En un análisis publicado el 12 de diciembre, la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji) afirmó que 70 de los 113 casos de agresiones contra periodistas ocurridos en Brasil durante las protestas que comenzaron en junio de este año fueron intencionales; es decir, que se realizaron después de que las víctimas se identificaron como profesionales de la prensa.
Para el presidente de la organización, Marcelo Moreira, las cifras muestran un retroceso en la libertad de prensa. "Cuando impiden que un periodista haga su trabajo, están impidiendo que la sociedad tenga acceso a la información, lo que se traduce a una realidad muy ruin para nuestro país", afirmó.
Las agresiones analizadas ocurrieron entre el 11 de junio y el mes de octubre. Entre los casos hubo incidentes de intimidación, violencia física, intento de atropello, ataques de perros policías, hurto o daño a equipo periodístico (sin incluir vehículos o edificios de medios de comunicación), y encarcelación.
Abraji ha estado en contacto desde noviembre con las víctimas para verificar si las agresiones que sufrieron fueron deliberadas o no. Solo en 21 casos no fue posible localizar al periodista agredido o no hubo respuesta a la solicitud de Abraji. Uno de los reporteros localizados no supo decir si la agresión fue intencional o no. Restando esos 22 casos, el número de casos analizados se redujo a 91 agresiones, de las cuales 70 (el 77%) fueron deliberadas.
Entre estos 70 ataques, las fuerzas de seguridad fueron responsables por 55; es decir, 80% de las veces. Las demás agresiones provinieron de manifestantes insatisfechos con la cobertura de los medios masivos. Durante las manifestaciones se escucharon frecuentemente gritos de "abajo con la Red Globo (la empresa de medios más grande del país)" y varios reporteros de los medios masivos fueron agredidos o insultados.
En la ciudad de São Paulo, solamente durante el 13 de junio fueron registrados 14 ataques, todos por parte de la Policía Militar. Ese día los periodistas Giuliana Vallone, de TV Folha, y Sérgio Silva, de Futurapress, fueron heridos con balas de goma en el rostro. Silva perdió la vista en uno de sus ojos.
Mientras tanto, Río de Janeiro tuvo sus días más violentos el 7 de septiembre, con tres agresiones registradas, y el 18 de octubre, cuando algunos manifestantes atacaron a tres reporteros cerca del barrio de Bangu.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.