Por Daniela Roscero Cervantes*
Periodistas en Colombia advirtieron que el deterioro de las condiciones laborales de la prensa podría acentuarse en 2022, año electoral en ese país. El 9 de febrero, fecha en la que se celebra el Día del Periodista en Colombia, la Federación de Periodistas de Colombia (Fecolper) emitió un informe titulado “Desamparo”, el cual hace una evaluación del estado del periodismo y los desafíos que enfrentan los periodistas colombianos.
La constitución protege la libertad de expresión y de prensa, pero según el periodista Juan Fraile, quien actualmente conduce un programa de radio para la cadena Caracol, la cobertura electoral se ha vuelto más difícil a lo largo de su larga carrera.
“Cada vez más ya no son los candidatos los que están bajo el escrutinio de la gente y de los medios”, dijo Fraile. “Sino que los candidatos y los partidos han volteado la torta para que la gente esté haciéndole escrutinio a los medios, dudando constantemente de la información que estamos emitiendo los medios de comunicación”.
Fraile dice que la pandemia ha abierto oportunidades para restringir la actividad periodística.
“No había ruedas de prensa, no se permitían las preguntas a los funcionarios públicos, se empezó a abordar la información a través de material editado que se enviaba a los periodistas, entonces se perdió esa función del periodista por indagar por ciertos temas”, dijo. “Los funcionarios simplemente hablaban de los temas de los que querían hablar, evitando las preguntas de la prensa”.
Según el informe Felcoper, los periodistas y medios de comunicación enfrentaron barreras especialmente altas y agresión estatal en 2021.
“El 2021 fue sin duda uno de los años más oscuros para la las libertades y derechos de periodistas y ciudadanos en Colombia, protagonizado de manera infortunada por los desaciertos del Estado y algunos de sus funcionarios”, señala el informe.
Felcoper señala directamente al presidente Iván Duque por deslegitimar a la prensa a favor de una estrategia centrada en las redes sociales.
“Informes indican que al menos US 7.3 millones de dólares (26 mil millones de pesos colombianos), del presupuesto público se gastaron en su programa de comunicación institucional gubernamental”, señala el informe.
Mónica Pardo, periodista independiente con más de una década de experiencia, dice que el tipo de información que difunden las fuentes oficiales ha vuelto más exigente el trabajo de los periodistas.
“Con las fuentes oficiales, siempre los mensajes están muy preparados, entonces uno tiene que hacer un periodismo más investigativo para llegar al fondo de los hechos”, dijo.
Al citar un informe de 2021 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Felcoper advirtió que los ataques a la prensa van en aumento.
“Había etiquetas estigmatizantes que animaban a la ciudadanía a rechazar a los medios que tienen líneas editoriales diferentes a las preferencias de algunos políticos y funcionarios”, señala el informe.
Felcoper también advirtió que la situación se ve agravada por tensiones políticas como la polarización, especialmente en un año con elecciones legislativas y presidenciales.
“La Fecolper insta a los periodistas a realizar un cubrimiento responsable de las elecciones 2022, en el que las informaciones sean de cara al interés general, sin partidismos políticos y se centren en la pedagogía electoral”, afirma el informe.
Ximena Forero Arango, profesora de la Universidad de Antioquia, dijo que espera que los periodistas independientes tengan éxito con una cobertura electoral justa, aunque la tarea es un gran desafío.
“Confío en que el periodismo independiente está haciendo un buen trabajo y seguirá haciendo un buen trabajo [cubriendo las elecciones], pero durante los últimos años… aunque los medios señalen cosas, finalmente es la noticia de un día y al día siguiente pasamos a otra cosa”, dijo.
El informe pone especial énfasis en los desafíos que enfrentan los periodistas que trabajan en regiones remotas y los periodistas independientes.
“[Ellos] han visto su trabajo, así como su calidad de vida, sistemáticamente afectados por un Estado apático a lo que sucede con nuestra democracia”, afirma el informe.
Pardo dice que los periodistas generalmente son mal pagados.
“[Ser periodista] es vivir en incertidumbre porque un mes puedes tener mucho trabajo y al siguiente puedes no tener trabajo y está uno en una montaña rusa de inestabilidad”, dijo.
César Alzate Vargas, otro profesor de periodismo de la Universidad de Antioquia, dice que una de sus mayores preocupaciones es la inestabilidad en el campo laboral.
“Todo el tiempo me estoy preguntando qué va a ser de mis estudiantes cuando sean profesionales y estén en el medio”, dijo Alzate. “Es un derecho fundamental de todo trabajador el poder vivir de su trabajo, y cuando se paga a un periodista un salario apenas por encima del salario mínimo, se le está condenando a vivir en malas condiciones”.
La situación es terrible en ciertas partes del país, dijo Fraile.
“El periodista sabe a qué horas entra pero no a qué horas sale y eso no se ve reflejado en el pago de horas extra, dominicales y ese tipo de retribuciones que debería tener un empleado”, dijo. “Muchos terminan haciendo el trabajo por salarios muy bajos y algunas personas incluso deciden hacerlo gratis”.
Aunque Alzate dice que la libertad de expresión está, en la mayoría de los casos, protegida de manera decente, los periodistas que trabajan en áreas remotas son los más vulnerables a los ataques.
“Entre más te alejas de las ciudades grandes y te vas hacia los pueblos pequeños, más te encuentras con que los periodistas de las regiones, muchos siguen haciendo un trabajo muy valiente por informar con independencia, calidad y criterio, pero también muchos están asustados”, dijo. “Los medios locales están bajo constante amenaza”.
El informe también llama a los candidatos a la acción, recordándoles que el debilitamiento de la prensa debe ser parte de la agenda política. “El periodismo se ha ido debilitando lentamente por la miseria del Estado y de la propia sociedad, que lo ha arrinconado, especialmente en regiones alejadas económica y socialmente, sin garantías de derechos, un enfoque sexista y en el que el Estado ha sido paradójicamente el mayor perpetrador de infracciones”, señala el informe.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia ha documentado más de 50 ataques contra la libertad de prensa este año, incluidos casos de censura en internet, hostigamiento judicial y amenazas a los medios.
“En mi experiencia, creo que los periodistas son muy fuertes y los medios siguen siendo fuertes”, dijo Fraile. “(Pero) estamos viendo menos contenido analítico y más batallas vulgares entre candidatos en las portadas de los diarios”.
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*Esta historia fue producida como parte de la clase “Periodismo y libertad de prensa en América Latina”, de la Escuela de Periodismo y Medios de la Universidad de Texas en Austin.
Daniela Roscero Cervantes es estudiante de la Universidad de Texas en Austin en las carreras de Historia y Periodismo. Ha escrito varios artículos para The Daily Texan y espera en el futuro apoyar el trabajo de periodistas de América Latina.
(Crédito de la ilustración de la portada: Abriella Corker)