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Programa de formación de Quinto Elemento Lab busca capacitar a editores para proteger a sus reporteros y acercar el periodismo a los ciudadanos

Los editores de medios periodísticos de América Latina pueden contribuir enormemente a reducir los riesgos que enfrentan los reporteros y protegerlos del desprestigio y asedio que experimentan por parte de fuerzas políticas si se capacitan sobre cómo encaminar a sus equipos a hacer del periodismo un bien público, cercano a la gente.

Así lo considera Alejandra Xanic, directora y cofundadora de la organización sin fines de lucro de fomento al periodismo de investigación Quinto Elemento Lab, de México. Xanic cree que los editores deben aprender a tomar decisiones que disminuyan los riesgos de los reporteros a la hora de salir a terrenos peligrosos, a saber monitorear los movimientos de su equipo y a adoptar protocolos de comunicación y acción en caso del escalamiento del peligro.

“Lo que queremos [como editores] es darles [a los reporteros] muchas herramientas que en el día a día pueden ser muy útiles para mantenerlos seguros cuando salen a campo, por ejemplo”, dijo Xanic a LatAm Journalism Review (LJR). “¿Qué pasa cuando los reporteros salen a una región, cómo evaluamos los riesgos, cómo los mitigamos, qué tipo de cosas tenemos que decidir, y qué debemos tomar en cuenta para decidir si van o no van?”.

Screenshot of a MastarLAB 2021 Zoom session.

En el MásterLAB 2021 participaron 22 periodistas mexicanos y uno de El Salvador. (Foto: Cortesía Quinto Elemento Lab)

 

 

Para capacitar sobre este y otros temas a editores mexicanos, la organización está por estrenar su MásterLAB en Edición de Investigaciones 2022, un programa que tiene por objetivo entrenar a cerca de 20 periodistas con al menos dos años de experiencia en edición sobre las herramientas que necesitan para concebir, organizar, narrar y producir poderosas historias, y mantener a sus equipos seguros.

La mayoría de los más de 150 periodistas asesinados en México desde el año 2000, de acuerdo con Artículo 19, eran comunicadores que trabajaban en solitario o de manera independiente, sin monitoreo o seguimiento por parte de un editor o de sus medios de comunicación. De ahí la importancia de capacitar a los editores a dar ese acompañamiento para detectar signos de alarma durante las coberturas, dijo Xanic.

“Ese tipo de cosas las hemos ido aprendiendo más con la improvisación que con conocimiento”, dijo. “Entonces vamos a tener a gente muy experta que está familiarizada con la situación en América Latina, y en México en específico, y que han estado trabajando con periodistas en zonas de altísimo riesgo”.

El MásterLAB en Edición de Investigaciones, coordinado por Xanic y por la exjefa de la oficina de México y Centroamérica de The Associated Press, Kathy Corcoran, se llevará a cabo del 13 de julio al 15 de noviembre de 2022, y consistirá de clases virtuales con instructores, mentorías personalizadas con periodistas de investigación de América Latina, Estados Unidos y Europa, y un bootcamp presencial intensivo en la Ciudad de México.

El programa también buscará capacitar a los editores sobre los estándares técnicos, éticos y legales para apoyar a sus reporteros a realizar investigaciones sólidas e irrefutables que resistan a los ataques y desprestigio del que son víctima muchos periodistas en México, la mayoría de las veces por parte de los grupos en el poder y del propio presidente de la República.

“En la medida en que podamos también blindar nuestro trabajo y volverlo más robusto, más sólido, va a ser más fácil responder o reaccionar a esos alegatos, o se va a encontrar más soporte del público”, dijo Xanic.

Según la periodista, en México los ataques a los periodistas son redituables para los políticos porque entre los comunicadores y los ciudadanos existe un distanciamiento. A través del MásterLAB, se busca enseñar a los editores que desde  la calidad del periodismo y la pertinencia de las historias investigativas se puede acercar el periodismo a la ciudadanía y debilitar el impacto de esos ataques.

“Cada vez que matan a un periodista, los que marchamos somos los periodistas, nadie más, y eso habla de esa lejanía. Nosotros creemos que los editores tienen mucho que hacer por acortar esa brecha desde la agenda, abrazando la autonomía editorial y trayendo al público historias que son más relevantes, que son más importantes en sus vidas y haciéndolo con rigor”, dijo Xanic.

La idea de realizar el MásterLAB en Edición de Investigaciones surgió cuando los fundadores de Quinto Elemento Lab se dieron cuenta que no existían en México muchas oportunidades de formación específicamente para editores, a diferencia de las múltiples opciones de capacitación que hay para reporteros.

Según Xanic, en México un periodista se convierte en editor por ascenso natural en la jerarquía de su medio, pero en ocasiones sin un entrenamiento formal y con únicamente su experiencia en la redacción y la mentoría de otros editores.

