La noticia se convirtió en tendencia inmediata en las redes sociales de Colombia: la revista Cambio volvería a ser parte del ecosistema mediático del país, ya no como un impreso, sino como un medio digital.
La expectativa tenía sentido. Cambio fue por años uno de los medios más importante del país, en algún momento fue propiedad del nobel de literatura Gabriel García Márquez y había sido fundada por uno de los padres del periodismo investigativo de Colombia, Daniel Samper Pizano.
En 2011 fue cerrada de manera abrupta en medio de un escándalo que involucró una investigación periodística sobre entrega de subsidios agrícolas a grandes empresarios que habría molestado al gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
Su cierre generó un debate sobre la libertad de prensa en Colombia y el grado de influencia de los poderes en decisiones editoriales de los medios. Así que su regreso, especialmente en medio de lo que parecer ser un hueco informativo dejado por el cambio de dueños de la revista Semana – el medio líder y crítico por naturaleza – era toda una novedad.
“Se genera expectativa básicamente porque Colombia siempre ha tenido al menos un medio significativo de referencia que sea un poco crítico. Y en este momento lo que tenemos son medios muy gobiernistas, como RCN Radio, Televisión o como Semana; medios muy como alejados pero ‘Duquistas’ o gobiernistas como El Tiempo o Caracol Radio; algunos críticos como El Espectador, pero no suficiente, entonces se celebra que llegue un nuevo medio”, dijo Ómar Rincón, analista y crítico de medios colombiano, a LatAm Journalism Review (LJR). “Es una celebración de optimismo, y más porque siempre ha existido un medio crítico que era Semana, en sus buenos tiempos, y que ahora se volvió Duquista - Uribista, entonces creo que surge como una luz de oportunidad”.
Precisamente el hecho de que la revista Semana haya quedado como la única de su tipo en el país es para María Paula Martínez; analista y crítica de medios, y profesora universitaria; lo que le da más importancia al resurgimiento de Cambio.
“Para un panorama mediático tan escaso como el colombiano es muy importante que surjan nuevas iniciativas que acaben con esos monopolios tan excluyentes”, dijo a LJR Martínez, quien además es una de las directoras de Presunto Podcast – dedicado al análisis del quehacer periodístico en el país. “Cambio se plantea como una nueva alternativa de análisis político semanal que llega en un momento muy importante: justo para el periodo electoral legislativo y presidencial”.
Otro de los aspectos que genera expectativa según Rincón tiene que ver con que el presidente de Cambio (el publisher) es Daniel Coronell, “que es el periodista más crítico de Colombia. El periodista que ha denunciado las peores barbaries del Uribismo y de Duque, pues genera una perspectiva que es bastante interesante”, aseguró Rincón.
Coronell sí es tal vez el periodista más reconocido del país. Hasta hace unos pocos meses fue el presidente de Noticias Univisión, fundó y dirigió diferentes medios en Colombia y en 2020 fue señalado como el columnista más leído del país, además de haber recibido diferentes premios y reconocimientos. Justamente tras su también polémico despido de Semana fundó junto con otro columnista que salió de Semana, Daniel Samper Ospina, y con el periodista de investigación Daniel Samper Pizano, el portal Los Danieles. El espacio para diferentes columnistas “sin techo” se ha convertido en uno bastante popular en el país.
Hace un poco más de año cuando los ahora dueños de Cambio – quienes compraron los derechos para usar este nombre – le contaron sobre el proyecto y la intención de revivir la revista, Coronell vio que era importante ofrecer un nuevo medio a la audiencia colombiana.
“Desde hace un tiempo se viene sintiendo, a mi manera de ver, un vacío en lo que tiene que ver con investigación, análisis y opinión. No quiere decir que otros medios no lo estén haciendo, lo están. Hay esfuerzos muy destacados y muy destacables en ese sentido, pero no hay uno que los agrupe y que lo haga de manera consistente. Entonces pensamos que ahí existe una posibilidad periodística cierta y que podemos ponernos a trabajar en eso”, le dijo Coronell a LJR.
El periodista también destaca del momento actual todas las posibilidades que ofrece la tecnología.
