Algunos medios alternativos en Internet iniciaron una campaña de defensa del periodista sueco de origen colombiano Joaquín Pérez Becerra, quien fue deportado desde Venezuela a Bogotá el 25 de abril acusado de tener vínculos con el grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Mientras Pérez era trasladado a una cárcel en la capital colombiana, sitios web como Kaosenlared y Aporrea denunciaban irregularidades en su detención, que consideraron como un ataque a los medios alternativos.
Pérez es director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), cuya página web fue “suspendida”.
“Lo que se pretende es juzgar a ANNCOL y a la prensa alternativa”, escribió Kaosenlared. “Los regímenes dictatoriales necesitan que la prensa y los medios de masas a su servicio no publiquen noticias de la lucha popular”.
Aporrea, en tanto, dijo que las autoridades venezolanas no permitieron al cónsul sueco entrevistarse con el periodista antes de que fuera deportado a Colombia. Además, dijo que la mayoría de las pruebas en su contra se basan en informaciones de la computadora del comandante guerrillero Raúl Reyes --quien murió hace tres años durante un bombardeo del Ejército colombiano en la zona fronteriza con Ecuador-- en la que supuestamente se menciona su nombre.
En entrevista con Telesur, el abogado de Pérez, Ramiro Orjuela, dijo que su defendido se siente como un “perseguido político” porque ''ha disentido en sus apuntes periodísticos, pero nunca ha participado'' en alguna actividad terrorista.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.