El segundo webinar de la nueva serie de encuentros en línea promovidos por la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano estuvo dedicado a deconstruir mitos sobre el periodismo feminista. La conversación, realizada el 27 de junio, contó con la participación de las periodistas Michelle Nogales, cofundadora de la revista Muy Waso, de Bolivia; Alejandra Higareda, directora general de Malvestida, de México; y Graciela Tiburcio Loayza, periodista feminista especializada en género y derechos humanos, de Perú.
Lucia Solis, periodista peruana y cofundadora de la Red, moderó el debate. La conversación se desarrolló en español y fue seguida en directo por personas desde Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
“No es periodismo, es activismo”; “carece de rigurosidad”; “es una moda y está dirigido sólo a mujeres” fueron algunos de los mitos sobre el periodismo feminista que debatieron las panelistas.
Graciela Tiburcio Loayza dijo que ha escuchado estas planteamientos de muchos colegas, como si “todo lo que tú escribas va a ser pasional y no vas a tener ninguna rigurosidad a la hora de verificar datos y contrastar fuentes”.
“Lo cual es completamente falso. De hecho, tener esta perspectiva feminista al momento de elaborar tus productos periodísticos te da mayor rigurosidad, porque al ser feministas entendemos que las historias que hay en el mundo, en la sociedad, están atravesadas por diferentes aristas de desigualdad. Cuando cubrimos los temas de desigualdad, de derechos humanos, es necesario esta perspectiva feminista para poder entender cómo cada vida está atravesada e impactada por diferentes situaciones. Entonces incluso esta perspectiva me da una mirada mucho más amplia”, dijo ella.
Alejandra Higareda recordó que el periodismo con perspectiva feminista ha producido investigaciones serias y de alto impacto, como la que reveló la historia de abusos de Harvey Weinstein, exproductor de cine en Estados Unidos, y coberturas que propiciaron avances en políticas públicas, como el derecho al aborto en Argentina y los derechos menstruales en México.
“Los resultados están ahí. Se puede hacer buen periodismo o mal periodismo, independientemente de que tenga la etiqueta de feminismo o de perspectiva de género. Creo que es un sesgo que surge por un lado por los prejuicios de que el feminismo provoca en sí mismo, pero también porque muchas veces, o al menos en nuestra experiencia en el medio, muchos temas se detonan a raíz de una experiencia personal. Hay algo que yo identifico porque lo atravesé, porque lo viví, o porque me enteré y a partir de esa experiencia personal inicia el proceso de investigación. Pero aún así siguen conviviendo con toda esta parte de la ética periodística”, comentó Higareda.
Michelle Nogales dijo que en realidad hay transparencia y honestidad en los medios de comunicación que se autodenominan feministas ante su audiencia.
“Le estás diciendo a tu audiencia, tu comunidad, a quien te lea, quien te escucha, a quien te mira: ‘mira, te estamos contando todo desde esta perspectiva, con este enfoque’. Hay medios que se escudan tras esta objetividad, que en realidad no existe, pero que sabemos que responden a ciertos intereses políticos o económicos. Es un secreto a voces, todos en nuestras ciudades, en nuestros países, sabemos a quién responde que medio, pero ellos nunca lo dicen de manera frontal. En cambio, el periodismo feminista sí lo hace, y esto también le da mucha más seguridad a quien nos lee para saber desde donde les estamos compartiendo la información”, explicó Nogales.
Nogales señaló que el feminismo es un “paraguas epistemológico”, una forma de ver el mundo, de relacionarse y de ser. Por eso también hay profesionales de otros campos que se autodenominan feministas, como abogadas y médicas, puso como ejemplo, y aplican esta visión del mundo en el ejercicio de su trabajo.
“El momento en el que se diferencia, digamos, el activismo del periodismo, sería creo desde la parte de las prácticas y las herramientas, el cómo ejecutamos lo que ejecutamos. Cada área tiene sus herramientas, cada una tiene su forma de ejercer en esa área y sucede lo mismo en el periodismo, más allá de los formatos, que pueden ser reportajes o crónicas audiovisual. El periodismo en sí tiene metodologías, sus propias herramientas, sus propios códigos éticos también para proceder. Y los activismos tienen sus propias formas, y de muchas formas ambos se complementan y se alimentan”, dijo ella.
Solis comentó sobre la práctica de Malvestida de compartir carteles para que las personas que siguen el medio de noticias los descarguen y los lleven a las manifestaciones del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En respuesta, Higareda señaló que los medios de noticias feministas “rompieron con muchas formas y estructuras tradicionales de cómo los medios se comunicaban con las audiencias”.
