Defensores de la libertad de expresión buscan respuestas después de que una periodista británica que cubría la conferencia de la Organización Mundial de Comercio fuera deportada de Argentina. En la madrugada del día 8 de diciembre, Sally Burch fue enviada de vuelta a Quito, Ecuador, donde trabaja como editora ejecutiva de la Agencia Latinoamericana de Información. De acuerdo con The Guardian, ella fue incluida en una lista de 63 personas prohibidas para el evento, que tuvo lugar del 10 al 13 de diciembre.
De acuerdo con The Guardian, antes de ser embarcada en un avión hacia Ecuador por las autoridades en el aeropuerto internacional Ezeiza, en la capital argentina, Burch dijo: “Soy una periodista británica y mi entrada a Argentina fue rechazada”.
Ella habría sido detenida por la inmigración poco después de llegar a Buenos Aires, donde le dijeron que formaba parte de una lista de personas con la entrada prohibida. La editora ejecutiva le dijo a una radio argentina que la actitud del gobierno era “poco democrática”, de acuerdo con The Guardian.
Según el diario británico, el gobierno del presidente Mauricio Macri citó razones de seguridad para rechazar la entrada de periodistas y de otros representantes de ONG de todo el mundo.
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina afirmó que algunas personas inscritas en la conferencia “habían hecho explícitos llamamientos a manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos”.
Según la organización ecuatoriana Fundamedios, Burch habría sido impedida de ingresar al país por no haber informado a inmigración que hacía un viaje de trabajo. Otras razones dadas por el Gobierno argentino serían la falta de un pasaje de vuelta y una infracción al artículo 35 de la Ley de Migraciones, que habla sobre la documentación necesaria para entrar en Argentina.
La periodista británica presentó una solicitud de habeas corpus con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), pero este fue revisado y aceptado por la Cámara Federal de La Plata cuando Burch ya había sido deportada, de acuerdo con el medio argentino Página 12.
De acuerdo con el sitio argentino, la editora británica cree haber sido impedida de hacer la cobertura de la conferencia a causa de su pensamiento “disruptivo” en relación a la agenda neoliberal y favorable a las corporaciones.
“Nunca tuve actitudes disruptivas, y menos todavía abogué por la violencia. Por eso, la única explicación que puedo encontrar para mi deportación de la Argentina es que el gobierno halla ‘disruptivos’ mis opiniones y mis análisis. Lo digo para usar un término empleado por un miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores”, escribió ella, de acuerdo con Página 12.
El Relator Especial para la Libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, expresó en su Twitter preocupación por el caso de la periodista británica.
“Estamos en contacto con gobierno argentino por deportación de la periodista Sally Burch. Sería grave impedirle cubrir cumbre OMC por su línea editorial o sus opiniones críticas hacia la organización del comercio mundial”, escribió.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) también rechazó la deportación de Burch. La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) afirmó que la detención de la periodista en el aeropuerto fue “ilegal y una grave limitación a la libertad de expresión”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.