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Programas de formación para periodistas negros buscan aumentar diversidad racial en redacciones de Brasil

A mediados de agosto de 2021, una firma corredora de inversiones brasileña publicó una fotografía de su equipo en Instagram: cerca de 100 personas, todas blancas (y la mayoría de ellas, hombres). En un país en el que 54.5 por ciento de la población es negra, la falta de diversidad racial mostrada en la foto generó críticas en redes sociales e incluso una acción judicial.

Una imagen protagonizada en su mayoría (o en su totalidad) por personas blancas podría también ser el retrato de muchas de las más grandes salas de redacción de Brasil. De hecho, es el retrato de los grupos de aprendices capacitados por Folha de S.Paulo, como se puede ver en las imágenes que ilustran un artículo en el propio periódico sobre su popular Programa de Formación en Periodismo Diario, creado en 1988 y el cual llegó a su edición 65 en 2021.

Sin embargo, en esta última edición del programa de entrenamiento y por primera vez en 33 años, el periódico decidió seleccionar exclusivamente a profesionales negros. La iniciativa es parte de los esfuerzos de Folha para hacer su redacción más diversa, dijo Flavia Lima, actual editora de diversidad del diario y coordinadora de esta edición del programa, a LatAm Journalism Review (LJR).

Miembros del programa de entrenamiento de Folha de 2021.

Miembros del programa de entrenamiento de Folha de 2021. (Foto: Folhapress)

Además de Folha, Nexo Jornal también lanzó un programa de entrenamiento exclusivo para personas negras en 2021. Estas iniciativas buscan romper algunas de las barreras que dificultan el ingreso y la permanencia de periodistas negros en las redacciones brasileñas, así como despertar debates sobre el racismo y el blanquismo en las organizaciones.

“El [programa de] entrenamiento es el principal programa de selección de nuevos talentos de Folha de S.Paulo”, dijo Lima. “En todos estos años, mucha gente que llegó a funciones de dirección en el periódico salió de esos programas. Actualmente, por ejemplo, los dos editores en jefe de la redacción (un nivel por debajo del director de la redacción, Sérgio Dávila) pasaron por el entrenamiento de Folha. Es por eso que es relevante tener un programa de formación dirigido a personas negras si el objetivo es contar con persons de diversos colores y orígenes en las redacciones”.

Flavia Lima del diario Folha de Brasil.

Flavia Lima del diario Folha. (Foto: Cortesía)

De acuerdo con Lima, el periódico recientemente llevó a cabo un censo de sus empleados, y “el retrato que salió a la luz de esta redacción de Folha fue aún esencialmente blanco y todavía un poco más masculino que femenino”.

“El sondeo dejó claro que Folha está aún lejos de llegar a donde quiere llegar, que es tener una redacción que refleje mejor a la sociedad en la que vivimos, que tenga más pluralidad y que sea más democrática”, dijo.

“Las salas de redacción -y no solo estoy hablando de Folha, sino de las grandes redacciones, de periódicos tradicionales- son todavía muy homogéneas. Los profesionales vienen en su mayoría de la clase media blanca, con visiones del mundo, hábitos y rutinas muy similares, y es inevitable que esto termine siendo reflejado en la cobertura que se hace, para donde se mire, en lo que creemos que es relevante”, dijo.

El programa de formación de Folha dirigido a profesionales negros recibió cerca de 2.400 solicitudes, el equivalente a 133 candidatos por vacante. Dieciocho personas (11 hombres y siete mujeres) fueron seleccionados y tomaron clases en línea por las noches durante tres meses con profesionales del diario e instructores invitados. También crearon un documento especial con el tema de Afrofuturismo, publicado en la edición de Folha del 2 de agosto.

Uno de los principales objetivos del programa, de acuerdo con su coordinadora, fue “absorber” a profesionales de la redacción de Folha. De las 18 personas que tomaron el curso, una ya estaba trabajando en el periódico, 12 fueron contratados y dos están “en proceso” de ser contratados, mientras que otros tres están trabajando en otras organizaciones, dijo.

“Veo mucha posibilidad, mucho potencial en esto. Creo que Folha hizo muy bien en hacer esto y puede ganar muchísimo de estas nuevas visiones”.

De acuerdo con Lima, el programa de formación de Folha dirigido exclusivamente a profesionales negros se realizará anualmente en el periódico.

“Creo que el primer paso fue dado, que es reconocer que existe un problema y que se está dispuesto a encararlo, sabiendo que la solución no vendrá de un día para otro, que es un proceso, que deconstruir algo tan enraizado va a llevar un tiempo”, dijo. “Tengo 20 años en el periodismo y nunca había visto algo así antes. Entonces esto me deja muchas esperanzas de que podemos tener redacciones y coberturas periodísticas más democráticas, que el periodismo se puede volver en sí mismo más democrático, que puede reflejar mejor nuestros problemas como sociedad, nuestras diferentes percepciones, las diferentes voces, o sea, que el debate se pueda dar incluyendo a mucho más gente”.

