En Bolivia, varios medios de comunicación y periodistas se han visto en la necesidad de suspender sus labores ante el ambiente de inseguridad que reina en el país tras tres semanas de manifestaciones sociales.
Los saqueos e incendios a instalaciones y antenas de medios de comunicación se acentuaron luego de la renuncia de Evo Morales a la presidencia, el 10 de noviembre, según varios medios nacionales e internacionales.
La Defensoría del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia informó en su portal que las protestas sociales han dejado hasta el momento tres muertos y más de 430 heridos, entre ellos 8 periodistas. La mayoría de las agresiones fueron cometidas por agentes civiles, de acuerdo con la institución.
Los medios que no están funcionando con normalidad o que están fuera del aire y de línea son Unitel, canal de TV que sufrió el incendio de sus instalaciones; Red Uno de TV está transmitiendo desde Santa Cruz tras cerrar temporalmente sus oficinas en La Paz; Radio Éxito, tiene la antena afectada tras ataques; y el diario Página Siete, reportó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Los medios estatales Bolivia TV y Radio Patria Nueva, de La Paz, suspendieron sus transmisiones y evacuaron a sus empleados por medidas de seguridad, informó.
La ola masiva de protestas sociales en todo el país empezó entre acusaciones de fraude electoral tras conocerse los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de octubre en que salió electo Morales, luego de 14 años en el poder. Tras renunciar a su actual mandato constitucional que finalizaría el 22 de enero de 2020, Morales viajó a México con asilo político el 11 de noviembre.
Raúl Peñaranda, periodista boliviano director de Brújula Digital, dijo al Centro Knight que hay varios medios “que se han sido obligados a cerrar, también han quemado las antenas de transmisión de canales que están en El Alto, en La Paz, y han presionado para que las redacciones de dos canales, y al menos una radio y un periódico no trabajen, porque temían ellos ser asaltados por esta turba”.
Página Siete evacuó a su personal el 10 de noviembre por temor a una invasión y suspendió temporalmente la circulación de su periódico, contó Peñaranda. “Entre los manifestantes hay grupos que antes simpatizaban o que son adherentes de Morales, entonces, su protesta de la renuncia es causar saqueos, vandalismos, y ha sido fuerte. (…) Los periodistas son un ‘target’”, añadió.
La situación de Bolivia, de acuerdo con el comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se ha visto agravada por “actos de violencia partidaria” que habrían causado saqueos, hostigamiento, incendios de buses, edificios municipales y ataques a casas de personas privadas y autoridades, como la del ahora expresidente Morales.
La casa de la periodista Casimira Lema, del canal universitario crítico con el gobierno TVU, fue incendiada y saqueada, informó Infobae.
La Defensoría exigió al Ministerio Público y a la Policía investigar la quema de domicilios contra periodistas, exautoridades, líderes de movilizaciones sociales y cívicas e hizo un llamado al cese inmediato de acciones de persecución y hostigamiento.
Además de Página Siete, los diarios de Cochabamba Los Tiempos y Opinión decidieron no publicar sus ediciones el martes 11 de noviembre debido a amenazas de saqueo y para salvaguardar la seguridad de sus periodistas, informó vía Twitter la Agencia de Noticias Fides (ANF) de Bolivia.
Días atrás, la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP-Diarios) condenó las agresiones físicas de seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS), de Morales, contra ocho periodistas de los diarios El Deber, Página Siete, La Patria, Urgentebo y los canales privados Unitel, ATB y la radio Líder 97. Estos medios cubrieron el 5 de noviembre la toma del aeropuerto internacional de El Alto que había sido tomado por militantes del partido del expresidente.
“Los ataques vulneran la libre expresión, la libertad de prensa, el derecho a la circulación y la Ley contra la discriminación”, señaló la ANP.
La coordinadora del programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ, Natalie Southwick, dijo en el portal de la organización que es “absolutamente vital que la sociedad boliviana tenga acceso a una amplia variedad de información”, en este contexto de conmoción política.
El Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza, dijo en Twitter que cuando los diarios no circulan en un país, la situación “es grave”. “En Bolivia se debilitó la vigencia del Estado de Derecho y se encuentra afectada la libertad de prensa. Es imperioso que se garantice el trabajo periodístico para el retorno a la institucionalidad democrática”, señaló.