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Sitio brasileño Fiquem Sabendo cumple dos años con más de mil solicitudes a la Ley de Acceso a la Información

Fiquem Sabendo, sitio digital de periodismo de datos independiente fundado por el periodista brasileño Léo Arcoverde, celebra en mayo su segundo año de existencia, con cientos de reportajes publicados y más de mil pedidos a la Ley de Acceso a la Información (LAI).

El medio, especializado en producir artículos con datos obtenidos mediante la LAI, conmemora su aniversario el mismo mes en que la ley cumple cinco años de su implementación. La LAI entró en en vigor el 15 de mayo de 2012, y Fiquem Sabendo empezó el 26 de mayo de 2015.

En estos dos años, Arcoverde ha publicado 116 artículos sobre seguridad pública, uno de los temas principales de Fiquem Sabendo, así como 85 sobre movilidad urbana y 63 sobre medio ambiente y saneamiento básico. Todo con datos obtenidos gracias a la ley.

“Por más que el poder público irrespete ese derecho, la LAI permite el acceso a bastante información de interés público. Esa herramienta se suma al trabajo de hormiga, de hablar con las personas en las calles. Y, cuando usted conversa con las fuentes, también mejora sus pedidos a la LAI”, explicó el periodista al Centro Knight.

Desde que fue lanzado el sitio, Arcoverde creó el hábito de hacer uno o dos pedidos diarios vía la ley de acceso. “Recibí 623 respuestas solo del gobierno del Estado de São Paulo. Con los de la prefectura y el gobierno federal juntos, ya he realizado más de mil pedidos. Esta semana obtuve cuatro respuestas, y la semana anterior, otras cuatro”, contó.

Las historias llamaron la atención de grandes medios, que publicaron textos del sitio o hicieron reportajes con los datos de Fiquem Sabendo. Gracias a la asociación con UOL, los reportajes de Arcoverde tuvieron mayor repercusión y permanecieron en la lista de los más leídos del portal brasileño durante varios días, según el periodista. Es el caso del reportaje que hizo un mapeo de crímenes, que señaló las calles con mayor número de robo de autos, por ejemplo.

Sin embargo, uno de los artículos más conocidos de Fiquem Sabendo publicó datos inéditos sobre la crisis hídrica que afectó São Paulo entre 2014 y 2015. En ese momento, a pesar de existir varios casos de falta de agua en la ciudad, el gobierno negó estar realizando un racionamiento. El reportaje de Arcoverde fue el primero en publicar el número de casos de escasez de agua registrados por barrio en São Paulo.

Fue inclusive por ese tema que Arcoverde decidió dejar el periódico para el cual trabajaba, Agora, para crear Fiqueram Sabendo. El periodista tenía la función de reportero y editor asistente y estaba muy insatisfecho con los artículos sobre la crisis hídrica que, según él, eran “muy pobres en información”. “Fue una de las peores coberturas que yo había visto en 10 años como periodista. Eso es una crítica a mí trabajo también”, afirmó.

“Nos quedamos meses en la letanía de mostrar a personas sin agua mientras el gobierno negaba el problema. No conseguíamos ninguna estadística que calificara el debate público, que permitiese entender lo que estaba sucediendo. La distribución y el saneamiento están a cargo de una compañía estatal, dirigida por ingenieros. No era posible que no tuviesen ningún dato, un ingeniero habla con cifras en la mano. Después yo entendí que se trataba de una decisión del gobierno de São Paulo de no informar sobre el tema”, recordó Arcoverde.

Frustrado, el periodista pidió ser despedido del periódico y creó Fiquem Sabendo.

“Conseguí los datos por medio de la LAI y, un mes después de publicar en línea el sitio, publiqué el reportaje que siempre quise hacer. Todos los periódicos hicieron eco de mi artículo y citaron a Fiquem Sabendo”, contó.

Según Arcoverde, uno de los motivos para crear el sitio fue la falta de espacio en el impreso para publicar historias sobre temas que él considera importantes. El periodista citó como ejemplo el reportaje del mapeo de crímenes, que expone con detalle barrios y regiones.

“Es un tipo de historia que el periódico acepta una vez, pero no dos ni tres veces. El diario no publica todo lo que usted investiga, eso es normal. Vi que tenía muchos datos que no entraban exactamente en un formato convencional de periódico, pero que era interesante y que podía publicar en otro lugar”, dijo.

Actualmente, Arcoverde sigue haciendo reportajes sobre los asuntos hídricos, tema que se tornó secundario en la prensa escrita luego del fin de la crisis y de la recuperación parcial de las represas.

Modelo de negocios

Dos años después de crear el sitio, Arcoverde aún mantiene Fiquem Sabendo solo. El periodista estuvo un año y medio dedicado exclusivamente al proyecto, pero no consiguió rentabilizar el sitio. La sociedad con UOL pagaba por artículo publicado, como a un freelancer, pero el pago era bajo, según Arcoverde. Por tanto, el periodista tuvo que aceptar otras propuestas y volvió a trabajar en una redacción. “La Globonews vió un artículo del Fiquem Sabendo, y el jefe consiguió mi número en el sitio y me telefoneó”, dijo.

Arcoverde planea hacer una campaña de financiamiento colectivo para Fiquem Sabendo; sin embargo, por ahora no dispone de tiempo para llevarla a cabo. “Trabajo 8 horas en la redacción, y me toma 3 horas el transportarme al trabajo, más el tiempo que le dedico al sitio. También tengo una vida personal, soy esposo y padre. Falta tiempo”, dijo. Por eso, el periodista quiere hacer una campaña de recaudación, para pagar a colaboradores que lo ayuden a producir contenido para el sitio.

Irrespetando la LAI

Además de la falta de tiempo, otra cosa que perjudica el trabajo de Arcoverde es el irrespeto a la Ley de Acceso a la Información por parte del poder público. Según él, la falta de cumplimiento de la ley ha aumentado con el paso de los años.

“El gran problema de la LAI hoy, en su aniversario número cinco, es que las personas que ocupan los cargos más importantes, los que realmente mandan en la administración pública, saben que la ley es una gran herramienta de obtención de información. Los políticos y técnicos saben claramente hoy en día que es por ahí, por la LAI, que los periodistas y las ONG consiguen generar ruido. Por eso, ellos cerraron el grifo”, protestó el periodista.

Él criticó que, en los primeros años de la ley, las respuestas obtenidas eran más completas y neutras. “Cuando nadie le daba bola a la LAI en el poder público, te daban todo bonito. Una planilla entera, y hasta te agradecían por usar la LAI. Ahora hay muchos obstáculos”, afirmó.

Así como muchos periodistas, Arcoverde tuvo que crear estrategias para poder conseguir respuestas. Contó que actualmente divide una solicitud en varias, esperando que al menos una sea atendida. También criticó que el proceso, antes impersonal, está ahora “fulanizado”, es decir, que ahora identifican si el pedido proviene de un periodista para obstaculizar la entrega de las respuestas.

“Ellos están prestando más atención: esto puede resultar en un reportaje. Por saber que soy yo quien está preguntando, ya sé que le tomarán mayor atención al pedido, y que la va a ser más sesgada, porque ellos responden preocupados por el impacto negativo que pueda tener. Ellos me llaman al celular personal, ¡eso es inconcebible!”, afirmó el periodista. “Lamentablemente, irrespetar la LAI se ha convertido en política pública”, concluyó.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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