Cada día es más común hablar de noticias falsas y verificación de datos en el ámbito periodístico. Aun así, en los currículos universitarios de periodismo en Latinoamérica por lo general no se observan materias orientadas a enseñar la metodología de fact-checking ni tampoco hay maestrías o postgrados periodísticos en el área.
En ese esfuerzo por hacer llegar las técnicas de verificación a las universidades, la organización argentina Chequeado con el apoyo de Google News Initiative convocó a las organizaciones de noticias Verificado (de México), Colombia Check (de Colombia), Convoca y Ojo Público (ambas de Perú) para formar la ‘Red latinoamericana de formadores en fact-checking’ que permitirá a periodistas y profesores universitarios de esos países actuar como multiplicadores.
“Creamos un curso para profesores en estos cuatro países y la idea es que a su vez cada profesor después lleve esa información al aula. El objetivo mínimo que nos propusimos es llegar a 500 estudiantes”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Milena Rosenzvit, coordinadora del programa de educación de Chequeado. “No queremos que sea un aprendizaje solo teórico, sino que de verdad aprendan a escribir una nota siguiendo la metodología. Esperamos generar un proyecto multiplicador y que en las carreras de periodismo de la región empiecen cada vez más a incorporar estos contenidos”, añadió Rosenzvit.
Desde LJR se conversó con los líderes de esta red para conocer las actividades que se realizarán en cada país y entender la situación a nivel universitario de la enseñanza del fact-checking en la región.
El sitio web argentino Chequeado es el líder de la ‘Red latinoamericana de formadores en fact-checking’ y ya desde 2014 ha creado proyectos de formación para periodistas, estudiantes y comunicadores de América Latina y el Caribe. Según los datos que publican en su página web, al día de hoy Chequeado ha capacitado a más de 7.000 periodistas alrededor del mundo.
“Somos pocas las organizaciones de fact-checking que tenemos un área de educación o capacitación fuerte. Es cierto que hemos hecho muchos cursos para periodistas o para estudiantes de periodismo, y algunas otras organizaciones de América Latina también lo han hecho, pero realmente la demanda es tan alta que a veces no nos damos abasto”, explicó Rosenzvit.
Un curso de unas pocas horas a veces no es suficiente para aprender por completo la metodología del fact-checking. Es por ello que, en este caso, se realizará una serie de talleres virtuales con prácticas y retroalimentación en vivo. “El curso será de unas cinco semanas con sesiones semanales. Además, hay trabajo adicional donde se deben escribir notas de verificación”, contó la coordinadora del programa de educación de Chequeado.
Chequeado espera el próximo año poder expandir esta red a otros países de la región. Han recibido mucho interés de organizaciones y docentes en Centroamérica que quieren capacitarse en el área. “Nuestra idea no es solo dar el curso y que los profesores lo traten en sus aulas y allí se cierre. Queremos generar una comunidad de formadores que nos mantengamos comunicados a través de diferentes vías y podamos compartir recursos, estrategias y experiencias”, agregó Rosenzvit.
Ojo Público fue el primer medio en implementar una unidad de verificación en Perú. Inició en el mismo año de fundación del portal, en 2015. Desde entonces han promovido la verificación, han hecho talleres y se han dedicado a formar a nuevos verificadores.
David Hidalgo, director periodístico de Ojo Público, dijo a LJR que durante un tiempo fue difícil promover la verificación incluso en periodistas en formación. “Fue complicado que encontraran el verdadero sentido y la rigurosidad que hay que tener para aplicar esta metodología a la generación de contenido. Sin embargo, con el tiempo fuimos demostrando que este tipo de contenido no solo elevaba la calidad del periodismo sino que además tenía un potencial de viralidad importante en un momento en que muchos medios empezaron a desarrollar estrategías digitales para aumentar sus audiencias”, comentó Hidalgo.
De igual manera, la pandemia por COVID-19 - que afectó considerablemente a Perú - hizo más presente la necesidad del periodismo de afrontar el fenómeno de la desinformación a través de las herramientas de fact-checking, explicó Hildago.
En ese contexto, decidieron unirse a la invitación de Chequeado porque “esta iniciativa da un paso más y apunta a introducir en el nivel de los profesores de periodismo esta práctica para que sea más cercana y más común en el espacio académico”, dijo Hidaldo. “Hay un vacío en las universidades y esta iniciativa trata de llenarlo partiendo de dos criterios que son esenciales de comprender. Primero, el fact-checking fomenta el pensamiento crítico de los estudiantes en un momento en el que el acceso a la información puede generar ruido y confusión. El segundo punto es que las metodologías de verificación favorecen las capacidades de argumentación que es la esencia del periodismo: se debe informar pero también explicar y enseñar”, agregó el periodista.
El proyecto de Colombia Check forma parte de la red colaborativa Latam Chequea que trabaja en proyectos de verificación de la información en la región y decidieron unirse también a esta red de formadores por la falta de oportunidades, en Colombia y en el resto de Latinoamérica, de estudios de nivel superior sobre fact-checking.
“No hay casi maestrías, posgrados o programas certificados salvo el MOOC [del Centro Knight], el máster de Maldita.es y un par de universidades en España, entonces no hay profesores universitarios con conocimiento formal para enseñarlo”, dijo a LJR Jeanfreddy Gutiérrez, director de Colombia Check.
Tanto Colombia Check como las otras organizaciones de la red planean capacitar a los docentes durante los meses de julio y agosto para así implementar los conocimientos en las aulas a partir del próximo año educativo que comienza en septiembre. “Somos pocos los verificadores en la región y estamos demasiado ocupados para atender las necesidades formativas que nos han expresado las universidades. Por esto, se captarán profesores que asuman el compromiso de implementar lo aprendido en sus aulas una vez culminada la formación”, explicó Gutiérrez.
Desde su fundación en 2017, en Verificado han capacitado a más de 600 periodistas en temas que van desde fact-checking hasta el periodismo con perspectiva de género, corrupción y periodismo de datos. Han desarrollado una metodología educativa ya que una de las misiones de Verificado, además de combatir la desinformación, es la educación para los medios.
“Estamos comprometidos con la alfabetización mediática e informacional y con la capacitación de nuestros colegas periodistas. De hecho, la capacitación y la formación son las principales fuentes de ingreso de nuestro medio”, contó a LJR Daniela Mendoza, directora general de Verificado.
Por esta experiencia decidieron unirse a la red de formadores en fact-checking. Durante junio lanzarán la convocatoria específica y tendrán una sesión informativa para comunicar a los docentes cuál será la metodología a seguir. Verificado busca, por ser México un país grande y diverso, tener una representación de los diferentes puntos del país y contemplan la participación de 10 o 15 docentes de universidades tanto públicas como privadas.
“Hay un vacío enorme en todo lo que tiene que ver con nuevas técnicas de comunicación en la educación universitaria. Es muy complejo modificar los currículos en las instituciones educativas, son procesos muy largos y burocráticos. También sucede que muchos docentes pueden tener muchísimos años fuera del campo laboral y no conocen los nuevos formatos. Al final del día, eso dificulta que se vea la necesidad de hacer un ajuste en los programas educativos”, explicó Mendoza.
Según Mendoza, esta red de formadores busca incorporar estos contenidos “para que los estudiantes no se queden sin esta información y no tengan que esperar a egresar o tomar un curso externo porque el currículo de su carrera no ofrece esas posibilidades”.