Cuando fue concebida por la editora de formación y seminarios del diario brasileño Folha de S. Paulo, Suzana Singer, la capacitación para personas mayores de 40 años tenía el objetivo de atraer a profesionales cualificados - de carreras diferentes al periodismo - que estuvieran fuera del mercado debido a la crisis económica o porque estaban a punto de retirarse.
“Hoy las personas se están retirando demasiado pronto y empiezan a hacer otras cosas. No dejan de trabajar, muchas se van para el tercer sector o vuelven a estudiar. Y queríamos tratar de aprovechar este impulso para el periodismo en Folha. Decidimos probar esta idea, partiendo de un principio de que hay, debido a la crisis, mucha gente cualificada disponible en el mercado laboral”, dijo Singer al Centro Knight para el Periodismo en las Américas.
Para Carlos Eduardo Lins da Silva, investigador de Wilson Center y uno de los responsables de la ejecución del ‘Proyecto Folha’ - el proceso de modernización del periódico en la década de los 80 que llevó a la creación de capacitaciones -, el nuevo curso es positivo. A pesar de que ya no está en Folha, Silva fue reportero, editor, jefe de redacción, director adjunto, corresponsal en Washington y defensor del lector [ombudsman] del periódico.
“Creo que la formación de periodistas experimentados es una gran idea. La Universidad de Columbia recibe en su maestría de periodismo a muchas personas formadas en otras carreras, a veces mayores de 40 años de edad, y este es uno de los puntos fuertes de atracción del programa. El gran número de inscritos demuestra el éxito de la iniciativa”, aseguró.
En Folha, la demanda también fue alta: cerca de 1.500 inscritos – los entrenamientos tradicionales tienen entre 2 mil y 3 mil inscritos, según el diario. Ahora, Folha trabaja en el proceso de selección que incluye una prueba de conocimientos generales, entrevistas y dinámicas de grupo. El entrenamiento comienza el 3 de octubre y tiene una duración de dos meses.
Según Singer, el curso tendrá un formato diferente, con una carga de trabajo reducida en comparación con la formación para los más jóvenes. Los estudiantes no pasan todo el día en el periódico, y las clases serán por la noche y los sábados.
“Para este grupo de personas mayores, la idea es que muchos puedan trabajar porque no necesitan el día libre para el curso”, dijo la editora.
Por lo tanto, la idea de la formación es ofrecer conocimientos básicos de periodismo y no necesariamente formar reporteros y editores, como en las otras capacitaciones. “Pero podemos formar colaboradores. Por ejemplo, una persona que fue un ejecutivo toda su vida, tiene un buen conocimiento del mercado financiero, y ahora podría escribir informes especiales, comentarios o análisis para Folha”, aseguró Singer.
En principio, el curso estaba dirigido a profesionales de otras áreas, personas mayores que quisieran hacer un cambio de carrera o aprender nuevas habilidades para colaborar con los periódicos. Sin embargo, Singer afirmó que hubo una gran demanda por parte de periodistas.
“Me imagino que hay personas que nunca tuvieron la oportunidad de trabajar en grandes redacciones, y tal vez quieran saber cómo funcionan. El curso también va a estar abierto para periodistas obviamente”, dijo.
Además de colaborar, también existe la posibilidad de contratar a los estudiantes, como sucede en otros cursos. En este caso, no hay una previsión de ofrecer salarios más altos. El valor sería similar al de inicio de carrera.
“Las personas deben estar dispuestas a esto. Por supuesto que vamos a ver qué hay, pero no tenemos ninguna pretensión de ofrecer grandes salarios y grandes vacantes. No estoy diciendo que va a ser un sueldo de principiante, pero es como comenzar de nuevo: para aprender periodismo o para fortalecer esas habilidades”, explicó Singer.
En un contexto en el que las redacciones cuentan cada vez con menos periodistas experimentados, el entrenamiento para mayores de 40 años puede parecer que ignora esta tendencia. ¿Cómo se explica este entrenamiento dentro de los procesos de las empresas de periodismo que tienden a sustituir a los profesionales de mayor edad por unos más jóvenes y baratos? ¿Se trata de un retroceso o una forma de atraer profesionales cualificados y experimentados a un precio más barato?
Según Singer, esta capacitación no encaja en ninguna de estas opciones.
“De hecho, existe este movimiento dentro de las redacciones [de cerrar vacantes a las personas mayores], pero esta capacitación no hace parte de este proceso. Si ese fuera el objetivo [de realizar una sustitución] nosotros elegiríamos a periodistas con más 40 años, imaginando que estos están desempleados y desesperados, dispuestos a aceptar un salario menor. Pero no se trata de esto. Quien fue despedido recientemente por reducción de presupuesto no va a ser sustituido por una de estas personas que vamos a formar. Son dos cosas diferentes”, afirmó la editora.
Para Silva, el despido de periodistas experimentados de las redacciones es muy negativo. “Eso es pésimo tanto para el periódico y como para el lector. No creo que sea una buena política de recursos humanos”, dijo. Sin embargo, Silva tampoco considera que este entrenamiento tenga este propósito. “No creo que esta formación tenga el propósito de sustituir un gran número de periodistas”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.