texas-moody

Nueva generación de periodistas de datos aprende a sortear los retos del acceso a la información en México

Dalila Rodríguez siente miedo cada vez que sale tarde de su universidad, ubicada en el Estado de México, y emprende el camino de regreso a casa, en Ciudad de México. Cuando recién llegó de su natal Saltillo, al norte del país, un profesor le advirtió que tuviera cuidado: la zona donde se encuentra la universidad era especialmente insegura para las mujeres.

En 2015, el Estado de México se convirtió en la primera entidad del país en activar la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), un mecanismo de emergencia que el gobierno mexicano decreta en regiones con altos índices de delitos graves contra mujeres y donde las autoridades locales no pueden garantizar la protección adecuada. La alerta exige la puesta en marcha de medidas urgentes, como operativos policiales especiales, vigilancia en espacios públicos y la instalación de unidades de atención a víctimas, entre otras.

Sin embargo, Rodríguez dice nunca haber visto en su camino a la estación del Metro las patrullas violetas de la unidad policial especial creada tras la AVGM. Su miedo la llevó a investigar cómo el Estado de México estaba utilizando el presupuesto destinado a la protección de mujeres. Descubrió un patrón de opacidad que impide saber con claridad dónde termina el dinero y dificulta comprobar los resultados reales de la alerta.

Journalists Dalila Rodríguez (L) and Kineret Rivera (R) speak during a panel at the Festival LATAM in Mexico City, in 2025.

Dalila Rodríguez y Kineret Rivera participaron en Data Talents con un reportaje sobre los fondos para la protección de mujeres en el Estado de México. (Foto: Cortesía Factual/Distintas Latitudes)

Rodríguez y su colega Kineret Rivera publicaron el reportaje “A diez años de la AVGM en Edomex, la violencia se dispara, la transparencia se esfuma y el presupuesto se hunde en la opacidad”. Lo hicieron como parte de su participación en Data Talents, un laboratorio de periodismo basado en datos para jóvenes celebrado este año bajo el auspicio de las organizaciones Factual-Distintas Latitudes, SocialTIC y Escuela de Datos.

Como parte de esta iniciativa, un grupo de periodistas de menos de 25 años aprendió a investigar y contar historias basadas en datos incluso cuando la información pública es incompleta o inaccesible, y a equilibrar esos vacíos con información cualitativa de forma que permita explorar fenómenos invisibilizados. Todo esto, en un país en el que este año fue desmantelado el sistema del gobierno federal que garantizaba la transparencia.

Data Talents convocó en marzo a 99 jóvenes para recibir formación básica sobre periodismo de datos, visualización y seguridad digital. Los participantes propusieron 27 proyectos de reportajes basados en datos sobre cambio climático, migración y género. De ellos fueron seleccionados tres para recibir apoyo financiero y mentorías en realización editorial y manejo de datos.

“Si bien el tema de periodismo de datos se ha posicionado entre los periodistas latinoamericanos, seguía siendo una necesidad el formar periodistas jóvenes en manejo de datos y en justamente una visión de cómo los datos pueden servir al periodismo”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Juan Manuel Casanueva, director de SocialTIC. “Sabemos que los programas de comunicación y periodismo no tienen el componente de datos, o si acaso es un taller o algún profesor lo aborda”.

Agregó que ese elemento formativo en las universidades mexicanas sigue faltando pese a que el periodismo de datos lleva por lo menos 10 ó 15 años en México.

Los tres equipos seleccionados desarrollaron a lo largo de cuatro meses sus respectivos reportajes, los cuales fueron publicados en septiembre en el sitio de Distintas Latitudes.

Datos para llenar vacíos de opacidad

Los participantes de Data Talents tuvieron que navegar dificultades para acceder a información pública sobre sus respectivas temáticas, ya sea por procesos engorrosos o por la inexistencia de los datos, dijo Casanueva.

Parte de las mentorías del programa se enfocaron en enseñarles cómo llenar esos vacíos en la información pública con datos de otras fuentes y cómo contar historias basadas justamente en la información que no existe o a la que no se puede acceder.

“Dar sentido a los pedazos de información pública oficial disponible es lo más complejo”, dijo Casanueva. “Cuando no hay [información pública], hay que generar las preguntas incómodas: ‘¿por qué no hay esa información cuando hay percepciones, cuando hay testimonios, cuando hay exigencias sobre tal o cual problemática?’”.

