“No tengo información de dónde está, no sé si está recibiendo alimento, no sé si está recibiendo sus medicamentos. Carlos requiere de unos cuidados permanentes que desconocemos si los está teniendo por lo que su salud está en peligro”, dijo en un audio compartido a los medios de comunicación Mabel Calderín, esposa del periodista y defensor venezolano de derechos humanos Carlos Correa, quien se encuentra desaparecido desde el 7 de enero.
La desaparición del periodista ocurre en medio del contexto de toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato como presidente de Venezuela. Esto pese a que las autoridades electorales no han publicado las actas ni resultados oficiales de la elección celebrada en julio de 2024.
En los días previos y posteriores a la toma de posesión, ocurrida el 10 de enero, la represión contra periodistas fue en aumento. Organizaciones periodísticas en el país han reportado la detención de al menos 4 trabajadores de la prensa en los últimos días, que se suman a los otros 3 que aún siguen detenidos desde la celebración de las elecciones.
También han contabilizado unas 5 agresiones.
Correa fue obligado a subirse a un vehículo sin placas, en el centro de la capital venezolana, luego de ser interceptado por cinco presuntos funcionarios encapuchados, según indicó Espacio Publico, organización dedicada a la defensa de la libertad de expresión, en Venezuela, de la que Correa es director ejecutivo.
Miembros del régimen venezolano confirmaron que está detenido. El Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, dijo que Correa forma parte de un "plan de conspiración", y arremetió contra las ONG en Venezuela indicando que son “lavadoras de dinero que utilizan recursos de los contribuyentes de Estados Unidos para conspirar contra el gobierno”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a Correa el 10 de enero tras considerar que se encuentra en una “situación de gravedad y urgencia”.
En Maracaibo, una ciudad ubicada al oeste de Venezuela, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) ha reportado el mayor número de arrestos a periodistas durante los últimos días.
Tres trabajadores de la prensa fueron detenidos mientras cubrían una manifestación, convocada por la oposición, el 9 de enero.
El periodista y profesor universitario Edinson Castro contó a LatAm Journalism Review (LJR) que se encontraba a una cuadra de la manifestación grabando a las personas que corrían luego de ser reprimidas con bombas lacrimógenas. En ese momento fue confrontado por un miembro de la policia nacional.
“Fui insultado por el policía mientras me reclamaba por estar grabando, como si eso fue un delito. Igual no importa si tú cometiste un delito o no, lo único que importa es si ellos lo consideran así”, dijo Castro a LJR. “Luego me subieron a la patrulla y seguían diciéndome barbaridades”.
Castro estuvo detenido por 13 horas y luego liberado sin cargos.
El periodista Leandro Palmar y el técnico audiovisual Belises Salvador de la emisora universitaria Luz Radio FM también fueron detenidos mientras se encontraban en la manifestación. Sin embargo, no corrieron con la misma suerte de Castro.
“Los tomaron a la fuerza y los montaron en un camión que dispone la Guardia Nacional para llevar a los detenidos”, dijo a LJR Joanna Barboza, directiva del CNP Zulia.
El 11 de enero fueron presentados ante los tribunales penales de Maracaibo y el juez encargado dictó privativa de libertad para ambos. Los delitos que pretenden imputarle son terrorismo, asociación para delinquir, incitación al odio y alteración del orden público, dijo Barboza.
Barboza estuvo cubriendo también la manifestación del 9 de enero en Maracaibo, para el equipo del programa Frecuencia Noticias de la emisora Fe y Alegría 88.1FM, y resultó agredida junto a su colega Felipe López.
“Me identifiqué en todo momento como periodista pero un efectivo de la policía nacional se me abalanzó de manera violenta, tumbó mi celular mientras yo estaba grabando y el micrófono inalámbrico lo trituró con su bota”, dijo Barboza.
“Y a mi colega le dieron un golpe, un rolazo, como decimos en Venezuela, en la pierna derecha. El golpe fue duro y no había necesidad porque en ningún momento nos resistimos”, agregó.
El 9 de enero también fue detenido, pero en la capital venezolana, el periodista Julio Balza Maldonado, quién forma parte del equipo de Comunicaciones de Vente Venezuela, partido político fundado por la líder opositora María Corina Machado.
La familia de Balza afirmó al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) que no saben su paradero ni las condiciones de su arresto.
“Fue detenido saliendo de la marcha de la convocatoria de María Corina. Él, como trabajador de la prensa, acudió con su hermano y fueron abordados por unos señores encapuchados que se los llevaron. A mi otro hijo lo liberaron; a él lo dejaron, no se sabe dónde, no se saben sus condiciones, no sabemos nada”, dijo Rosa Marlene Maldonado, madre del periodista, en un video difundido por el SNTP.
El Sindicato también denunció impedimentos para cubrir la proclamación de Maduro el 10 de enero.
Los periodistas acreditados fueron obligados a permanecer en el Palacio presidencial y solo los camarógrafos fueron trasladados a la Asamblea Nacional, donde se llevó a cabo la juramentación.
El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela reportó otros tres periodistas agredidos alrededor del país, durante las manifestaciones del 9 de enero.
En Maracay, estado Aragua, unos motorizados se acercaron al periodista Reynaldo Campins para exigirle su teléfono.
Por su parte, al periodista Randolfo Blanco, de Carabobo, un efectivo de la Guardia Nacional le arrebató el teléfono cuando hacía una transmisión en vivo. Y en el estado Táchira, el locutor Frank Daza, director de Radio Binacional Informativa, recibió un golpe por parte de sujetos no identificados mientras cubría una concentración de la oposición.
La organización venezolana en defensa a los derechos digitales VE sin Filtro informó que TikTok recibió bloqueos en todos los principales proveedores de internet en Venezuela, días previos a la toma de posesión. Los bloqueos duraron entre 6 y 8 horas.
También reportaron bloqueos en los sitios web de al menos 21 servicios de VPN.
“Esto ocurre, como en ocasiones anteriores, por órdenes del regulador de las telecomunicaciones en Venezuela, CONATEL, con la intención de impedir su uso en el país”, dijo la organización en una nota en su página web.
E informaron sobre el bloqueo a 33 servidores DNS públicos incluyendo los más conocidos como Google Public DNS (8.8.8.8) y 1.1.1.1 de Cloudflare. Esta técnica dificulta el acceso a internet y que los usuarios accedan los usuarios accedan a ciertos sitios web, según VE Sin Filtro.
Por su parte, el observatorio de bloqueos de Internet NetBlocks informó, a través de su cuenta de Twitter, que el 10 de enero mientras tomaba posesión del poder Maduro la aplicación de mensajería Telegram fue interrumpida y usuarios presentaron problemas para acceder al servicio.