La madrugada del pasado martes, 1º de noviembre, un explosivo detonó frente al edificio del grupo Copesa, destruyendo varias ventanas, mas sin dejar heridos, informó la Agencia EFE. Copesa es responsable de la publicación en Chile de los diarios La Tercera, La Cuarta, La Hora y de la revista Qué Pasa.
Según la policia, la bomba se encontraba en el interior de un extintor de incendios y no había nada indicando la autoría del atentado o su motivación, según La Nación.
La semana anterior, otra bomba fue descubierta en la Catedral Metropolitana de Santiago, mas fue desactivada antes de detonar. Para los investigadores, los dos episodios están relacionados, pues los explosivos usados tenían características semejantes, explicó Radio Uchile.
En una nota, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó preocupación ante el ataque en Chile. La entidad también hizo referencia a los recientes atentados a tiros contra el carro de un canal de TV en Argentina y un periodista de Honduras.
El presidente de la SIP, Milton Coleman, editor del diario The Washington Post, resaltó que "aunque en esta ocasión no haya habido víctimas, es necesario que las autoridades estén cada vez más conscientes de los riesgos a los que están expuestos los medios y los periodistas".
El vocero del gobierno chileno, Andrés Chadwick, repudió el incidente, que denominó como “un ataque a la libertad de prensa”, según el portal El Dínamo.
