En un nuevo ataque a la prensa de Nicaragua, este 20 de mayo el gobierno de Daniel Ortega allanó por segunda vez la redacción de la revista Confidencial, fundada por el periodista Carlos Fernando Chamorro, al mismo tiempo que arrestó a diferentes periodistas internacionales que cubrían el hecho.
De acuerdo con Confidencial, alrededor de las 9 a.m., policías rodearon una de las torres del centro corporativo Invercasa donde se había instalado provisionalmente el estudio de grabación de los programas Esta Semana y Esta Noche, dirigidos por Chamorro.
Según denunció Chamorro en un programa radial, el fotógrafo del medio Leonel Gutiérrez, que se encontraba en el lugar durante el allanamiento, estuvo desaparecido por varias horas.
“Queremos ver a Leonel Gutiérrez, queremos que recupere su libertad si está detenido. En este momento está retenido, secuestrado por la Policía porque no hemos podido tener ni un contacto con él. Queremos que nos devuelvan los bienes que se han llevado”, dijo Chamorro tras el allanamiento.
Algunas imágenes compartidas por el medio muestran a policías sacando cajas, computadores y cámaras de grabación y edición de televisión. En ese momento, también se logró ver al fotógrafo Gutiérrez quien fue montado a una camioneta de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), aunque no se sabe por qué fue detenido, informó Confidencial.
Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), exigió respeto por los trabajadores de Confidencial.
“Exigimos se respete la vida y la integridad física de los trabajadores de @confidencial_ni y cese el acoso”, escribió en su cuenta de Twitter. “El respeto a la libertad de expresión como elemento esencial de la democracia hace repudiable este tipo de atentados”.
También se conoció que la policía detuvo temporalmente a un fotógrafo francés de la agencia AFP que cubría el allanamiento, informó AP. El periodista nicaragüense Wilfredo Miranda informó en Twitter que la policía llevó presos a colegas internacionales de la agencia EFE y que él logró escapar. “‘Van presos, van presos’, dijo un policía de civil. La razón es que estamos documentado el nuevo asalto a Confidencial”, escribió en su cuenta.
Confidencial es uno de los pocos medios no oficialistas que se mantiene en Nicaragua y por eso ha sido perseguido. El 13 de diciembre de 2018, su sede fue allanada por la Policía sin ninguna orden judicial. Aunque Chamorro intentó por años que la sede fuera devuelta, nunca lo logró. El 23 de febrero de 2021, Ortega entregó la sede de Confidencial al Ministerio de Salud para inaugurar una casa materna.
“Queremos reiterar que el alma de nuestro medio no está en nuestro edificio confiscado, ni tampoco está en este lugar, que ha sido asaltado el día de hoy por la Policía en un acto inútil”, escribió Chamorro en una carta a sus colegas. “Nunca va a poder confiscar el periodismo, porque nunca van a poder callar este medio de comunicación. Aquí estamos haciendo periodismo, informando”.
“Esta es una prueba más de que la represión, persecución y acoso de la dictadura Ortega-Murillo a los medios independientes no se ha detenido, todo lo contrario, sigue profundizándose”, dijo Pedro X. Molina, caricaturista político de Confidencial, a LatAm Journalism Review (LJR). “Esto nos recuerda duramente que nada está normal en Nicaragua, que el papel de los medios independientes sigue siendo vital y como la dictadura lo sabe, se ensaña contra ellos”.
Periodista y director de Confidencial, Carlos Fernando Chamorro (Centro Knight)
“Como colaborador de Confidencial, como miembro del periodismo independiente y como ciudadano me siento una vez más agredido en mis derechos fundamentales y todos los nicas deberíamos sentirnos de igual manera”, dijo. “Después de todo, la libertad de prensa, de expresión, de reunión y movilización no son derechos que pertenezcan solo a los periodistas, sino a toda la población y por lo tanto nos toca a todos rechazar este tipo de actos cobardes, además de no desistir en la lucha por nuestros derechos, por la libertad, por la justicia y la democracia que urge nuestro país”.
También este 20 de mayo, la periodista y hermana de Carlos Fernando, Cristiana María Chamorro Barrios, exdirectora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro – una ONG que promueve la libertad de prensa y el periodismo independiente en el país –, fue citada por el Ministerio de Gobernación (Migob) al estar acusada de presuntos “indicios de lavado de dinero”.
Luego de tres horas en el Migob, sin poder llevar a su abogado, dijo que le pidieron que entregara informes contables de la Fundación dentro de 24 horas, según informó el diario La Prensa. La exdirectora dijo que eso era imposible debido a las limitaciones de tiempo.
La Fundación Violeta Barrios de Chamorro anunció su cese de operaciones el pasado 5 de febrero debido a que no se sometería a la Ley de Agentes Extranjeros que fue aprobada por la Asamblea en octubre de 2020. La ley tiene por objetivo controlar los recursos externos que reciben personas y organizaciones civiles de fuentes internacionales.
La reciente citación para Cristiana Chamorro se hace usando la Ley de Agentes Extranjeros. La periodista es una potencial candidata a la presidencia de Nicaragua.
El hecho tiene un lugar un día después de que el Consejo Supremo Electoral (CSE) del país notificara la cancelación de la personería jurídica del Partido de Restauración Democrática, que hace parte de la Coalición Nacional, informó DW. La Coalición es el principal bloque opositor a Ortega que busca vencerlo en las elecciones del próximo noviembre.
Respecto a las acusaciones contra Cristiana Chamorro, la periodista nicaragüense María Lilly Delgado enfatizó que era importante recordar que Carlos Fernando Chamorro y la organización sin fines de lucro CINCO, que él dirigía, fueron previamente acusados de lavado de dinero antes de las elecciones municipales de 2008. Esos cargos finalmente fueron retirados.
“Los periodistas y la prensa independiente trabajan bajo amenaza, hostigamiento y ataques bajo el régimen de Daniel Ortega en este año electoral, donde Ortega controla a los magistrados electorales, el resto de poderes del Estado y hace una elección a su medida, sin permitir el escrutinio y la observación internacional”, dijo Delgado a LJR.
*Teresa Mioli asistió en la elaboración de este artículo.
