Por primera vez en sus 21 años de historia, el Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) se celebró exclusivamente en línea en 2020. Para ver este panel en inglés, haga clic aquí. Para ver otros paneles en su idioma original (inglés), haga clic aquí.
Periodistas y académicos debatieron sobre la importancia de indagar en los hallazgos de la verificación de datos para descubrir a qué intereses y estrategias sirve la información falsa que se divulga, durante el panel “Desinformación e información falsa: ¿qué se puede hacer más allá de la verificación de datos tradicional?”, en el Simposio internacional de periodismo en línea (ISOJ).
La moderadora del panel, Talia Stroud, directora del Center for Media Engagement de la Universidad de Texas en Austin, dijo que la parte difícil del modelo tradicional de verificación de datos o fact-checking es la velocidad con la que las noticias falsas pueden llegar a cientos de miles de personas.
“La falsedad se difunde más rápido que la verdad. Y creo que este es un desafío crítico cuando pensamos en cómo deberíamos ir más allá del fact-checking tradicional”, dijo Stroud.
Stroud dijo que las organizaciones de fact-checking vienen explicando los datos de manera proactiva, a través de formatos de audio y visuales, que es la forma en que las personas suelen encontrar las noticias falsas. Ella considera que las organizaciones de verificación de datos están pensando actualmente en marketing y comunicación, y están tratando de difundir la información de manera más amplia.
En ese sentido, dijo, las organizaciones deben determinar su público objetivo, aprender a llamar su atención en un formato que el público pueda encontrar atractivo, como gráficos, podcasts, etc., pensar en la división de posturas que existe y, por último, pensar más en experimentar e iterar.
Craig Silverman, editor en análisis de medios de BuzzFeed, sostuvo que es necesario investigar a los actores de la información falsa, además de la plataforma y el ecosistema que realmente permiten este tipo de noticias.
"Estamos en medio de un boom" de organizaciones de fact-checking, dijo Silverman, citando los hallazgos del registro Duke Reporters'Lab. Al abordar la desinformación y la mala información, es importante prestar atención cuando se advierte que un solo financiador está dominando la escena, destacó Silverman.
Silverman uso como ejemplo el caso de Facebook, que tiene socios en todo el mundo y se ha aliado con Agence France Presse. La plataforma le pide a sus socios que verifiquen datos específicos, aseveraciones específicas, rumores, contenido viral, pero no a políticos. “Tenemos que asegurarnos de que la verificación de datos tradicional no sea coaptada necesariamente para servir a una de las partes. ¿Quiénes son los actores? ¿Cuáles son los sistemas, las tecnologías y los otros actores que permiten que exista todo este ecosistema?”, preguntó Silverman.
Ya no es suficiente verificar si una aseveración es verdadera, sino también es necesario informar la verdad sobre la mentira, sostuvo Silverman. Él comentó que los periodistas deben exponer a los malos actores y el comportamiento de las entidades detrás del contenido falso, engañoso y poco auténtico con el objetivo de revelar los sistemas y estrategias que existen.
Silverman citó el caso de Roger Stone, un asesor de Donald Trump a quien recientemente le conmutaron la sentencia. Facebook anunció que eliminó una serie de cuentas y páginas vinculadas a Stone que eran falsas. Twitter eliminó cuentas por la misma razón. Estas cuentas y páginas lo promocionaban a él y a Trump, tenían una agenda, no eran auténticas, contaminaban el espacio de la información sin ser necesariamente falsas, dijo Silverman.
Algo que se puede hacer sobre la desinformación y la mala información, dijo Don Heider, director ejecutivo del Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara, es presentar primero el dato y dar contexto a la declaración realizada, en lugar de publicar la declaración engañosa y luego citar el dato. Los periodistas deben dejar de depender de marcos simplistas para cubrir temas complejos, ya que, por lo general, la información falsa utiliza estos mismos marcos con los que la gente está más familiarizada, dijo.
“Una de las cosas sobre publicar nuestras noticias principalmente en plataformas en línea es, en mi opinión, una presión mayor para crear historias y publicar rápidamente, y que estas sean cada vez más breves. Entonces, la brevedad se ha convertido en un principio muy importante. Pero el problema con eso es que a menudo puede hacernos simplificar demasiado las historias”, explicó Heider.
Heider consideró que los periodistas necesitan múltiples tipos de alfabetización para reconocer la información falsa: alfabetización en redes sociales, cuyo contenido está más basado en las emociones de las personas; alfabetización científica, cuando se publica una historia sobre estudios científicos; y la alfabetización de la mente, relacionada con nuestro estado mental y nuestra vulnerabilidad al fraude y la manipulación.
Cristina Tardáguila, periodista brasileña fundadora de Agência Lupa y directora asociada de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés), expresó algunas ideas sobre lo que se puede hacer más allá del fact-checking. Ella contó sobre la alianza CoronaVirusFacts que comenzó a principios de 2020 después del brote del virus en China.
Todo comenzó en enero, tras enviar un correo electrónico a verificadores de datos solicitando su colaboración. Actualmente, son 99 las organizaciones de fact-checking que están trabajando juntas y ya han realizado más de siete mil verificaciones de datos sobre las noticias relacionadas con el virus. “Esto significa que estamos cubriendo más de 70 países en el mundo. Estamos verificando contenido en más de 40 idiomas distintos ”, expresó Tardáguila.
Tardáguila enfatizó lo importante que es trabajar colaborativamente cuando se verifican datos. "No podríamos verificar ese contenido, esa cantidad de contenido, nosotros mismos si no trabajáramos juntos".
CoronaVirusFacts tiene bots de chat en WhatsApp y también ha creado bases de datos en portugués, español e hindi. “Sé que WhatsApp no es muy utilizado por los angloparlantes en los Estados Unidos, pero sí es muy importante en el resto del planeta. Entonces, logramos desarrollar un bot verificador que es alimentado por las bases de datos de fact-checking”, dijo Tardáguila.
La información falsa está demostrando que los verificadores de datos necesitan trabajar más y más rápido, y que deben mantener la precisión, de acuerdo con Tardáguila.
"Abrimos una convocatoria para investigaciones y ahora ya tenemos un grupo de investigadores maravillosos que van a bucear en la base de datos y, ya saben, contar buenas historias", mencionó Tardáguila. “No, no podemos quedarnos en la unidad de verificación de datos porque parece que haremos esto por siempre y para siempre. Entonces, tenemos que trabajar juntos”.
Para ver la conversación completa, visite el canal de YouTube de ISOJ. Para obtener una lista completa de paneles, visite el sitio web de ISOJ.