“Una de nuestras inquietudes era cómo hacer para que los editores de los medios fueran buenos acompañantes de las reporteras y reporteros cuando hacemos investigación”, dijo la periodista. “Nos dimos cuenta que, al menos en el caso de América Latina, los reporteros han tenido una cantidad de oportunidades increíbles de formación, creo que quizás estos son los años en que podemos pensar que los reporteros estamos más entrenados que nunca [...]. Y constatamos que para editores seguía habiendo una gran falta”.

Ese desbalance en oportunidades puede tener un efecto negativo en la relación reportero-editor, de acuerdo con Arnoldo Cuéllar, fundador y editor del sitio de periodismo investigativo POPLab, del estado de Guanajuato, quien fue miembro de la primera generación del MásterLAB, en 2021.

“Se producen sinergias negativas cuando no están alineados el editor y el reportero. Yo siento que en esa parte de la cadena sí había un vacío. Los editores muchas veces dicen ‘que se capaciten los reporteros’, pero cuando los reporteros llegan capacitados, a veces los editores tienden a minimizar las nuevas habilidades o a no considerarlas, o a no aprovecharlas al máximo”, dijo el periodista a LJR.

En la experiencia de Cuéllar, cuando un editor se capacita provoca que el resto de la redacción replique sus prácticas, de modo que es más fácil que el equipo se alinee en una misma dinámica, además de que ayuda a identificar las fortalezas y  deficiencias de los reporteros.

“Tiene un efecto multiplicador porque, al ir dirigido a un nivel intermedio organizativo, no solamente vas a impactar a una persona, sino a una persona que tiene mando sobre varias personas”, dijo.

Figuras de primer nivel al servicio de los editores

En 2021, 23 editores participaron en la edición piloto del MásterLAB de Quinto Elemento Lab.

A lo largo de 15 sesiones de clases en línea, los participantes aprendieron de 19 periodistas de varias partes del mundo sobre edición y producción de reportajes de investigación, tales como la ganadora del Pulitzer Mary Rashkuma, de la AP; Ginger Thompson y Tracey Weber, de ProPublica (Estados Unidos); Gustavo Gorriti, de IDL-Reporteros (Perú); y Paul Radú, del Organized Crime and Corruption Reporting Project (Rumania), entre otros.

Convocatoria para el programa MásterLAB de Quinto Elemento Lab

Este año, el programa se llevará a cabo del 13 de julio al 15 de noviembre de 2022, y consistirá de clases, mentorías personalizadas y un bootcamp presencial. (Foto: Quinto Elemento Lab)

Además, los participantes tuvieron la oportunidad de compartir 14 sesiones de mentoría con un renombrado periodista cada uno, como David Hidalgo, director de CIPER (Chile); María Carrillo, del Tampa Bay Times (Estados Unidos); Salvador Frausto, de Milenio, (México); y Carrie Kahn, de la NPR (Estados Unidos).

Desde un inicio, el MásterLAB fue concebido como un programa enfocado específicamente en periodismo de investigación, por el perfil de Quinto Elemento Lab de organización que busca alentar la realización de reportajes de investigación que empoderen a la ciudadanía, fortalezcan la rendición de cuentas y ayuden a construir una sociedad más justa y transparente.

“Uno de los desafíos que tienen los editores ahorita es poder conciliar la noticia y el ritmo noticioso de los medios con la investigación”, dijo Xanic. “Tenemos redacciones con cada vez más periodistas más entrenados que podrían hacer investigaciones de temas muy complejos y necesitamos esos editores que sepan acompañar, conducir y asesorar a esos reporteros”.

En la edición piloto del MásterLAB, los participantes desarrollaron proyectos de reportaje a lo largo del curso con el apoyo de sus mentores. Diez de esas investigaciones fueron publicadas, con temas que iban desde las desapariciones por narcotráfico en Sinaloa y la corrupción para localizar a desaparecidos en Veracruz, hasta la ineficiencia de las órdenes de protección a mujeres agredidas y la violencia impune que sufren trabajadoras en la Riviera Maya.

Para la edición de 2022, los participantes también deberán desarrollar una propuesta de reportaje de investigación. Las sesiones de clases serán solo 12 este año y estarán enfocadas en el proceso de cómo conducir la estrategia de un reportaje, el planteamiento de la hipótesis y cómo conducir a los reporteros para asegurar que sigan los pasos adecuados para documentar los hechos.

Las mentorías para desarrollar el proyecto individual serán más breves e intensivas que el año pasado, mientras que el bootcamp estará enfocado en la etapa post-publicación, con temas como producción multimedia y captación de audiencias.

