El Secretario de Comunicación Social de la Presidencia de la República de Brasil, Fábio Wajngarten, acusó al diario Folha de S. Paulo de “defender una conspiración para la salida” del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y de “predicar falta de respeto, mentiras e intentos frustrados de desmoralizarlo”, en un artículo publicado en el propio periódico este 2 de diciembre.
El texto es una respuesta al editorial “Fantasia de imperador” (Fantasía de emperador), publicado por Folha el viernes 29 de noviembre, en el que el periódico declaró que Bolsonaro “no entiende ni nunca entenderá los límites que la República impone al ejercicio de la Presidencia”.
El editorial de Folha, a su vez, fue una reacción a la exclusión del periódico de una licitación de la Presidencia de la Republica para suscribirse a medios de prensa nacionales e internacionales, y a la declaración de Bolsonaro cuando se le preguntó al respecto el viernes pasado. El presidente brasileño dijo que ya no quiere leer el periódico y recomendó “a todo Brasil aquí que no compre el periódico Folha de S. Paulo”.
Se tratan de los últimos hechos en la envestida de Bolsonaro contra el periódico, que desde la campaña electoral ha sido uno de los objetivos más frecuentes de los ataques del presidente brasileño a la prensa.
El gobierno de Bolsonaro excluyó a Folha, uno de los periódicos de mayor circulación en Brasil, de una licitación presidencial de suscribirse a periódicos y revistas nacionales e internacionales, sin presentar los criterios técnicos que respaldaron la selección de títulos.
El anuncio de licitación publicado en el Diario Oficial de la Federación el jueves 28 de noviembre tiene como objeto “la contratación de servicios de suscripción para el acceso en línea a periódicos y revistas nacionales e internacionales”. El aviso de subasta electrónica trae la lista de los medios cuyas suscripciones son solicitadas por la Presidencia de la República, que incluye 19 periódicos brasileños y cinco extranjeros, y ocho revistas brasileñas y dos extranjeras.
La ausencia de Folha de esta lista es notable por ser uno de los principales periódicos del país y el primero en la clasificación de circulación digital en octubre de 2019, con 241.763 suscripciones digitales ese mes, según datos del Instituto Verificador de Circulación (ICV) reportados por el sitio Poder360.
Sin embargo, excluir a Folha de la lista de las suscripciones solicitadas por la Presidencia está en línea con las declaraciones de Bolsonaro contra el periódico desde antes de ser elegido. Además, más recientemente, el 31 de octubre, el presidente brasileño declaró que había determinado “que todo el gobierno federal terminara y cancelara la suscripción al Folha de S. Paulo”.
Al preguntar el mismo Folha sobre los criterios técnicos que respaldaron la exclusión del periódico del proceso de licitación, Bolsonaro dijo que “Folha de S.Paulo ni siquiera sirve para cubrir un gallinero”. “Mire, estoy dejando de gastar dinero público”, dijo el Presidente.
“No quiero leer Folha más. Y punto final. Y ningún ministro mío. Recomiendo a todo Brasil aquí que no compre el periódico Folha de S.Paulo. Hasta que aprendan que tienen un pasaje bíblico, Juan 8:32 [“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”]. La prensa tiene la obligación de publicar la verdad. Sólo eso. Y los anunciantes que también anuncian en Folha”, dijo Bolsonaro cuando fue interrogado por el reportaje del periódico frente al Palacio Alvorada, frente a un grupo de seguidores, según lo informado por Folha.
El presidente también dijo que no compra productos anunciados en el periódico. “Cualquier anuncio hecho en Folha de S.Paulo no compro ese producto y punto. Quiero prensa libre e independiente, pero sobre que diga la verdad. ¿Estoy pidiendo demasiado?”, preguntó, según Folha.
Esta no es la primera vez que Bolsonaro se refiere a anunciantes en Folha cuando critica al periódico. El 31 de octubre, horas después de decir que había ordenado la cancelación de la suscripción al Folha por parte de las agencias de su gobierno, el Presidente envió un mensaje a los anunciantes de la publicación durante una transmisión en vivo en su perfil de Facebook: “No vamos a gastar más dinero con ese tipo de periódico. Y quien anuncia en Folha de S. Paulo presta atención, ¿verdad?”.
También el viernes, horas después de la declaración de Bolsonaro, Folha informó que un Procurador General Adjunto ante el Tribunal de Auditoría de la Unión (TCU, por sus sigla en portugués) presentó una petición al tribunal pidiendo que Folha no sea excluido de la licitación para proporcionar a la Presidencia suscripciones a medios de prensa digitales.
El fiscal adjunto Lucas Furtado afirmó que las motivaciones para la retirada del periódico del proceso de competencia “violan los límites estrechos de la vía discrecional del acto administrativo” y ofenden los “principios constitucionales de impersonalidad, isonomía, motivación y moralidad”, informó Folha.
