Por Liliana Honorato
El jueves 16 de agosto, el gobierno ecuatoriano confirmó que le otorgará asilo político a Julian Assange, fundador de Wikileaks, quien se refugió en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido el pasado 19 de junio después de haber estado bajo arresto domiciliario desde diciembre del 2010 en ese país tras ser acusado de violación y acoso a dos mujeres en Estocolmo en agosto del 2010 por el gobierno de Suecia, informó el diario Wall Street Journal.
La petición de Assange de pedirle ayuda al presidente ecuatoriano Rafael Correa sorprendió a varios, ya que Correa es conocido por tener múltiples problemas con la prensa de su país y ha sido acusado varias veces de tomar medidas que impiden los derechos de libertad de prensa y de expresión en el país. En comparación, el controversial Assange ha sido clasificado como promotor de “transparencia en momentos en que los gobiernos la están reduciendo”.
Aún así, otros reconocen que la movida de Assange es astuta, ya que el fundador hacktivista enfrentaba la posibilidad de ser extraditado a los Estados Unidos por cargos de espionaje por haber difundido documentos clasificados de ese país.
La decisión de concederle el asilo diplomático a Assange fue anunciada por el canciller Ricardo Patiño, quien dijo que "de darse una extradición a Estados Unidos, el señor Assange no tendría un juicio justo", según informó el diario La Hora. Patiño denunció que el gobierno ecuatoriano recibió una “amenaza expresa y por escrito de que podrían asaltar nuestra Embajada de Ecuador en Londres si no entregan” a Assange, añadió el diario El Telégrafo.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) también expresó la misma preocupación de Patiño. “Una extradición de Julian Assange a Suecia sólo sería legítima bajo la estricta condición de que no procediera a una extradición final a Estados Unidos” donde “correría el riesgo de purgar la pena mayor –cadena perpetua, incluso la pena capital – en caso de comparecer”, señaló Christophe Deloire, director general de RSF.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.