Por solicitud de la fiscalía, un juzgado penal de Bogotá, Colombia, accedió a precluir (dar por finalizada) la investigación por injuria en contra del periodista Juan Esteban Mejía Upegui, informó el diario El Espectador.
Juez precluyó el proceso penal contra mí porque encontró que no participé en ningún delito.
— Juan Esteban Mejía (@JuanesMejia_) 6 de octubre de 2016
El caso se remonta a 2011, cuando el periodista – para entonces corresponsal de la revista Semana en la ciudad de Medellín – envió a la revista un texto en el que denunciaba varios casos de presunta negligencia médica por parte de Carlos Alberto Ramos Corena. Uno de los casos denunciados terminó en la muerte de una paciente.
En 2012, Ramos Corena entabló una querella en contra del periodista por el delito de injuria. Su argumento para la demanda era que la nota periodística aseguraba que él no era médico cuando sí lo es.
Desde el inicio de la acusación en su contra, Mejía señaló que el error se trató de uno cometido en la edición y no uno cometido por él. En su texto original, el periodista señalaba que el médico no contaba con credenciales como cirujano plástico, pero en la versión publicada se señaló que Ramos Corena no tenía licencia médica.
Según Mejía, el texto entregado a la revista decía: “Un médico general logró fama y reconocimiento como cirujano plástico. Posó al lado de personajes de la farándula y dio entrevistas en los medios, pero su verdad se conoció tras la muerte de una de las tantas jóvenes que él operó”.
No obstante, la versión editada y publicada decía: “Un hombre sin tener título de médico se convirtió en uno de los cirujanos plásticos más consultados de Medellín”, señaló el periodista.
En junio 2015, la Fiscalía le imputó formalmente los cargos por el delito de injuria a Mejía.
La revista Semana publicó una rectificación ese año tras solicitud del médico en la que no solo corrigió la información sino que aclaró que el error no fue cometido por Mejía, sino que fue hecho “en el posterior trabajo colectivo de revisión, edición y corrección”, publicó la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Ante la reciente decisión de preclusión, la FLIP llamó la atención sobre el hecho de que a pesar de que “evidentemente Mejía no fue el autor de la supuesta injuria” y de que Semana publicara la rectificación correspondiente, “la preclusión sólo fue declarada más de un año y medio después de la vinculación del periodista al proceso penal”.
Por tal motivo, la FLIP hizo un llamado a la Fiscalía para que “las investigaciones penales se adelanten con celeridad, de forma que no se afecte injustamente el trabajo de los periodistas”.
Por otra parte, a Ramos Corena le imputaron cargos en abril de 2016 por los delitos de estafa, lesiones culposas y falsedad en documento privado por las heridas que le causó a una paciente tras una cirugía, reportó El Espectador.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