Formación para estudiantes de Nexo

Al igual que Folha, el medio nativo digital Nexo Jornal también lanzó un programa de formación dirigido exclusivamente a personas negras este año. El Programa Diversidad Racial en la Comunicación seleccionó a 10 estudiantes negros de periodismo a lo largo del país, quienes se reunirán tres veces a la semana durante 10 meses para asistir a clases en línea de prácticas periodísticas y de inglés.

“Cualquier estrategia de acción afirmativa en Brasil tiene primero un carácter de reparación histórica”, dijo Paula Miraglia, cofundadora y directora general de Nexo, a LJR. “Brasil es un país racista, un país donde el racismo todavía tiene un papel muy importante en la configuración de las relaciones sociales, de las oportunidades. Entonces es necesario que pensemos en programas como este y muchos otros con una política de reparación histórica, y esas políticas son absolutamente necesarias”.

El programa, el cual fue pensado para llevarse a cabo en persona, terminó siendo adaptado al ambiente virtual tras el inicio de la pandemia por COVID-19. Para Miraglia, esto terminó siendo algo positivo, dado que fue posible abrir el programa a gente de todo el país, y por fin pudieron seleccionar a estudiantes de las regiones norte y noreste, además del sureste, donde se ubica la redacción de Nexo, en São Paulo.

“Tenemos la oportunidad de discutir, de interactuar, de pensar en un periodismo a partir de diversas realidades, y eso enriquece mucho todo el proceso”, dijo.

 

Trainees at Nexo

Grupo de estudiantes de Nexo. (Foto: Cortesía Camila Silva)

La intención es preparar a los estudiantes para trabajar en cualquier sala de redacción, no solo en la de Nexo.

“Creamos un programa para que ninguna redacción les pueda decir que no [a estos profesionales]”, explicó Camila Silva, coordinadora del programa, a LJR. “Porque lo que existen son varias etapas y varias cosas básicamente programadas para que determinadas personas no puedan acceder a determinados espacios, como las redacciones de un periódico”.

Tales barreras serían, por ejemplo, el requisito de una redacción impecable y del dominio del inglés, incluyendo para becarios. Muchas redacciones, dijo Silva, quieren para prácticas profesionales “a una persona con habilidades para escribir texto, que sea alguien que ya ha tenido la oportunidad de trabajar en su escritura, que haya escrito toda su vida, a quien se le haya fomentado la educación y la cultura en casa, quien no necesite trabajar para sobrevivir y quien no tenga que elegir entre estudiar inglés o no para sobrevivir en casa con su familia”.

Camila Silva de Nexo, Brasil.

Camila Silva de Nexo. (Foto: Cortesía)

El programa de Nexo, por tanto, está trabajando con los estudiantes para que estos puedan cumplir con esos requisitos, incluso si estos no tienen mucho sentido, dijo.

Otro efecto esperado del programa, el cual recibió 348 solicitudes para 10 vacantes, es “impactar en el mercado” e inspirar a otras redacciones a “hacer su parte”, dijo Silva.

“Cuando llegas a algunas redacciones que son muy blancas, las personas dicen 'ah, no tenemos profesionales negros aquí porque no los encontramos'. Partimos del principio de que solo al sacar este proyecto a la calle, ya estamos diciendo que la verdad es que sí hay, en todo Brasil, estudiantes del norte, del noreste, y personas formadas y muy bien calificadas que se inscribieron para participar en este proceso, incluso siendo para estudiantes, entonces esa ya es una excusa inválida”.

Entrenamiento anti-racista para profesionales blancos en redacciones

En 2019, la periodista Yasmin Santos presentó su trabajo final del programa de periodismo de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, titulado “Letra preta: a inserção de jornalistas negros no impresso”  (Letra Negra: La inclusión de periodistas negros en impreso). Santos entrevistó a 47 periodistas negros que trabajaban o habían trabajado en periódicos impresos en Brasil y les preguntó sobre sus experiencias en las redacciones. Su investigación también fue compartida en un artículo en la revista Piauí, donde ella estaba trabajando en ese momento.

Santos le preguntó a sus entrevistados cuántos periodistas negros habían tenido como compañeros en sus carreras: 45 por ciento de ellos dijo que trabajó con hasta cinco colegas negros en las redacciones por las que habían pasado, 19 por ciento dijo que habían trabajado con hasta 10 colegas negros y 10.6 por ciento trabajó con hasta 20 colegas negros. Cerca del 9 por ciento dijo que nunca había tenido compañeros de trabajo negros.

También les preguntó si habían tenido un jefe negro en las redacciones donde habían trabajado. Solo el 23 por ciento respondió que sí, y ninguno de los 47 entrevistados dijeron haber visto tres o más personas negras en posiciones directivas a lo largo de sus carreras profesionales.

Yasmin Santos

Periodista Yasmin Santos (Cortesía)

Más de la mitad de los periodistas entrevistados por Santos (55%) dijeron que habían sufrido de racismo en su lugar de trabajo, tanto por parte de compañeros como de sus jefes.

