Por Vanessa Higgins Joyce y Júlio Lubianco
América Latina reportó su primer caso de COVID-19 a finales de febrero, el cual coincidió con el comienzo del año académico. La pandemia global sorprendió a las universidades, y los profesores de periodismo de toda la región tuvieron que adaptarse.
“Tienes que tomar en cuenta que el año académico en la UDP (Universidad Diego Portales) comenzó el 9 de marzo y las clases se suspendieron el 13 de marzo”, dijo Francisca Skoknic, directora de la Facultad de Periodismo en Chile al Centro Knight. “Los alumnos de primer año comenzaban sus actividades recién el 16, es decir, nunca han tenido clases presenciales”.
Con la suspensión de clases presenciales, muchos profesores de periodismo migraron sus cursos a plataformas en línea debido a que no había una perspectiva a corto plazo de regresar a las aulas. Entre los muchos desafíos que enfrentan las facultades de periodismo están el saber cómo lidiar con los diferentes niveles de acceso que tienen los estudiantes a la tecnología, el internet inestable y la falta de disponibilidad de equipo.
“Con todos los miembros de la familia trabajando y estudiando desde el hogar, todos necesitan usar la misma computadora y no siempre está disponible el equipo para el estudiante al momento de la clase”, dijo Tatiana Siciliano, coordinadora de pregrado del Departamento de Comunicación de PUC- Río (Pontifícia Universidade Católica), al Centro Knight. “La orientación de la universidad es que los cursos sean más flexibles, expandir la oferta de contenido asincrónico, como los videos, lecturas y otro material”.
Algunas universidades proveyeron a sus estudiantes con recursos para la transición. La UDP de Chile proveyó más de 2.000 chips de internet inalámbrico y 500 computadoras, según Skokni. En Colombia, las universidades rápidamente proveyeron a los estudiantes con licencias de Adobe Suite, según Víctor García-Perdomo de la Universidad de La Sabana. Pero eso también presentó el obstáculo de algunos alumnos del tener el acceso adecuado tecnológico. Algunas universidades estatales en Argentina, según Adriana Amado, pospusieron sus clases hasta el próximo semestre.
Ese es también el caso en Brasil, donde la Universidad Federal Fluminense (Universidade Federal Fluminense) optó por posponer las clases, ya que muchos estudiantes dependen de la infraestructura de la universidad para acceder a internet, según la profesora Adriana Barsotti. “Para no cerrar por completo mi clase, me he puesto en contacto con ellos [estudiantes] a través de las redes sociales y les he recomendado cursos en línea para quienes pueden acceder a ellos en línea, pero nada institucional, nada que les dé crédito universitario”, dijo.
Mientras algunas universidades han optado en contra de transicionar al aprendizaje en línea, por razones tecnológicas y pedagógicas, muchas otras han optado por la enseñanza en línea. Y la transición fue rápida. En la PUC-Río de Brasil, por ejemplo, sólo hubo una semana entre cuando las clases presenciales fueron suspendidas y el comienzo del aprendizaje en línea. “Todo mundo se tuvo que reinventar al momento”, dijo Siciliano.
Pocos profesores tuvieron el entrenamiento o la experiencia necesaria para dar sus clases en línea. Ingrid Bachmann, directora de la Facultad de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica de Chile, dijo que esta universidad tuvo una inesperada primera prueba para que el departamento transicionara a cursos en línea debido a las protestas chilenas de 2019-2020.
“En Católica el año pasado tuvimos que dar clases en línea durante las últimas tres semanas de nuestro semestre de primavera (el campus no estaba cerrado, pero ir y venir del campus era complicado, incluso inseguro)”, dijo Bachmann al Centro Knight. Para adaptarse a cómo iban a entregar el contenido, el departamento de Bachmann desarrolló herramientas útiles para los estudiantes, el manual transmedia KitMu.cl y el kit de accesorios móviles KitMovil.com, que ahora son de mucha ayuda.
María Isabel Magaña, profesora de la Facultad de Periodismo de La Sabana en Colombia, dijo que a la universidad le tomó solo un par de días mover sus actividades en línea. “Fue muy rápido y los maestros fueron entrenados previamente para usar las herramientas en línea como Teams o Blackboard. La primera semana fue una semana de prueba para que pudiéramos transformar nuestras clases para permitirnos darlas digitalmente. Luego simplemente las dimos”, le dijo al Centro Knight.