“Es un reto grande poner todas estas herramientas nuevas al servicio de un propósito informativo, de análisis y de opinión que está un poco, digamos, huérfano en Colombia”, aseguró Coronell.
Y es por eso que su equipo, que todavía se mantiene en secreto, estará conformado por “destacados veteranos del oficio con jóvenes recién egresados”. Para Coronell su experiencia más reciente en Univisión le permitió ver las bondades de unir estos dos mundos.
“Estamos viviendo un momento muy especial para los medios en donde muchos veteranos tienen primero cierta dosis de desprecio y mucho de miedo frente a lo que hace el mundo digital. Tienden a trivializar y a pensar ‘¿por qué si yo escribí artículos de fondo, ahora tengo que ponerme a hacer Instagram para contar mi historia?’. Y por otro lado, hay toda una generación joven que tiende a pensar que el mundo se inventó la semana pasada, que esto no era posible antes de que uno lo pudiera contar por Twitch o por TikTok. Y resulta que los dos tienen un papel fundamental. Y aprender los unos de los otros y lograr una combinación de esas visiones es lo que nos puede ayudar a sacar al periodismo adelante”, dijo Coronell. “Yo creo que la capacidad de investigación y la fuerza narrativa de periodistas veteranos está totalmente vigente. Pero hay que adaptarse. Nosotros no podemos quedarnos en el confort de que triunfamos en el pasado”.
Medios y el poder económico en Colombia
El anuncio de la llegada de Cambio también dio lugar a una discusión sobre los medios, propietarios y libertad de prensa. Para Martínez, por ejemplo, la llegada de Cambio es relevante debido a la “crisis de legitimidad que sufren varios medios tradicionales”.
Rincón por su parte considera que uno de los problemas de Colombia es la concentración mediática.
“Colombia sale mal clasificado en los índices de libertad de expresión por muchas cosas: violencia, autocensura, perseguimiento judicial, acoso gubernamental y policial. Pero una de las cosas que marca a Colombia como peor escenario es la concentración mediática. O sea hay muy pocos medios y muy pocas posibilidades informativas”, aseguró Rincón. “La llegada de Cambio en ese sentido es saludable. Todo medio que llegue a reforzar el ecosistema mediático es buenísimo porque alguna mirada distinta tendrá y podrá ayudar a tener otro tipo de perspectivas para poderlo habitar”.
Los medios en Colombia, según Rincón, se han casado con los diferentes poderes: económico, político e incluso aristocrático de la sociedad. “Su único lugar de funcionamiento son los escándalos políticos. Están lejanos de las agendas ciudadanas”, dijo.
Una situación de la que también son conscientes los propietarios de Cambio, según dijo Federico Gómez Lara a LJR, quien será el director editorial de Cambio e hijo de una de las dueñas, Patricia Lara. Para Gómez la gran expectativa que ha generado la llegada de Cambio tiene que ver precisamente con la posibilidad de ser una opción diferente.
“En Colombia, caímos en esa espiral, que no es que sea única de nosotros, pero a nosotros sí nos pegó de una manera muy particular y es que los grandes ricos se quedaron como los dueños de la información”, dijo Gómez. “En otros lugares del mundo eso pasa, pero están tan concentrados en su negocios, en llegar a Marte, en llegar a la Luna y demás, que el tema de los medios lo dejan un poco de lado. Aquí tenemos a unos banqueros haciendo las veces de directores de medios y eso se ha vuelto muy grave, porque lo que la gente ve en los medios son los intereses de los grandes capitales tanto políticos como económicos. Entonces eso ha tenido unos efectos, para la estabilidad democrática en el país, muy grave”.
Martínez también destaca el impacto que están teniendo los propietarios de medios en Colombia en la visión de país y mundo que están presentando, así como la influencia que están teniendo a través de estos.
“Lo que ha pasado con Semana ha demostrado una vez más que la propiedad de los medios sí influye en las agendas editoriales. Es ingenuo pensar que grupos económicos fuertes y poderosos compran un medio por rentabilidad si no hay tal: el negocio de medios, de mal en peor, la publicidad cayendo, los suscriptores también”, aseguró Martínez. “Lo hacen porque una tribuna para impactar el debate público sí tiene alto valor”.
