El periodista salvadoreño Manuel Durán por fin puede estar tranquilo. Luego de cuatro años de incertidumbre y batalla legal, al comunicador le fue otorgado el asilo en Estados Unidos el pasado 23 de marzo en una corte de inmigración de Memphis, Tennessee.
El juez David Russo determinó que la Primera Enmienda es uno de los derechos más apreciados en el país y agradeció a Durán por su valentía de informar sobre la corrupción, de acuerdo con el equipo de abogados del periodista. El asilo otorgado abre a Durán el camino hacia la residencia legal en Estados Unidos.
“Estoy muy emocionado porque sé que muchas cosas van a cambiar para bien y voy a lograr lo que siempre he querido, que es estar concentrado en el trabajo periodístico, poder ayudar a mi comunidad hispana aquí en Memphis”, dijo Durán en entrevista telefónica con LatAm Journalism Review (LJR). “Pienso que voy a tener un poco más de factibilidad, de libertad para hacer el trabajo que realmente me emociona, que es informar, hacerlo con más precisión, con más seguridad y con más valor de lo que lo había venido haciendo”.
Los abogados de Durán afirmaron que si bien el periodista tuvo la fortuna de que su caso fuera analizado por un juez que encontró que su caso entraba dentro de los límites del asilo, también contó con un equipo de abogados y un círculo de apoyo a los cuales no todos los solicitantes de asilo tienen acceso.
“Estas cortes son todas diferentes en términos de la hostilidad hacia los solicitantes, en términos de la amplitud con la que los jueces ven el asilo”, dijo a LJR la abogada Gracie Willis, del despacho Southern Poverty Law Center (SPLC), el cual representó a Durán ante los tribunales. “Fuimos muy afortunados en este caso con el juez que articuló la situación de Manuel, que es alguien que se expresa políticamente y es perseguido por ello, como algo que recae en el ámbito del asilo”.
El apoyo recibido por organismos nacionales e internacionales de defensa de periodistas y de la libertad de expresión jugaron un rol clave en la resolución del caso de Durán, según la abogada. Organizaciones como la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos, Reporteros Sin Fronteras, la Associated Press Media Editors, la Coalición Nacional de Medios Hispanos y PEN America presentaron peticiones amicus curiae en apoyo a Durán durante el proceso legal.
“Las palabras en esos documentos fueron muy poderosas. Y las muestras internacionales de solidaridad y preocupación por amplificar la esencia del testimonio de Manuel, de su muy real experiencia y de su muy real miedo, también fueron muy poderosas”, dijo Willis.
Los abogados de Durán esperan que este caso sirva para sentar precedente en futuras solicitudes de asilo de periodistas que buscan protección, así como para señalar la necesidad de reformar las cortes de inmigración de modo que no sea excepcional que casos como los del comunicador lleguen a buen término.
“Hay periodistas a los que se les ha negado [el asilo], hay activistas a los que también se les ha negado, pero también hay periodistas y activistas que lo han ganado en el pasado. Nosotros pudimos señalar esos casos y decir ‘miren, esto ya se ha hecho anteriormente'”, dijo Willis. “Esperamos que el nombre de Manuel pueda ser agregado a esa lista de historias de éxito y que otras personas puedan señalarlo en sus casos de asilo y que pueda crear un mayor incentivo o una mayor presión para que este tipo de casos sean tomados con más seriedad”.
Aunque el caso contra Durán tuvo que ver con su estatus migratorio, el periodista cree que su detención y posterior amenaza de deportación estuvieron relacionados con su labor informativa sobre casos de corrupción en El Salvador y de su cobertura sobre algunas acciones de las autoridades de Memphis.
El periodista relató que una fuente cercana al gobierno del expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén le dijo personalmente que había existido una comunicación de dicha administración con autoridades de Estados Unidos con el objetivo de que se revisara su situación migratoria.
Durán, quien llegó a Estados Unidos en 2006, fue arrestado el 3 de abril de 2018 bajo los cargos de alteración del orden y bloqueo de una vía principal mientras cubría una protesta en Memphis. Aunque los cargos fueron retirados dos días después, al salir de la prisión del Condado de Shelby, fue detenido por elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a causa de su estatus legal.
“Me llamó la atención ese dato, además luego lo relacioné con la forma como me arrestaron”, dijo Durán. “¿Cómo es posible que me haya arrestado un grupo de policías que se encarga de arrestar a pandilleros? Yo no era pandillero, no pertenezco a ninguna pandilla. [...] Yo pienso que sí tuvo mucho que ver [mi labor periodística], no solamente fueron procedimientos migratorios, yo estoy seguro que tuvo tintes políticos toda esta situación”.
El arresto de Durán presuntamente se debió en realidad a que este había publicado contenido con críticas al Departamento de Policía de Memphis y que inclusive un miembro del Departamento le había pedido vía mensaje de texto eliminar las historias críticas de la red y reunirse con un alto mando de la corporación , dijeron entonces sus abogados.
Durán pasó un año en diferentes centros de detención de Louisiana y Alabama bajo el argumento de que tenía pendiente una orden de deportación emitida en 2007 por no presentarse a una audiencia en la corte. Fue liberado en julio de 2019 tras pagar una fianza de US 2 mil dólares.
La Corte de Apelaciones del 11 Circuito en Atlanta le otorgó entonces una medida de protección indefinida contra la deportación mientras se debatía su caso. El SPLC solicitó entonces el asilo para Durán, bajo el argumento de que la situación para los periodistas había empeorado en su país de origen y que el comunicador podría estar en peligro si regresaba.
“Siempre soñé con hacer periodismo en mi país. Lamentablemente no se pudo por la hostilidad de los gobiernos que dirigen el país, lo corrupto que ha sido el sistema. Ahora lo tengo que hacer desde acá, y lo hago con mucho gusto. Estoy complacido y lo voy a seguir haciendo”, dijo el periodista, quien agregó que planea continuar su trabajo al frente del portal Memphis Noticias, además de seguir haciendo colaboraciones para medios como Telemundo y CNN.
Manuel Durán mostró solidaridad y apoyo hacia los periodistas mexicanos ante la ola de violencia que ha dejado al menos nueve colegas asesinados en lo que va de 2022, y ante las campañas de linchamiento hacia la prensa generadas principalmente por el discurso hostil del presidente de México.
“Esta administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador no hace absolutamente nada por darles garantías a los periodistas en México. Lo lamento mucho, me duele en el alma que eso esté pasando, porque como dije, ningún periodista debería tener miedo de hacer su trabajo. Porque estamos informando, estamos aportando a la democracia para que los países sean mejores, para que las comunidades sean mejores”, dijo.
En lo que se refiere a su país, Durán considera que las condiciones hostiles hacia los periodistas han empeorado bajo el mandato de Nayib Bukele. En 2021 se dio a conocer que decenas de periodistas en El Salvador fueron objeto de espionaje digital aparentemente con recursos públicos.
Además, también en 2021 el gobierno de Bukele promovió la Ley de Agentes Extranjeros, considerada como un mecanismo de espionaje financiero e intimidación contra organizaciones civiles y medios de comunicación que reciben financiamiento o donaciones del extranjero.
“También me uno al sentimiento de periodistas en todo Centroamérica, donde es difícil hacer el trabajo periodístico”, dijo Durán. “Estoy solidario con todos los periodistas que hacen el trabajo a pesar de tener miedo, a pesar de estar en peligro”.