En 2015, México vivió un ataque contra periodistas cada 22 horas, haciendo de ese año el más violento para la prensa mexicana desde 2009, según el reporte anual sobre libertad de expresión realizado por la organización Artículo 19 México. Este nivel de violencia, junto con la impunidad generalizada que reina en el país, con un Estado indiferente, con una democracia débil, e inaccesibles instituciones de protección han creado una cultura de miedo entre los periodistas mexicanos, dice el reporte.
Artículo 19 México utilizó videos, infografías, estadísticas y casos extensamente documentados para describir esta situación de miedo entre periodistas censurados, amenazados, atacados y asesinados cada vez con mayor frecuencia.
"Hoy en México el miedo está instalado, en mayor o menor medida, en todas las redacciones de prensa. Y es imposible hacer periodismo responsable, diligente y de interés público con miedo", declaró en el mencionado reporte Darío Ramírez, director de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica,
La organización dio a conocer el reporte en una conferencia de prensa en la Ciudad de México el 17 de marzo. Rosental Alves, fundador y director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, habló en el evento sobre la necesidad de luchar contra la impunidad.
En 2015, la organización documentó 397 agresiones, incluyendo siete asesinatos de periodistas, de acuerdo con el reporte. Esto representa un crecimiento de 21,8 por ciento respecto a 2014.
Durante los primeros tres años del gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, de diciembre de 2012 a diciembre de 2015, la organización registró 1.073 ataques.
De acuerdo con la organización, el 46,9 por ciento de ataques a periodistas en los últimos siete años han provenido de un servidor público. Este hecho, según el documento, contradice lo que el Estado suele identificar como la gran amenaza en estos casos: el crimen organizado.
Y en México, la impunidad reina en los casos de violencia contra periodistas.
"Es de todos conocido que la agresión contra algún periodista o medio de comunicación jamás será castigada. Nos hemos acostumbrado a eso. Esa falta de castigo es la que inevitablemente promueve el miedo que recorre las venas de todos los periodistas en México", escribió Ramírez.
La violencia contra los periodistas se concentra en el sur del país. La mayoría de los ataques han ocurrido en Ciudad de México y el estado de Veracruz, seguidos por los estados de Guerrero y Puebla. El reporte enfatizó que el alto índice de violencia atribuido a Ciudad de México se debe al abuso policial que ocurre durante las protestas sociales.
En Veracruz, considerado por Ramírez como el espacio geográfico más peligroso del continente para el ejercicio del periodismo, 15 periodistas han sido asesinados durante la administración del Gobernador Javier Duarte (desde 2010 hasta el presente). La organización dijo que eso la convierte en "la entidad más letal para la prensa mexicana".
El reporte también analizó los estados más afectados por la violencia o amenazas contra trabajadores de medios, como Tamaulipas, Veracruz y Oaxaca. Examinó además la violencia contra mujeres periodistas en redes sociales y censura digital en Puebla. El análisis de estos casos se complementa con videos de testimonios de editores y periodistas de estos estados.
Aunque la organización apuntó que los periodistas enfrentan mayores riesgos en 2016 que en años anteriores, también reconoció la labor de las redes de solidaridad que luchan contra la censura y la intimidación. Ejemplos de ello son el Colectivo Voz Alterna en Veracruz y Red Puebla, en Puebla.
Finalmente, el reporte revisó la efectividad de las entidades estatales en cuanto a protección a periodistas, al investigar y sancionar los ataques. En particular, el documento analiza el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el cual ha sido en repetidas veces criticado por organizaciones nacionales e internacionales.
"Si bien el Mecanismo se encuentra en un proceso de búsqueda de fortalecimiento institucional, la actual situación de violencia contra la prensa amerita muestras claras de voluntad política que debe verse reflejada en la dotación de recursos suficientes (humanos, técnicos, materiales, financieros, políticos) para hacer su trabajo", advirtió el reporte.
El documento concluyó con una serie de recomendaciones, la mayoría dirigidas al Estado. En términos generales, la organización pide al Estado que empiece a "asumir el costo de esta desconfianza e inicie acciones, dentro de sus capacidades, facultades y marco normativo, a fin de proteger y garantizar justicia, verdad y reparación a las personas que ejercen la libertad de expresión".
Artículo 19 México no es el único en este recurrente llamado de atención a la situación de periodistas en el país, demandando acción por parte de las autoridades.
En un reporte reciente sobre la situación de los derechos humanos en México, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que los periodistas son uno de los "grupos especialmente afectados" por los altos índices de violencia en el país. El organismo agregó que México es uno de los países más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo.
Siete periodistas fueron asesinados en México en 2015.
José Moisés Sánchez Cerezo, editor de un diario, fue el primer periodista asesinado ese año; su cuerpo fue hallado a un lado de una carretera en Veracruz, en enero.
En junio, el cuerpo del editor periodístico Gerardo Nieto Álvarez fue encontrado en Guanajuato. El cuerpo de Armando Saldaña Morales, un periodista radial de Veracruz, fue hallado en Oaxaca en mayo. Y el director de una radio comunitaria, Abel Martínez Raymundo, fue asesinado en abril, también en Oaxaca.
El mes de julio de 2015 fue particularmente mortal para los periodistas mexicanos. El fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril fue asesinado en Ciudad de México; al periodista radial Filadelfo Sánchez Sarmiento lo mataron en el estado de Oaxaca, y Juan Mendoza Delgado, director del portal noticioso Escribiendo la Verdad, fue encontrado muerto en Veracruz.
Al menos cuatro periodistas han sido asesinados en México en este año.
Moisés Dagdug Lutzow, director y propietario del conglomerado mediático Grupo VX, fue asesinado en Tabasco el 20 de febrero. La periodista Anabel Flores Salazar fue secuestrada de su casa en Veracruz el 8 de febrero, y encontrada muerta un día después en el estado vecino de Puebla. Además, en enero, dos periodistas fueron muertos en Oaxaca en el lapso de un fin de semana. Marcos Hernández Bautista, un corresponsal de Noticias Voz e Imagen de Oaxaca, fue acribillado el 21 de enero; así como el presentador de radio comunitaria Reynel Martínez Cerqueda, a quien mataron el 22 de enero.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.