Ante la pregunta de cómo garantizar justamente esa independencia con los socios capitalistas de Cambio, Gómez asegura que la sola presencia de Coronell es una gran garantía.
“Porque Daniel es un hombre que ya en varias ocasiones ha demostrado que su ética periodística está por encima de las condiciones de jerarquía de espacio y tiempo de cualquier jefe. Eso él ya lo ha probado ya en el terreno varias veces y yo creo que eso es una gran garantía”, señaló recordando las causas del despido de Coronell de Semana.
Agregó que también se debe a que quienes han invertido en Cambio no son banqueros sino que “lograron acumular un capital” y que ahora invierten en este medio, pero que, según Gómez, siempre han estado preocupados por los temas nacionales. De hecho, Patricia Lara ya había sido propietaria de Cambio cuando era una revista impresa.
Los otros dos dueños de la nueva Cambio son Gabriel Silva, un destacado empresario del país que fue Ministro de Defensa y embajador de Colombia en Washington D.C., y Maurice Armitage quien también es empresario y fue alcalde de la ciudad de Cali.
Gómez dijo que desde las primeras reuniones el tema de la separación periodística y empresarial se ha dejado claro.
“Claro, lo hemos hablado desde el primer día, pero lo tenemos que hablar todos los días porque es una línea roja que tiende a olvidarse y que de vez en cuando hay que cometer la antipatía de recordarlo, obviamente con toda la cortesía. Pero eso es parte de las obligaciones del sostenimiento ético de un proyecto periodístico hoy por hoy”, agregó por su parte Coronell.
“Porque los medios en el mundo, como un todo, están sufriendo grandes desafíos sobre sus modelos financieros y de negocios. La subsistencia de los medios no se ve fácil. Y en esa medida han surgido muchas almas caritativas que están dispuestas a ayudarnos”, continuó Coronell. “Pero esa ayuda no puede ser a costa de la información de la gente, porque como lo como tuve oportunidad de decirlo en la penúltima columna que escribí para Semana y que digamos causó mi despido: los señores accionistas son dueños del bonito edificio, de los equipos, de las maravillosas instalaciones que tienen, pero no de la información. La información es un bien público y está hecha para que le sirva a la gente, para tomar decisiones mejores, no para que sirva para reforzar los intereses políticos y económicos de un accionista”.
Una visión en la que coincide Rincón. Para él la única manera de que los medios vuelvan a ganar la confianza de la audiencia es tan sencillo como “hacer periodismo”. Esto requiere, según dijo, dejar de ser gobiernistas, mejorar su manera de narrar y contar las historias, pero sobre todo, cambiar las agendas mediáticas por unas que realmente le interesen al ciudadano.
“En Colombia acaba de pasar un estallido social y ahí se manifestó que el medio ambiente, la educación pública, la salud pública, los feminismos, las diversidades sexuales, las culturas ancestrales son temas que mueven la sociedad y que esos temas pueden servir para hablar de la política, de la economía, de la justicia y de todo. Que son una nueva agenda política y periodística que hay que tratar. Y creo que en el caso colombiano los medios piensan que son temas de un día”, dijo Rincón.
La revista Cambio estará al aire el enero de 2022, pero desde ya sus directivos han sentido el peso de su llegada y de llevar el nombre.
“Ahora tenemos la gran responsabilidad de cumplir con esa expectativa. Porque el surgimiento de Cambio se da en un contexto casi irrepetible y donde confluye una cantidad de cosas, una de ellas siendo, como la ha denominado Daniel [Coronell], una bancarrota ética en los medios grandes”, dijo Gómez. “Yo creo que a los magnates se les fue la mano y creo que la gente ya se dio cuenta y está cansada y ve en nosotros una esperanza de retomar esa vida de un periodismo sin agenda, un periodismo bien hecho. Creo que hoy nosotros tenemos sobre los hombros una enorme responsabilidad de estar a la altura”.
Para Coronell la respuesta que espera de la audiencia una vez esté al aire es sencilla: “Esto sí es Cambio”.