Dos medios brasileños dedicados al periodismo local han adoptado la inteligencia artificial generativa para mejorar el impacto de su trabajo y automatizar tareas que exigen tiempo y esfuerzo valiosos de sus equipos.
Agência Tatu y Farolete son medios nativos digitale que han desarrollado proyectos que combinan raspado de datos y tecnología ChatGPT para producir contenidos basados en datos públicos.
Tatu, con sede en Maceió, capital del estado de Alagoas, tiene cobertura local y regional, cubriendo toda la región nordeste del país. Farolete se dedica a cubrir el municipio de Ribeirão Preto, en el estado de São Paulo, Sudeste de Brasil.
“El periodismo local aún no ha adoptado la inteligencia artificial y los proyectos en este aspecto de la tecnología para ayudar en el trabajo diario”, dijo Lucas Thaynan, director de visualización de Agência Tatu, a LatAm Journalism Review (LJR). “Esto ya está en los grandes periódicos, que tienen mucha capacidad y un equipo tecnológico más grande, pero hemos demostrado que, incluso con un equipo pequeño, podemos llevar a cabo proyectos que pueden tener un impacto positivo. Es un experimento genial mostrar a otros medios [locales] que es posible hacer algo en este sentido”.
Fundada en 2017, Agência Tatu es el primer medio especializado en periodismo de datos en el nordeste de Brasil. Y SururuBot, su primera iniciativa con inteligencia artificial generativa, se lanzó en octubre de 2023 para producir textos semanales que difundan vacantes de empleo en Maceió.
Lucas Thaynan, director de visualización de la Agência Tatu. (Foto: Cortesía Agência Tatu)
“Queríamos utilizar de alguna manera la inteligencia artificial para crear historias. Decidimos centrarnos en las ofertas de trabajo debido a numerosos factores. Una de ellas es que teníamos los datos disponibles de forma estructurada. (...) Otro punto importante es que queríamos un proyecto que no se quedara guardado, al que pocas personas pudieran acceder. Queríamos algo relevante para la sociedad”, explicó Thaynan.
El proyecto SururuBot fue financiado por el programa Acelerando Negocios Digitales, impulsado por el ICFJ (Centro Internacional de Periodistas) y Meta, empresa propietaria de plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp. La Asociación de Periodismo Digital (Ajor, por su acrónimo en portugués) de Brasil fue una de las asociaciones de medios que apoyó la iniciativa.
El bot funciona en dos etapas, explicó Thaynan. La primera etapa es la automatización, que no involucra inteligencia artificial: el equipo de Tatu creó un script, una secuencia de comandos en el lenguaje de programación Python, para recolectar y procesar datos sobre las vacantes disponibles en el Sistema Nacional de Empleo (Sine) en referencia a Maceió.
Artículo escrito por SururuBot publicado en el sitio de Agência Tatu. (Captura de pantalla)
En la segunda etapa, los datos procesados se entregan al bot creado con base en la tecnología GPT-3.5, de la empresa OpenAI. La tecnología GPT, por sus siglas en inglés Transformador Generativo Pre-Entrenado, es un modelo de lenguaje que utiliza el aprendizaje automático para generar texto en un lenguaje similar al humano. Es la misma que impulsa ChatGPT.
“Hicimos una capacitación posterior para explicar el formato, el lenguaje y la estructura del texto que necesitábamos que [el bot] entregara. Fue una etapa ardua, porque entrenamos mucho para llegar al resultado esperado”, dijo Thaynan.
Esta tecnología genera texto a partir de datos sobre las ofertas de trabajo disponibles esa semana y envía el contenido directamente al editor del sitio de Agência Tatu. La publicación, sin embargo, no está automatizada: un miembro del equipo revisa el texto, verifica la información y, si es necesario, realiza cambios y luego publica el post manualmente.
“Todo el contenido de SururuBot se somete a revisión humana. Esto es fundamental”, afirmó Thaynan, quien considera que la inteligencia artificial es “una ayuda fundamental” para periodistas y que quien no trabaje con ella “se quedará atrás”.
“¿Para qué tener un periodista cada semana reportando sobre las ofertas de empleo? Pongámosle eso a un bot, para que la inteligencia artificial haga este trabajo aburrido, y dejemos que el periodista haga algo más complejo. La inteligencia artificial no podrá realizar investigaciones en profundidad ni entrevistas relevantes. Entonces el papel del periodista es fundamental”, afirmó.
Equipo de Agência Tatu. (Foto: Cortesía Agência Tatu)
Para Thaynan, los medios que quieran empezar a utilizar la inteligencia artificial en sus procesos deben desarrollar una política de uso de la tecnología.
“Teníamos esta preocupación antes de lanzar SururuBot, porque esta política de uso nos da parámetros y límites sobre cómo debemos trabajar con esta nueva forma de tecnología. (...) Tenemos que brindar transparencia a nuestros lectores sobre cómo producimos contenido y también internamente, el equipo puede entender cómo se puede trabajar [con IA]”, dijo.
Farolete, un proyecto unipersonal del periodista Cristiano Pavini, es dirigido por el periodista durante su tiempo libre, dijo a LJR. Después de siete años trabajando como reportero en medios locales, Pavini ingresó a principios de 2019 a trabajar en una ONG. Sin embargo, las ganas de hacer periodismo no se enfriaron, y en octubre de 2019 fundó Farolete como “una iniciativa para fines del ejercicio de la práctica periodística”.
