Periodismo de soluciones, periodismo regenerador, periodismo constructivo, periodismo de impacto, periodismo humano, periodismo con propósito, periodismo útil, periodismo de servicio.
Estas son solo algunas de las denominaciones que ha recibido en el último tiempo una –no tan– nueva forma de hacer periodismo, que ha encontrado un punto de apoyo en América Latina. Un periodismo que, en lugar de solo brindar noticias acerca de los últimos acontecimientos económicos, sociales, culturales y/o políticos de la actualidad, propone una mirada propositiva –y muchas veces, positiva– sobre las problemáticas acerca de las que informa. Un periodismo que pone el foco en destacar las iniciativas que trabajan para contrarrestar las consecuencias negativas de los conflictos y/o sugerir formas de mejorar los problemas sociales, y contribuir así a una mayor calidad de vida y convivencia en comunidad.
Del mismo modo que no existe un consenso general en torno a las fronteras conceptuales de este enfoque periodístico, tampoco existe una fórmula para llevarlo a la práctica. Así, lo que ocurre es que cada medio adapta su visión y sus prácticas en función de su propia interpretación de lo que entienden por “periodismo regenerador”, “positivo” o “de soluciones” (o cualquiera de los demás conceptos disponibles).
En consecuencia, el resultado termina siendo un mosaico heterogéneo, cuyo punto en común se reduce al material con el que sus piezas han sido elaboradas: la voluntad de forjar un periodismo que trascienda el paradigma de comunicar solo malas noticias y, en su lugar, ofrezca una alternativa para un número cada vez mayor de lectores que buscan consumir otro tipo de contenidos.
En Latinoamérica, la recepción y el crecimiento del periodismo de soluciones ha sido notable. En particular, la Fundación Gabo, a partir de una alianza con la Solutions Journalism Network (SJN), con sede en EE.UU., comenzó en 2019 a promover este enfoque periodístico a través de su red. Así, crearon una sección dentro de su web destinada exclusivamente a difundir el periodismo de soluciones: allí publican regularmente consejos y recursos para periodistas, y comparten notas de periodistas y medios latinoamericanos que implementan este enfoque periodístico en sus investigaciones. A su vez, también organizan talleres y encuentros de formación, y otorgan premios y becas para promover el periodismo de impacto social.
Una de las referentes latinoamericanas del periodismo de soluciones es Liza Gross, periodista argentina, además de editora y experta en innovación en medios de comunicación. Actualmente, además de ser una de las principales capacitadoras de la Fundación Gabo en esta técnica periodística, es parte del equipo de SJN (donde se desempeña como VP de Practice Change).
Al ser consultada acerca de la situación de este enfoque periodístico en la región, la periodista se manifiesta optimista. “Con la Fundación Gabo estamos trabajando en América Latina desde hace ya tres años, y debo decir que estoy profundamente alentada con la calurosa respuesta que tuvo el periodismo de soluciones en la región”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR).
Gross define al periodismo de soluciones como “la cobertura rigurosa y con evidencia de respuestas sistémicas a problemas sociales”. Y agrega: “el periodismo de soluciones es una técnica periodística, pero más allá de eso es una forma de ver la realidad que como periodistas retratamos para ofrecer un panorama más completo y complejo a nuestras audiencias”.
El periodismo de soluciones ha tenido una especial recepción en Argentina, país en el que tiene presencia desde hace ya varios años y en donde continúa expandiéndose. Por este motivo, LJR entrevistó a dos periodistas locales cuyos medios se han convertido en referentes de este enfoque periodístico.
Noticias Positivas: hacia un periodismo regenerador
Noticias Positivas, fundado por la periodista Andrea Méndez Brandam en Buenos Aires en 2003, fue el primer medio en Argentina en hacer periodismo de soluciones. La iniciativa nació como un medio independiente, por invitación de Positive News, un medio fundado en 1993 en Reino Unido, que fue pionero de este enfoque periodístico a nivel mundial. Según cuenta Méndez Brandam, en aquel momento apenas se hablaba de conceptos como “RSE” (responsabilidad social empresaria) o “sostenibilidad”.
Las noticias y artículos que publica Noticias Positivas abarcan una amplia variedad de temas, en particular: nuevas economías, hábitos sustentables, protección del ambiente, educación y cultura, salud y bienestar, energías renovables, ciencia y tecnología, e iniciativas solidarias, entre otros.
En 2014, Noticias Positivas se convirtió en el primer medio de comunicación en obtener la certificación B Corp y convertirse así en una “Empresa B” o de triple impacto. Es decir, que no solo busca lograr un rendimiento económico, sino que además se compromete a generar un impacto social y ambiental positivo en la comunidad.
