicar de forma más esporádica.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.