El aprender al pasar del tiempo, sin embargo, ha sido la experiencia más común. Frida Rodelo, profesora de la Universidad de Guadalajara, México, le dijo al Centro Knight, “las autoridades... no nos pidieron una adaptación o cambio específico, más allá de continuar a distancia y de modificar todas las actividades que hubieran estado diseñadas para llevarse a cabo de manera presencial, como lo son las tareas en equipo o las prácticas en campo”. “Con el paso de los días a través de correos se nos dio conocimiento acerca de seminarios virtuales sobre herramientas y educación en línea y de ciertos servicios especiales que podemos usar porque nuestra universidad tiene licencia”. agregó.
Una educación más flexible y un periodismo resistente
“De los cursos que ofrecemos de comunicación, periodismo es uno de los más difíciles de cambiar de ser presencial”, dijo el profesor brasileño Siciliano. “Escribir es simple. Pero toda la parte técnica, lo que necesita edición, es más difícil porque requiere un estudio de grabación, equipo”, dijo. Su departamento se ha adaptado mediante el uso de software gratuito y la producción de videos tutoriales.
Las clases de radio y televisión parecen ser un desafío más difícil para adaptarse al formato en línea. Sin el acceso al estudio de grabación y a las estaciones de edición, la solución es trabajar en casa con aplicaciones de celulares y software gratuito. “Perdemos en términos de calidad, pero ganamos en relación con su resistencia y capacidad de improvisar. Este es un argumento que yo uso para motivarles (estudiantes)", dijo la profesora Lúcia Santa Cruz de la Escola Superior de Propaganda e Marketing de Río de Janeiro, Brasil, al Centro Knight.
En la Universidad de La Sabana en Colombia, aunque la escuela enfatiza en que los estudiantes salgan a las calles y no enfatiza tanto el reportar en línea, los profesores han cambiado rápidamente a usar fuentes y datos abiertos, según García-Perdomo. El que los estudiantes mejoren sus habilidades de adquirir información en línea ha sido un resultado positivo que surge debido a la necesaria flexibilidad, dijo. De manera similar, la profesora Santa Cruz dijo, “todos las salas de redacción están trabajando así (de manera remota). Es posible hacerlo desde casa. Eso nos da una dinámica y experiencia que le permite a los estudiantes ejercer el periodismo en cualquier condición adversas y con alta calidad”.
Adriana Amado, presidente de Info Ciudadana, una organización que fomenta la información cívica, y profesora de periodismo en Argentina, utilizó Twitter como plataforma de enseñanza y como herramienta para que participen sus alumnos. Ella asignó a sus alumnos a que usen Twitter para tener conversaciones abiertas, diseñó tareas utilizando las cuentas de Twitter como foco e incluso realizó exámenes utilizando la plataforma de esta red social. Twitter se convirtió en una plataforma y un recurso para su curso. Amado dijo que la experiencia ha sido muy positiva, ya que los estudiantes se han visto obligados a aprender a usar la plataforma y participar de manera pública, y a eliminar los temores de usar las redes sociales. Sus estudiantes se resistieron a usar WhatsApp para las reuniones y conversar, pero ahora están aprendiendo cómo adaptarse.
“Para mí, el obstáculo más grande ha sido el reducir el tiempo de mis lecturas (no tiene caso que tenga una lectura de tres horas en línea), y asegurarme de que los estudiantes estén aprendiendo a través del trabajo y tareas independientes”, dijo Magaña, de La Sabana de Colombia. Ella adoptó su pedagogía: “He estado usando el método del aula invertida, ha funcionado, pero ha sido un desafío constante”, dijo. Su colega, García-Perdomo, dijo que él se la pasa el doble del tiempo que antes en calificar y estar en contacto directo con los estudiantes, pero, según él, vale la pena en tener textos de mejor calidad.
Bachmann, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, extraña ver a sus alumnos en persona. “La falta de interacción tradicional en un aula hace que sea difícil tener una idea de cómo fue la sesión (tradicionalmente, puedes ver esos momentos de bombilla cuando los estudiantes entienden algo). Extraño eso”. Perder la conexión personal y el contacto humano fue un tema común entre los profesores de periodismo.
Recursos en línea, y no se te olviden tus amigos
La profesora colombiana Magaña ha estado tomando provecho de varios recursos en línea para su clase de datos, como sesiones dadas en línea por medios de comunicación como el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ), la Red Global de Periodismo de Investigación (GIJN) o el Foro Iberoamericano de la Salud y el COVID-19, al cual están atendiendo sus estudiantes. Adicionalmente, ella recomienda que se apoyen de sus amigos. “Conoces a muchos profesionales grandiosos que pueden enseñarles a tus alumnos algo valioso. Invítalos a que den una charla. Usa los múltiples recursos que están creando las organizaciones de periodismo para entrenar a tus estudiantes”, sugirió.