Desde entonces, la empresa ha continuado creciendo y se ha expandido a otros rubros: además del sitio digital de noticias, lanzaron una revista sobre energías renovables (“Energía Positiva”), crearon un programa de radio y comenzaron a ofrecer servicios de consultoría corporativa (N+ Conecta).
En 2019, decidieron redefinir la línea editorial y transformaron el “periodismo de soluciones” en “periodismo regenerador”. Al respecto, Méndez Brandam explica a LJR que “hacía falta dar una vuelta de tuerca al concepto, ya que hoy no alcanza solo con hablar de soluciones”.
La idea de “regenerador” pone el foco en la noción de transformación –en este caso, hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)– y en la interdependencia entre sectores de la sociedad que interactúan con propósitos positivos semejantes, a partir de un sentido de responsabilidad compartida. A la fecha, el equipo está integrado por 14 personas, de las cuales tres conforman una redacción ubicada en Madrid.
Red/Acción: “hagamos periodismo humano”
Red/Acción nació en 2018, por iniciativa de Carlos “Chani” Guyot, quien hasta entonces se desempeñaba como secretario general de redacción del diario La Nación.
“Me propuse elegir y abrazar otro desafío: explorar las fronteras de lo que se entiende como periodismo tradicional a partir de pensar cuál es el periodismo que se necesita”, cuenta el fundador y actual CEO de Red/Acción a LJR. “En Red/Acción partimos de dos premisas: por un lado, desactivar el exceso de negatividad (de ahí que hablamos de periodismo de soluciones) y, por el otro, desarticular el modelo broadcast mediante un periodismo que promueva la participación ciudadana”, agrega.
El lema de Red/Acción es “hagamos periodismo humano”. De allí nace, entre otras cosas, la importancia que le asignan a la interacción con sus audiencias: desde los seguidores en redes sociales hasta quienes participan como suscriptores y miembros. En tal sentido, Guyot explica que tienen “diferentes universos de participación”: encuestas en Instagram, planteo de una problemática social que le permita a la audiencia dar su opinión o incluso eventos en los que la dinámica adquiere más el formato de una conversación, “pero articulada a través del método periodístico”.
En la actualidad, Red/Acción se compone de un equipo de 17 personas, que están distribuidas en cinco áreas: página web –en la que publican historias que permitan entender problemas sociales y cómo podrían resolverse–, newsletterstemáticos, redes sociales, una revista impresa de edición bimestral (“MONO”) y un Laboratorio de Experimentación Periodística para estudiantes de periodismo. A excepción de la revista y de algunos newsletters, que son productos exclusivos para suscriptores, el resto de los contenidos que generan son abiertos.
Además de lo anterior, Red/Acción continúa expandiéndose hacia nuevas audiencias. Así, en mayo de este año, lanzaron Soluciones para América Latina, en alianza con el medio Infobae. Se trata de un suplemento en el que periodistas de Red/Acción publican todos los días en la home de Infobae una historia diferente sobre periodismo de soluciones. El objetivo de la iniciativa es expandir el alcance de este enfoque periodístico al resto de América Latina.
“Pensamos en Infobae porque es el medio más leído de habla hispana y de los pocos en Argentina que tienen una mirada regional”, comenta Guyot. “Estamos muy contentos con el resultado. A pesar de ser notas largas, los lectores acompañan”, asegura.
A su vez, hace algunos meses, tuvo lugar el lanzamiento de la Red de Periodismo Humano: una alianza de medios que comparten una serie de valores en torno al periodismo social. Hasta el momento, la red está conformada por Red/Acción y otros siete medios latinoamericanos: GK (Ecuador), Cerosetenta (Colombia), Mi Voz (Chile), La vida de nos (Venezuela), Lado B (México), Salud con Lupa (Perú) y El Toque (Cuba).
Modelo de negocios: ¿cómo se financia el periodismo de impacto?
Un tema ineludible al debatir sobre nuevos formatos de medios es el modelo de negocios. En este sentido, dentro del periodismo de soluciones y/o positivo no existe un criterio unificado sobre qué camino seguir. En cuanto a los dos medios de comunicación analizados, aunque ambos coinciden en la diversificación de sus ingresos, las estrategias para lograr la subsistencia económica son diferentes.
Noticias Positivas tiene un sistema de patrocinadores: empresas que deciden apoyar el proyecto y con las cuales establecen acuerdos que van más allá de banners publicitarios en el sitio web. Se trata de un modelo personalizado: se acuerdan las pautas de manera particular con cada patrocinador. Así, el contrato muchas veces incluye la generación de contenidos para la empresa, o bien la organización y/o moderación de eventos internos. Méndez Brandam afirma que hasta el momento nunca recurrieron al modelo de suscriptores: en buena medida, debido a que nunca contaron con la estructura de una redacción.
