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Ola de renuncias de periodistas en Cuba producto del acoso de la Seguridad del Estado

En los últimos dos meses, al menos 12 periodistas cubanos han decidido dejar su trabajo o abandonar la profesión públicamente como consecuencia del acoso que han sufrido por parte de la Seguridad del Estado de ese país.

Hasta el momento, LatAm Journalism Review (LJR) ha conocido de las renuncias de Nelson Julio Álvarez Mairata, periodista independiente; Jancel Moreno, de la página Dame la Mano; Cynthia de la Cantera del medio digital Yucabyte; y de nueve periodistas del medio digital El Toque en los que se encuentra Jose Leandro Garbey, Meilin Puertos Borrero, Mauro Roberto Díaz, Aleiny Sánchez Martínez, Claudia Bravet Ramírez, Laura Seco Pacheco y Wimar Verdecia

“Decido renunciar al periodismo porque no estoy dispuesta a aceptar ninguna de las dos opciones: colaborar con la Seguridad del Estado o prepararme para un proceso penal. Fue una decisión que tuve que tomar en cuestión de pocos minutos y, reitero, bajo amenazas”, escribió Cynthia de la Cantera en su Facebook, el pasado 24 de julio. Esta red social ha sido el lugar donde los periodistas usualmente hacen pública su decisión. 

“Las personas que han anunciado el fin forzado de sus actividades informativas han sido víctimas de una persecución sostenida a través de años incluso, donde se les ha sometido a horas y horas de interrogatorios, arrestos domiciliarios, allanamientos de su domicilio o lugar de trabajo, detenciones arbitrarias, vulneración de sus cuentas de redes sociales y correo, chantajes con información íntima y constantes amenazas, todo a causa de su trabajo”, explica la organización Artículo 19 en un comunicado publicado el pasado 1 de septiembre. 

Según han expresado periodistas y medios cubanos, los agentes del Departamento de Seguridad del Estado exigen a los periodistas que renuncien públicamente bajo la amenaza de que, en el caso de no acceder a las exigencias, serán juzgados y enviados a prisión bajo los términos del nuevo Código Penal que entrará en vigor el próximo 1 de diciembre.

“Quien, por sí o en representación de organizaciones no gubernamentales, instituciones de carácter internacional, formas asociativas o de cualquier persona natural o jurídica del país o de un Estado extranjero, apoye, fomente, financie, provea, reciba o tenga en su poder fondos, recursos materiales o financieros, con el propósito de sufragar actividades contra el Estado cubano y su orden constitucional, incurre en sanción de privación de libertad de cuatro a diez años”, establece el nuevo Código Penal cubano. 

También se ha conocido que a los periodistas se les pide grabar un video donde se arrepientan de ejercer su profesión o firmen documentos donde se comprometen a no realizar prácticas “contrarrevolucionarias”.  El periodista Nelsón Álvarez explicó en su publicación de renuncia que “además de las amenazas con un procedimiento legal una vez aprobado el nuevo Código Penal y de insistir en que deje de trabajar para Cubanet, piden que haga un video hablando sobre mi vínculo con dicho periódico y sus financiamientos a lo cual me niego rotundamente”.

El peor país de América en relación a libertad de prensa 

La sociedad cubana ha sufrido una escalada de represión en los últimos meses. Solo en julio se registraron 140 hechos considerados violaciones de la libertad de prensa, la mayor cifra mensual en lo que va de 2022; según un comunicado del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (Iclep).

El 11 de julio de 2022 se cumplió un año de las mayores protestas antigubernamental en Cuba en décadas, donde miles de personas salieron a la calle para exigir mejores condiciones de vida, y esto trajo consigo que activistas, opositores y periodistas independientes fueran sitiados en sus domicilios o detenidos. Solo en julio de 2021, más de 1.500 personas fueron encarceladas, según informó la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA). 

La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) posicionó a Cuba en su clasificación de 2022 como el peor país de América en relación  a libertad de prensa y el octavo a nivel mundial. La situación ya estaba deteriorada, pero las presiones para periodistas solo han ido en aumento. 

“Desde el año 2019 estoy siendo sometido a extenuantes horas de interrogatorios y arrestos, cartas de advertencia, allanamiento del domicilio donde me encontraba viviendo, golpes, chantajes, ocupación de los equipos con los que trabajo, hackeo de mis perfiles en redes sociales y exposiciones de mi vida privada con burlas sobre mi sexualidad e identidad de género. También, mi familia se ha visto afectada siendo mi madre citada para interrogatorio, nos amenazan de manera permanente con poner una prohibición de salida del país”, dijo Álvarez en su publicación de renuncia en Facebook.

El Toque

El jueves 25 de agosto de 2022, las autoridades cubanas impidieron la salida de la isla de seis jóvenes periodistas de la plataforma multimedia independiente El Toque que  iban a participar en el Media Party, en Argentina, la conferencia de innovación en medios más importante de América Latina.

A partir de ese hecho, se desencadenó una ola de renuncias en la redacción del medio. Al menos 9 periodistas han renunciado por presiones directas o indirectas de la Seguridad del Estado cubano. 

“Vivimos días de mucha tristeza e indignación. Nos genera un gran conflicto emocional que miembros del equipo se vean obligados a dejar de trabajar, sin otra razón que la de un autoritarismo que no rinde cuentas. Colegas que han aportado su talento y dedicación a hacer de El Toque un medio que sirva, en toda la extensión de la palabra, a la ciudadanía cubana hoy se ven obligados a abandonar el ejercicio del periodismo independiente”, dijo el medio en un comunicado.

Una de las renuncias más significativas fue la de Wimar Verdecia, director del suplemento de humor gráfico Xel2 de El Toque. A partir de esta renuncia, el proyecto que se enfocaba principalmente en la sátira política fue cerrado y otros caricaturistas se vieron afectados indirectamente. 

“Comunico con profundo pesar que renuncio a seguir trabajando como director del suplemento humorístico Xel2 y a dibujar para cualquier plataforma de medios independientes en Cuba ahora y en el futuro”, dijo Verdecia en Twitter. “Xel2 ahora tiene un sitio en la historia de la gráfica cubana, pero yo no quiero ser historia, yo quiero vivir y ser feliz, seguir dibujando y creando”.

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