El estar en casa puede expandir los horizontes de los estudiantes. Magaña dijo que el verse forzada al estar en casa, “de hecho te da la oportunidad para que ellos estén ‘al mismo nivel’ con los profesionales en China, Pakistán, España… ¡pueden aprender de ellos sin tener que viajar a una conferencia cara!". "Sé creativo, empuja tus límites y obliga a tus estudiantes a que den el siguiente paso”, agregó.
La estrategia de invitar a oradores invitados también es utilizada en PUC-Río, donde los profesores organizan presentaciones en vivo a través de Zoom o Skype, disponibles a estudiantes de otros cursos las cuales se pueden acceder en una fecha posterior a través de video o podcast.
La profesora brasileña Santa Cruz dijo que el reporteo de sus alumnos también migró a Skype o a Zoom y, con eso, expandieron sus límites. Uno de los grupos de estudiantes que realiza un podcast sobre nutrición decidió escuchar a personas de todas las diferentes regiones del país. "No lo harían si no fuera por la situación actual", dijo la profesora.
García-Perdomo recomendó los recursos puestos a disposición por el Knight Lab de la Universidad de Northwestern, como las herramientas de narración Juxtapose, que hace comparaciones de cuadros, y Soundcite, que permite que el audio esté integrado en la nota. Skoknic, del UDP de Chile, recomendó las herramientas como Jamboard y Google Classroom. Además, dijo, “compartir la experiencia entre profesores es también muy importante. Por ejemplo, ayer un profesor de radio (Patricio Cuevas) grabó un podcast en el que enseña las mejores formas para capturar audio y hacer entrevistas desde la casa".
Su colega, Andrea Insunza Corvalán, quien enseña periodismo investigativo en la UDP, dijo que “trabajamos fuertemente en definir noticias de investigación que les permitan usar herramientas digitales de reporteo. En Chile tenemos una Ley de Acceso a la Información Pública que nos permite solicitar información, pero también acceder a muchos datos sobre organismos públicos que están en la web”. Agregó que los estudiantes también pueden acceder a muchas herramientas en las empresas y el poder judicial, lo que les permite acceder y procesar estos datos, lo cual es muy importante para las investigaciones.
La profesora Bachman usa Loom y ActivePresenter para sus videos asincrónicos. Recomienda el KitMu.cl y KitMovil.com desarrollados por su departamento y dijo: “Es un cliché común decir que esta generación es nativa digitalmente y asumir que estos estudiantes universitarios saben todo lo digital mejor que nosotros. No es necesariamente así, y estos sitios se complementan entre sí al mostrarles a los estudiantes las aplicaciones que pueden usar para diferentes propósitos de generación de contenido y reportajes, y tienen tutoriales en español simple sobre cómo usarlos”. Bachmann también recomendó suscribirse a “Sala de Herramientas”. “Es un nuevo boletín sobre la enseñanza del periodismo en tiempos de pandemia de Patricio Contreras, periodista y profesor de periodismo chileno”, dijo.
Lecciones de la pandemia
Skoknic dijo que la pandemia ha sido “desafiante y probablemente les deje lecciones de hábitos y responsabilidad, pues este nuevo formato requiere de mucha más voluntad y organización de su parte”. Ella está esperanzada, al decir que a los estudiantes de su universidad les está yendo bien en sus clases.
La profesora Rodelo, de México, estuvo de acuerdo en que la pandemia les enseñará a “organizar su tiempo y a manejar su estrés". La profesora Bachmann enfatizó en la necesidad de flexibilidad y adaptabilidad, y que los estudiantes se beneficiarán más al aprender cómo responder a una situación inesperada, una habilidad que les servirá bien en su profesión.
La profesora Mariana Filgueiras, de la UFRJ en Brasil, dijo que una vez que las clases vuelvan a ser presenciales, la expectativa es encontrar estudiantes más maduros, con habilidades de pensamiento más crítico y que estén comprometidos con su profesión. “No dudo de que encontraré a ciudadanos mejor preparados para trabajar como periodistas, aunque sea por una razón trágica (...) Estamos viviendo algo impensable y no creo que vivirlo sea una pérdida de tiempo. Ganamos mucho en perspectiva crítica si sobrevivimos, y esto nos hará mejores periodistas”.
La profesora Magaña de Chile argumentó: “La vida de un periodista nunca ha sido fácil. Requiere creatividad, fuerza, esperanza y valor. Esta pandemia puede ayudar a desarrollar esas características”.