En una columna publicada el 2 de diciembre, el periodista Lauro Jardim, del periódico O Globo, afirmó que el TCU debería otorgar una medida cautelar para suspender la licitación. Según él, “hubo un intercambio frenético de mensajes entre los ministros” después de que Furtado presentó su representación y “la tendencia es que la suspensión de la licitación se decidirá por una gran mayoría”.
El diputado federal Paulo Teixeira, del Partido de los Trabajadores (PT), también presentó ante el TCU y en la Procuraduría General de la República “una representación contra Jair Bolsonaro por excluir al periódico Folha de São Paulo de las licitaciones gubernamentales”, como escribió en su perfil en Twitter el viernes. “Lo considero un ataque serio contra la democracia y la libertad de prensa”, dijo el diputado.
También a través de su perfil de Twitter, Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo que “repudia todos los ataques del presidente @jairbolsonaro en la prensa, especialmente el periódico @folha”.
“Desde la campaña electoral del año pasado, @JairBolsonaro incentiva el odio a los periodistas y promueve la desconfianza en el trabajo de la prensa, lo que perjudica la libertad de expresión en el país”, escribió RSF.
El Centro Knight contactó a la Presidencia de la República y cuestionó los criterios técnicos que subyacen a la selección de periódicos y revistas presentes en el proceso de licitación y la exclusión de Folha de S. Paulo, pero no recibió respuesta hasta la publicación de esta nota.
En un editorial publicado el 29 de noviembre, titulado “Fantasia de imperador” (Fantasía de emperador), Folha declaró que Bolsonaro “no entiende ni nunca entenderá los límites que la República impone al ejercicio de la Presidencia”. “Se trata de una personalidad que combina ligereza y autoritarismo”, escribió el periódico.
“Su pluma no tiene el don de transmitir a los ciudadanos los caprichos de su voluntad y sus deseos primitivos. El imperio de los sentidos no preside la vida republicana. Cuando la Constitución establece que la legalidad, la impersonalidad y la moral gobiernan la administración pública, no se trata de palabras que se llevan al viento durante una [transmisión] en vivo en una red social”, dijo Folha.
El periódico agregó que, en vísperas de su aniversario número 100, “tiene que lidiar una vez más con un presidente disfrazado como emperador” y que “enfrenta la tarea con una mezcla de tristeza y optimismo”.
“Tristeza por el menoscabo de los valores de la República que este ocupante circunstancial de la Presidencia patrocina. Optimismo por la convicción de que el futuro de Brasil es más grande que la figura que lo gobierna actualmente”, concluyó Folha.
El domingo 1 de diciembre, la defensora de audiencia del periódico, Flavia Lima, abordó el tema en su columna semanal. En el texto, titulado “A Folha persegue Bolsonaro?” (¿Folha persigue a Bolsonaro?), Lima declaró que “la actitud sin precedentes de Bolsonaro [de excluir a Folha de la licitación] refuerza los lazos con sus seguidores, pero no está a la altura del cargo que ocupa”.
También señaló que, “por parte de la prensa, los periódicos parecen haber normalizado el comportamiento de Bolsonaro y su equipo en nombre de la recuperación económica. Los ataques al orden legal revelan, sin embargo, que no existe una política económica que justifique la complacencia con la arbitrariedad y el autoritarismo”.
Fábio Wajngarten, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, respondió al editorial de Folha a través de un artículo de opinión publicado en el propio periódico el pasado lunes.
En el texto titulado “O infame editorial” (El editorial infame), Wajngarten declaró que Bolsonaro y “su personal más cercano” nunca se apartaron de la primacía de la libertad de expresión y la prensa, que, según dijo, “guía las relaciones de su gobierno con los medios en general”.
Expresó su repudio al editorial “infame, injusto y ligero” de Folha el viernes pasado, y lo calificó de “una difamación, un panfleto no disfrazado, desprovisto de seriedad y coherencia”.
Wajngarten acusó a Folha de “furia editorial” contra Bolsonaro desde la campaña electoral y dijo que “los titulares de los diarios sobre la economía del país – siempre con un enfoque negativo – también evidencian mala fe, ligereza y autoritarismo editorial del periódico contra el gobierno” del actual presidente.
En una supuesta referencia a la exclusión de Folha de la lista de periódicos y revistas presentes en la licitación presidencial, el secretario declaró que “tal comportamiento reiterado desacredita a Folha de S.Paulo como una fuente de información seria para la sociedad en general, y mucho menos como para ser considerado en el proceso de toma de decisiones políticas y económicas”.
El Secretario de Comunicación Social también afirmó que “lo que hace el editorial del periódico es defender una conspiración por la salida del Presidente de la República, en un golpe contra las instituciones y, principalmente, contra la voluntad de la mayoría de los brasileños”.