Santos dijo a LJR que ve con buenos ojos las iniciativas de formación exclusivas para gente negra. Sin embargo, “es mucho más fácil invertir en esos jóvenes y estudiantes que están entrando y que van a ocupar cargos menores dentro de la empresa, cargos pequeños, que pensar en cómo también se puede contratar personas negras para posiciones de editores, jefes de redacción y cargos más altos”, señaló.

“Creo que es un paso importante, pero es un paso todavía muy inicial, porque necesitamos discutir esto de forma estructural”, dijo. “También me preocupa mucho no solo el ingreso, más bien la permanencia de estos profesionales, porque esas redacciones necesitan estar abiertas, necesitan estar reflexionando sobre diversidad, sobre racismo, para poder acoger a esos profesionales, porque las redacciones brasileñas todavía no son un ambiente acogedor para esos profesionales. Es necesario que las redacciones se repiensen para que esos profesionales puedan continuar no solo dentro de esa redacción, sino dentro de esta carrera, para que ellos puedan crecer dentro de esta carrera”.

Este tipo de reflexión está ocurriendo en las redacciones de Folha y de Nexo, según Flavia Lima y Camila Silva.

En Folha, “hay un diálogo que viene sucediendo entre los directores de la redacción, los editores gerentes de la redacción y los periodistas, reporteros y editores, de que la diversidad es una necesidad”, dijo Lima.

El periódico “ha estado promoviendo seminarios, invitando a expertos a hablar a la redacción, en grandes eventos que reúnen a todos los profesionales [del periódico] para escuchar a estos expertos y entender un poco acerca de nuestros problemas, las raíces de por qué no somos muy plurales y cómo enfrentar esto de una forma más pragmática y efectiva”, dijo.

“Obviamente es importante que los esfuerzos no se agoten en la formación, especialmente para que no nos tome cinco, 10, 15 años para ver a estos mismos profesionales en posiciones de liderazgo”, dijo la editora de diversidad de Folha.

Sobre Nexo, Silva dijo, “desde que comenzamos el programa, sentimos que era necesario tener una mirada más cuidadosa dentro de la redacción, porque estas personas serían las que recibirían a este grupo que estaría llegando del programa de diversidad”.

Se buscó “traer un proceso educacional dentro de la redacción”, también invitando a personas a hablar con los periodistas, como la periodista y escritora Bianca Santana, quien habló sobre periodismo y negritud, y la psicóloga e investigadora Lia Vainer Schucman, quien habló de blanquismo y racismo.

Además, según Silva, Nexo ha estado tratando de contratar a más profesionales negros.

“Ya estábamos pensando que no es posible tener una redacción blanca, mayoritariamente blanca, y tener un programa para gente negra, porque la gente tiene que verse a sí misma, se tienen que sentir a salvo, bienvenidos”, dijo.

Marcelle Chagas, fundadora y coordinadora de la Red de Periodistas para la Diversidad en la Comunicación, también considera valiosas las iniciativas de formación para personas negras, pero hace la observación de que estas pudieron haberse desarrollado hace más tiempo.

“Valoro de forma positiva que después de años de una estructura de comunicación con poca o ninguna participación de negros e indígenas se piense en incluir nuevas narrativas, sin embargo creo que son pocas acciones dada la historia del periodismo en Brasil”, dijo a LJR.

Miraglia dijo que, aunque el programa de Nexo está todavía en su mes cuatro de los 10 planeados, un punto que se ha vuelto evidente es que es necesario “pensar sobre este problema de una forma más organizada e intencional”.

“Si nosotros, las organizaciones de medios en Brasil, pretendemos de hecho asumir un compromiso con la diversidad de nuestros equipos, es preciso que haya un esfuerzo pensado, planeado, intencional, porque eso no es algo que va a suceder naturalmente”, dijo. “Veo eso también como un balance del programa, porque también vemos cuáles son las limitaciones impuestas en las trayectorias de las personas, que no necesariamente tienen las mismas oportunidades, no necesariamente tienen los mismos caminos de formación, entonces es necesario que tengamos esa conciencia si queremos transformar realmente esta realidad”.

“Problemas estructurales exigen medidas estructurales”, subrayó Yasmin Santos. “Tenemos que tomar toda la estructura de un periódico, toda la estructura de la prensa, y pensar en los diversos frentes, en cómo podemos lograr transformar eso. No necesariamente pensar en un proyecto aislado de ingreso de profesionales o de estudiantes de periodismo negros. Eso es muy importante, pero ¿qué podemos hacer además de eso?”.

“Si consideramos la entrada de diez periodistas negros en un universo de 300, 400 profesionales, todavía es muy poco. No es obligación de esos periodistas negros concientizar a los 300 periodistas blancos con quienes van a tener que lidiar en la redacción. Entonces es [importante] pensar en el ingreso de esos profesionales, pensar en su permanencia, pensar en una forma que traiga a la discusión el racismo no solo a las personas negras, sino también a las personas blancas, para que estas puedan  repensar sus comportamientos, pensar en blanquismo y periodismo, cómo ellos pueden actuar para combatir el racismo”.

 

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