Red/Acción, por el contrario, apuesta fuertemente al modelo de suscriptores ofreciendo membresías con beneficios exclusivos. También cuentan con el apoyo de marcas, pero –al igual que Noticias Positivas– evitan la publicidad tradicional. En su lugar, suelen ofrecer a las empresas que, por ejemplo, patrocinen determinados newsletters, además de otros proyectos conjuntos.
Pandemia: ¿una oportunidad para el periodismo positivo y/o de soluciones?
Otro de los temas relevantes tiene que ver con la pandemia por COVID-19 y su impacto en la forma de hacer periodismo. Al respecto, las personas entrevistadas coincidieron en que la actual crisis sanitaria representa una oportunidad para el periodismo de soluciones.
Para Méndez Brandam, la pandemia supuso un contexto de cambio absoluto, en el que comenzaron a necesitar desesperadamente ver “lucecitas que nos iluminaran el camino”. Sin embargo, la periodista lamenta la irresponsabilidad de muchos de los grandes medios de no ocuparse de dar noticias sobre las soluciones existentes a las problemáticas, o incluso desinformar a la audiencia.
Guyot, al igual que Méndez Brandam, considera que la pandemia trajo una nueva oportunidad para el periodismo de soluciones.
“En un momento de tantas malas noticias, un periodismo que busca construir desde las experiencias positivas y valiosas encuentra su lugar”, sostiene el director de Red/Acción. Y aclara que “no se trata solo de ‘dar buenas noticias’”.
“Nuestro periodismo no ignora los problemas, sino que los mira con ‘rayos X’: explica su complejidad y menciona a quienes están haciendo algo para modificar la situación”, detalla.
Miradas diversas sobre un enfoque periodístico todavía en construcción
El periodismo positivo y/o el periodismo de soluciones no están exentos de críticas. Ya a fines del siglo pasado, a partir de los testimonios recopilados por Susan Benesch –una abogada y periodista estadounidense que en 1998 publicó un artículoacerca del aumento de publicaciones de historias basadas en un enfoque de soluciones en numerosos medios locales de Estados Unidos–, podía observarse el recelo de algunos periodistas respecto a este modo de hacer periodismo. Por ejemplo, un editor sénior consideraba que no era más que “boosterism” –mera promoción entusiasta de ciertas causas, proyectos o personas– y “cheerleading” (animación).
Más cerca en el tiempo, el “periodismo de soluciones” suele ser considerado por sus críticos simplemente como un “periodismo de buenas noticias” que, lejos de generar un impacto o cambio social, solo mejora las ventas de aquellos periódicos y revistas que lo promueven.
En este sentido, en un artículo publicado hace algunos años, Lene Bech Sillesen remarcaba cómo la difusión de buenas noticias favorecía el negocio de aquellos medios que tenían un suplemento o sección dedicada a este tipo de contenidos.
Seán Wood, CEO de Positive News, asegura que “las historias positivas venden” y que, de hecho, aumentan las ventas cuando los medios incluyen suplementos con buenas noticias. No obstante, hace hincapié en la diferencia entre las noticias “simpáticas”, que solo buscan generar clics –por ejemplo, videos o curiosidades sobre mascotas, aquello que Méndez Brandam denomina “contenido gatito”–, y las noticias basadas en periodismo de calidad, que informan acerca de problemáticas reales destacando, a la vez, las acciones positivas o las soluciones posibles en torno a ellas.
A pesar de contar con una tradición que ya lleva varias décadas, el periodismo constructivo o de soluciones aún resulta un fenómeno relativamente reciente. Y a medida que continúe expandiéndose, inevitablemente habrá medios que verán en la comunicación de noticias positivas un negocio rentable que intentarán maximizar, incluso a riesgo de difundir contenidos que no cumplan con los principios del periodismo de soluciones.
Por otro lado, al no estar clara la distinción semántica entre “periodismo positivo”, “de soluciones” o “de buenas noticias”, estos conceptos todavía resultan intercambiables. Posiblemente, será cuestión de tiempo hasta depurar al auténtico periodismo de impacto social de aquello que simplemente busca el mero esparcimiento, el entretenimiento o la distensión del lector.
Pese a todo lo anterior, ninguno de los entrevistados considera que el periodismo de soluciones –o el nombre que en un futuro pueda adoptar este enfoque– vaya a convertirse en la nueva norma para hacer periodismo.
Más bien, según opina Guyot, “se trata de encontrar un balance entre un enfoque tradicional –más de denuncia– y este enfoque que, además de denunciar, mira las propuestas”.
“No buscamos convertir al periodismo de soluciones en el paradigma dominante, pero sí en uno de los paradigmas que guíen la labor de los profesionales de la información”, concluye Gross.
Nota de LJR: La Fundación Gabo publicó una versión más larga de este mismo artículo.