“Hemos entendido que más allá de ser sólo un canal de información, somos una comunidad que nos estamos cuestionando cosas, que nos estamos informando, que estamos entendiendo qué pasa con el mundo en el que vivimos. Y eso significa que también a veces toca salir a las calles y que hay que dar herramientas para que la gente pueda luchar. Y todo eso responde a nuestra línea editorial”, dijo Higareda.
Así como los movimientos feministas están siempre cuestionándose y evolucionando, también es necesario actuar así desde el periodismo para llegar a públicos más diversos, señaló Nogales.
“Algo que probablemente también tengamos que asumir desde los periodismos feministas es que muchas veces es muy cómodo quedarnos en hablarle solo a las mujeres o solo a otras activistas feministas”, dijo Nogales, añadiendo que en Muy Waso tanto ella como el resto del equipo intentan cambiar esto.
“¿Cómo hacemos para salir de este nicho o de este lugar cómodo en el que ya conocemos el lenguaje, ya sabemos los temas, ya sabemos las formas de hablar? (...) Nosotras desde Muy Waso estamos cuestionando esto y tratando de transformar: ¿cómo llegamos a señoras que tal vez son cristianas, son religiosas, son mujeres trabajadoras, pero que no se autodenominan feministas y en sus luchas diarias hacen muchísimo por las mujeres, hacen muchísimo desde lo que entendemos como feminismos? Entonces, ¿cómo rompemos estas lógicas, estos lenguajes, estas narrativas que están preestablecidas desde los activismos para llegar no solo a mujeres, no solo a mujeres activistas, no solo a diversidades, sino también a la gente más popular, a otras compañeras en otros espacios?”, cuestionó Nogales.
Este constante autoindagación es también una lección que se desprende del periodismo feminista, dijo Tiburcio Loayza.
“Es un camino en el cual tienes que tener bastante apertura para reaprender, desaprender y cuestionarte todo el tiempo (...). El periodismo feminista me ha ayudado a hacer consciente que no es ningún pecado, por decirlo así, si no sé algo a plenitud, que en una entrevista o entrevistando a alguien, yo puedo aprender también mucho de esa persona, lo que me va a ayudar a ver incluso las cosas de muchas más distintas maneras”, afirmó Loayza.
También destacó la diferencia que ve entre el tradicional apego periodístico a la exclusividad de la información, la primicia, y la naturaleza colaborativa del periodismo feminista.
“El periodismo tradicional es muy encerrado, muy protagonista, ‘yo tengo la noticia, y la quiero solo para mi medio’. Y el periodismo feminista dice ‘okay, tenemos esto. ¿Cómo hacemos para que realmente llegue a más personas?’. De repente esto pasa aquí en mi país y pasa también en otro país; de repente hacemos una colaboración, salimos al mismo tiempo, ampliamos la investigación, y sale algo mucho más potente. Y eso implica relacionarte y compartir esa noticia con otras colegas, dejar de lado ese egoísmo que suele tener el periodismo tradicional. Es un camino muy bonito”, dijo ella.
La reunión en línea en la que se debatieron mitos sobre el periodismo feminista fue el segundo webinario de la nueva serie organizada por la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano, con el apoyo del Centro Knight para el Periodismo en las Américas. El primero, “Historias con orgullo LGBTQ+”, tuvo lugar el 20 de junio.
La tercera sesión de la serie tendrá lugar el martes 4 de julio, a las 6 p.m. (CST), con el panel “Cómo cubrir las violencias de género desde el periodismo”. La sesión será moderada por la periodista y abogada Pilar Cuartas, y contará con la participación de Leila Mesyngier, coordinadora editorial de Amphibia Magazine, y la periodista y escritora mexicana Lydiette Carrión. La inscripción puede hacerse en este enlace.
El cuarto y último webinar de esta serie será el 11 de julio, a las 6 p.m. (CST), con la sesión “Desinformación, audiencias y discursos peligrosos en temas de diversidad”, moderada por la periodista Mariana Alvarado. En esta sesión participarán Daniela Mendoza, directora de Verificado MX, y María Teresa Juárez, codirectora de la red Periodistas de a Pie. Haz clic aquí para registrarte.
Esta es la segunda serie de seminarios web organizados por la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano. La primera tuvo lugar entre enero y marzo de este año y contó con la participación de más de 1.000 periodistas de 16 países. En esta primera serie se abordaron temas como los mitos sobre la diversidad, la migración, la perspectiva de género y la inclusión de personas LGBTQ+ en las salas de redacción. Los videos de esta primera serie están disponibles aquí.
Quienes asistan a las cuatro sesiones de esta segunda serie de webinars podrán obtener un certificado de participación de la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano.
La Red inició sus actividades a finales de 2022 con el apoyo del Centro Knight para el Periodismo en las Américas y Google News Initiative. Además de los webinars anteriores, la red ha capacitado a varios medios de comunicación de la región en temas de diversidad y ha organizado dos conferencias internacionales sobre el tema.