Las autoras del reportaje sobre violencia de género hicieron múltiples solicitudes de acceso a información pública justo en la época en la que el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), el organismo autónomo encargado de garantizar y proteger el derecho de acceso a la información pública en México, fue desaparecido tras una polémica reforma constitucional.

Sus funciones, entre ellas la administración de la Plataforma Nacional de Transparencia, el sistema digital que permitía acceder de forma relativamente fácil a información pública, fueron asumidas por una instancia del Poder Ejecutivo. Este cambio ha derivado en complicaciones para periodistas y ciudadanos que desean acceder a datos del gobierno.

“La primera dificultad que tuvimos fue todo este desastre de [la reforma a] la Ley de Transparencia, y ya no teníamos nuestra fuente principal [de datos públicos]”, dijo Rodríguez a LJR. “Yo me metí a buscar a la Plataforma Nacional de Transparencia, y ya con la nueva gestión desaparecieron muchísimos datos”.

Los participantes de Data Talents aprendieron que identificar fuentes en instituciones públicas, especialistas en los temas de sus historias y víctimas o protagonistas de la historia, y reportear directamente con estos son formas de darle la vuelta a la falta de datos públicos, dijo Casanueva. Aunque los datos provenientes de estas fuentes pudieran no ser estructurados, también pueden ayudar a llenar esos vacíos, agregó.

“Ese reto es parte del periodismo, se tienen que enfrentar a ello”, dijo Casanueva “[Los equipos] tuvieron que ir complementando lo cualitativo con lo cuantitativo y viceversa”.

Rodríguez dijo que, para complementar la información faltante, ella y su coautora recogieron datos de páginas web de instituciones como la Secretaría de las Mujeres y lograron entrevistar a la diputada que preside la Comisión de Declaratorias de Alerta de Violencia de Género en el Congreso del Estado de México.

También recurrieron a una plataforma digital desarrollada y gestionada por Rivera desde la pandemia, llamada Mapa Fuimos Todas, que recopila y mapea denuncias de acoso y hostigamiento a mujeres en espacios públicos en el país.

Screenshot of data-based report "Migrating also means leaving school," by Mexican journalists Diego Aguirre, Yoseline Delgadillo y Sara Ezzy.

Los autores del reportaje de Data Talents “Migrar también significa dejar la escuela” pidieron a niños migrantes que dibujaran cómo se sentían en la escuela en México. (Foto: Captura de pantalla del sitio de Distintas Latitudes)

Con eso, el equipo pudo informar que, pese a que recursos millonarios han sido destinados a mejorar la seguridad de las mujeres en el Estado de México desde 2015, el impacto ha sido mínimo: los feminicidios han aumentado y los fondos destinados a proteger a las mujeres se desvían a proyectos de bajo impacto o no se pueden rastrear.

“Al final el objetivo que uno quiere desde el inicio es adaptarse a lo que se encuentra y con base en eso, pensar en el producto”, dijo a LJR Javier Roque, editor de Distintas Latitudes, quien acompañó a los equipos en el proceso editorial. “Con esa información, se debe ser lo más conciso posible y ver qué se puede sacar en claro y qué no, y dejarlo muy bien dicho en la investigación”.

Los datos que se recaban de fuentes directas o testimonios también suelen no ser representativos estadísticamente o descriptivos del fenómeno que se investiga, dijo Casanueva. No obstante, sí aportan indicios que resultan ricos para la historia, agregó.

Otro de los reportajes publicados como parte de Data Talents fue “Una forma de decirle al mar”, de Bruno Cruz, el cual abordó el impacto del calentamiento global y las prácticas humanas sobre el Sistema Arrecifal Mesoamericano, que se extiende de Quintana Roo, en México, hasta Honduras.

Cruz complementó datos duros sobre el deterioro del arrecife con testimonios de pescadores que han visto por décadas cómo ese ecosistema marino se ha deteriorado y cómo esto ha impactado en sus vidas.