“Dirijo Farolete solo y sólo produzco reportajes que son de interés público. No persigo clics ni persigo el sensacionalismo. Sólo hago historias que entiendo que tienen cierta relevancia para fines de contextualización e impacto”, dijo Pavini.
El periodista dijo que sentía la necesidad de hacer un seguimiento automatizado a los proyectos de ley presentados y votados por la Cámara Municipal de Ribeirão Preto, tanto para ayudarle a realizar reportajes como para poner esa información a disposición del público de forma más accesible.
El periodista Cristiano Pavini, fundador de Farolete. (Foto: Archivo personal)
Al igual que Agência Tatu con SururuBot, Pavini ingresó su proyecto al programa Acelerando Negocios Digitales y fue seleccionado. Terminó invitando a la propia Tatu a desarrollar la tecnología que dio como resultado FaroLegis, lanzado en noviembre de 2023.
El proceso de FaroLegis es similar al de SururuBot, ya que también implica dos pasos distintos: extracción automatizada de datos y producción de texto con tecnología GPT-3.5.
Dos bots recopilan el contenido de los proyectos de ley presentados y votados en la Cámara, disponibles en el sitio de la Cámara en formato PDF. Los bots envían estos datos a un modelo de inteligencia artificial generativa programado para resumir cada proyecto de ley en 300 caracteres en una plantilla de texto estandarizada ya formateada para enviar a través de WhatsApp. Los textos son enviados por los bots a Telegram, ya que esta aplicación es más fácil de integrar con la tecnología utilizada, explicó Pavini.
Luego, el periodista revisa los textos y los reenvía a dos grupos de WhatsApp, uno con personas interesadas en los proyectos registrados, que reciben el boletín “Entrou na Câmara de RP” (Entró a la Cámara de RP), y otro con personas interesadas en los proyectos votados, que reciben el boletín “O que a Câmara votou ontem” (Lo que la Cámara votó ayer). Estos dos grupos, en conjunto, reúnen a unas 100 personas, afirmó Pavini. Surgieron de otro grupo de WhatsApp administrado por el periodista, donde distribuye reportajes publicados en el sitio de Farolete y otros contenidos desarrollados específicamente para la aplicación de mensajería, y que cuenta con alrededor de 1.200 personas, dijo.
“La Cámara tiene dos sesiones, todos los martes y todos los jueves. Por eso, todos los miércoles y viernes envío dos boletines informativos automáticos. (...) Del boletín generado automáticamente, mantengo entre el 90 y el 95% [del contenido]. Hago uno o dos ajustes estéticos. No tiende a alucinar, porque creamos una serie de comandos para que GPT” prepare el texto según los parámetros deseados, dijo Pavini.
Uno de los dos boletines de FaroLegis enviados por WhatsApp. (Captura de pantalla)
El periodista dijo que, antes de desarrollar la iniciativa, pasó un cuestionario entre los participantes del grupo de WhatsApp de Farolete para entender qué consideraban importante incluir en los boletines. Luego, envió los enlaces para que las personas interesadas se inscribieran para recibirlos. Según él, al grupo se sumaron “actores clave de la sociedad”, como miembros de la Asociación de Abogados de Brasil (OAB), miembros de las asociaciones comerciales e industriales de Ribeirão Preto y miembros de los sindicatos de servidores públicos.
Además de permitir a la ciudadanía mantenerse informada sobre las actividades de la Cámara, FaroLegis también ayuda a Pavini a cubrir la Legislatura municipal.
“Para mí es interesante porque puedo monitorear la Cámara, entender qué se vota, qué se archiva, cuál es el perfil de los proyectos, sin tener que ir a la página web de la Cámara, que es lo que hice cuando yo era periodista de un medio local. Dos veces por semana entraba a la web y leía todos los proyectos, y ahora FaroLegis me los resume. Y cuando veo algo de mayor relevancia, miro el proyecto completo”, dijo.
Un proyecto que conoció a través de FaroLegis fue el Plan Municipal de Educación (PME) presentado por la ciudad de Ribeirão Preto en la Cámara a principios de diciembre. Pavini analizó el proyecto y publicó un reportaje al respecto.
“Algunos de los puntos que planteé [en el reportaje] fueron abordados posteriormente en enmiendas por parte de los concejales”, dijo.
FaroLegis está disponible de forma gratuita para el público porque la idea, por ahora, es reforzar la marca Farolete, monitorearla y producir contenidos a partir de ella, afirmó Pavini. En el futuro pretende vender esta tecnología como servicio a las instituciones interesadas.
“Si alguien quiere monitorear si en la Cámara se debate sobre educación, puedo calibrar los robots para eso”, ejemplificó.
Pavini dijo ser “un gran entusiasta” de la inteligencia artificial aplicada al periodismo.
“Es un gran aliado y no puede ser algo restringido a grandes medios”, afirmó. “Este proyecto mío lo demuestra. Se trata de una iniciativa local independiente, de apenas cinco años de existencia. Yo hago Farolete solo y tiene cierto reconocimiento en la ciudad. Y logré utilizar la IA en un producto que me ayudó en mi práctica periodística y resultó en un producto para mi audiencia. Y eventualmente podría ser un producto que pueda monetizar”.