“Cubrimos todo el arco, desde la concepción hasta la diseminación de las historias”, explicó Xanic. “Vamos a estar hablando de las distintas fases de la investigación, de la parte creativa, de cómo acompañarnos en el proceso de escritura y de cómo se narra una investigación, [...] como alcanzar el diseño del trabajo con las audiencias y sobre cómo asegurarnos que esas historias lleguen a donde deben llegar”.

Algunos instructores del año pasado como Ginger Thompson y Tracey Weber, de ProPublica, volverán a participar este año. Igualmente se prevé la participación de periodistas como Tom Kent, autor de los estándares éticos de la AP.

El costo del programa, cuya convocatoria cierra la noche del 19 de junio, es de 20 mil pesos mexicanos (cerca de mil dólares estadounidenses), aunque gracias al apoyo financiero de la organización sin fines de lucro National Endowment for Democracy (NED), Quinto Elemento Lab está abierto a otorgar algunas becas.

Aunque el programa, que se impartirá principalmente en español, con algunas sesiones en inglés, fue creado para editores mexicanos, la convocatoria está abierta a cualquier editor que considere que necesita tomarlo y que pueda trasladarse al bootcamp en la Ciudad de México por cuenta propia. Entre los participantes del año pasado estuvo el salvadoreño Sergio Arauz, subjefe de redacción de El Faro.

“Sabemos que los periodistas en general trabajamos en situaciones de mucha precariedad, pero el costo de la matrícula es menos de la mitad de lo que cuesta el programa”, dijo Xanic. “Este año la mitad del curso se cubre con recursos de la NED y la otra parte con recursos generados por las colegiaturas”.

¿Cómo es el editor que América Latina necesita? 

Tras casi cuatro décadas de experiencia en el periodismo, Arnoldo Cuéllar había venido realizando en los últimos años ciertas labores directivas en el Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública, mejor conocido como POPLab. En título, era editor del medio, pero había tenido poco trabajo editorial directamente con los reporteros.

Por ello, cuando vio la oportunidad de sumarse al MásterLAB en Edición de Investigaciones de 2021, no lo dudó.

Cover of an investigation from the MásterLAB training program

Las investigaciones desarrolladas durante el MásterLAB de 2021 pueden ser consultadas en el sitio web de Quinto Elemento Lab. (Foto: Quinto Elemento Lab)

“Muchas de mis compañeras, sobre todo mujeres, han tomado este tipo de cursos y han desarrollado otras habilidades. Yo quise actualizarme, pero además, como somos pocos [en la redacción de POPLab], también deseaba participar activamente dirigiendo algunas investigaciones”, dijo. “Me faltaban muchas herramientas, sentía que en el tema de periodismo de investigación tenía mucho por aprender y también mucho por desaprender de lo que uno va incorporando en la práctica del oficio”.

A varios meses de haber concluido el curso, Cuéllar ha podido aplicar en su redacción lo aprendido, dirigiendo reportajes de investigación como “Abuso y Despojo”, sobre una operación para despojar a una escuela pública de un fragmento de terreno para la ampliación de la casa de un empresario, o “Gobernar para los Cuates”, sobre cómo el aumento del impuesto predial en la ciudad de Guanajuato beneficiaría a personas cercanas a autoridades municipales.

Tales investigaciones fueron concebidos por Cuéllar y su equipo como reportajes multimedia interactivos desde un inicio, y han tenido un alcance e impacto mayores que los reportajes tradicionales del medio, dijo el editor. Agregó que las enseñanzas del MásterLAB le han permitido hacer una mejor mancuerna con sus reporteras para crear una agenda que tenga impacto en la vida de los ciudadanos de Guanajuato.

“[El MásterLAB] Me ha permitido interactuar mucho más con ellas, se sienten más tranquilas, están haciendo trabajos de más profundidad. Además, se han motivado mucho para plantear historias que requieren este tipo de tratamientos. Ya no solo son ideas mías, sino que ellas están pensando qué hacemos, rebotamos más creativamente los temas que vamos a abordar, tratando siempre de que sean descubrimientos”, dijo.

De acuerdo con Xanic, algunas de las funciones más importantes que debe tener un editor de periodismo de investigación en América Latina son velar por el interés público y guiar a su equipo en buscar historias que aporten a la vida de las localidades. Pero otra función fundamental debe ser ayudar a los reporteros a identificar fallas en los sistemas políticos que perpetúan la inequidad y la injusticia, más allá de solo enfocarse en revelar escándalos de abuso de poder o documentar tramas de corrupción.

“No se trata de exhibir al ladrón sino [enfocarse en] el sistema que ha permitido que él y otros cientos saquen dinero del erario público”, explicó la periodista. “Desarrollar esa sensibilidad también requiere un cierto entrenamiento porque los reporteros estamos muy acostumbrados a la noticia, y el reportaje de investigación busca algo un poco distinto, que es poner el foco en las fallas de los sistemas”.

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