“El hecho que no haya datos oficiales sobre un fenómeno no quiere decir que no exista. Ahí es donde eso se contrasta yendo a hacer el reporteo con personas que viven justamente esa situación”, dijo Casanueva. “Los datos de pesca oficiales, nacionales, que se manejan a nivel de puertos y en volúmenes generales no te van a dar ese detalle que sí te pueden dar los testimonios de pescadores”.

Durante el curso de su carrera en Ciencias Ambientales, Cruz se especializó en el ecosistema marino de su natal Quintana Roo, lo que le hizo familiarizarse con fuentes confiables de datos sobre el tema. Durante su investigación para Data Talents, encontró que los datos de instituciones gubernamentales mexicanas sobre el arrecife son insuficientes.

Por suerte, mucha de la información que necesitaba la encontró en literatura académica y en bases de datos públicas de organizaciones internacionales como la NOAA Coral Reef Watch, de Estados Unidos, dijo.

“Hay algunos datos [públicos] pero los datos existentes realmente dejan bastante que desear”, dijo Cruz a LJR. “Hay instituciones gubernamentales y autónomas que hacen monitoreos de los arrecifes, pero son bastante limitados debido a la falta de recursos.

El tercer reportaje de Data Talents, “Migrar también significa dejar la escuela”, habla sobre el rezago educativo que enfrentan cientos de niños migrantes a causa de burocracia y vacíos legales en el estado de Jalisco. Este trabajo fue el que enfrentó mayores dificultades para encontrar datos públicos, dijo Casanueva.

La población migrante menor de edad en México está prácticamente invisibilizada en las estadísticas de los sistemas de migración y educativos del país, dijo Casanueva. Por tanto, los autores del reportaje, Yoseline Delgadillo, Sara Ezzy y Diego Aguirre, tuvieron que dar mayor peso a testimonios de los protagonistas y de especialistas, agregó.

El equipo recorrió instituciones educativas y refugios para conocer lo que ahí se vive e incluso pidieron a niños que expresaran a través de dibujos cómo se sentían en la escuela.

“No hay una encuesta de cómo viven las infancias migrantes la escuela en México, pero por lo menos sí se puede reportear y pedirles ‘dibújame cómo te sientes aquí”, dijo Casanueva.

La formación de Data Talents también incluyó un componente de visualización, en el que los participantes aprendieron a usar herramientas de creación de gráficas. También aprendieron cómo explicar mejor con gráficas y en qué partes del flujo narrativo de un reportaje deben colocarse, agregó Casanueva.

Un estímulo necesario

Llevar a cabo investigaciones periodísticas que combinen la dureza de los datos con la fuerza de voces y testimonios de personas afectadas es más necesario que nunca en México, hoy que no existe más un sistema de transparencia sólido, coincidieron los participantes de Data Talents.

Mexican environmentalist and journalist Bruno Cruz speaks during a panel at the Festival LATAM in Mexico City, in 2025.

Bruno Cruz, graduado en Ciencias Ambientales, escribió un reportaje basado en datos sobre el deterioro del arrecife de coral en su natal Cancún. (Foto: Cortesía Factual/Distintas Latitudes)

La iniciativa abre un espacio para que jóvenes periodistas que todavía no cuentan con espacios en medios formales se preparen en periodismo de datos y den a conocer sus historias, dijo Roque.

Los reportajes resultantes han dejado un buen sabor de boca a sus creadores. Las autoras de la historia sobre violencia de género, por ejemplo, dijeron que la diputada a la que entrevistaron les pidió compartir sus hallazgos para fortalecer una auditoría que se estaba llevando a cabo sobre el ejercicio de los recursos destinados a mejorar la seguridad de las mujeres en el Estado de México.

Casanueva dijo que las organizaciones involucradas tienen la intención de repetir Data Talents el próximo año, para lo cual esperan encontrar los recursos necesarios. También dijo que las tres investigaciones ganadoras siguieron metodologías que podrían aplicarse en otros estados de México, e incluso en otras regiones del continente.

“Los tres proyectos tienen el potencial de replicarse y seguirle rascando para entender mejor esos fenómenos”, dijo Casanueva. “En esos temas hay unas ausencias de información, tanto por disponibilidad como por falta de apertura, que generan más sospechas que que certezas”.

Republica esta historia en tu medio de forma gratuita, con crédito a LJR. Lee nuestros lineamientos