Pandilleros “maras” y bandas criminales ejercieron la mayor censura para la prensa guatemalteca entre julio y septiembre de 2012, de acuerdo con el reporte trimestral del Observatorio de los Periodistas del Centro de Reportes Informativos de Guatemala (Cerigua).
En julio, pandilleros de Chimaltenango intimidaron a la prensa para evitar que se difundieran que los vendedores del mercado municipal protestaban contra las extorsiones que realizan las bandas criminales, según informó Cerigua. Ese mismo mes, los familiares de un presunto líder de violadores arrojaron piedras y agua contra los reporteros para evitar la cobertura del arresto de Josué Domingo Culajay mientras que los elementos de la Policía Nacional Civil no intervinieron para detener las agresiones contra los reporteros.
Recientemente, dos columnistas del diario guatemalteco Prensa Libre recibieron amenazas anónimas por publicar temas delicados como el abuso sexual de niñas en una finca y la posible venta de una embotelladora de bebidas carbonatadas, según denunció la organización Reporteros Sin Fronteras. Entre los ataques más graves pobladores privaron de la libertad a una reportera y su equipo durante varias horas.
El reporte de Cerigua asegura que han disminuido las violaciones a la libertad de expresión en Guatemala, pero entre julio y septiembre se registraron también cuatro agresiones físicas contra la prensa que cubría protestas sociales, un intento de soborno y una detención arbitraria.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
