De 2001 al día de hoy, 69 profesionales de medios de comunicación en Honduras han muerto en circunstancias violentas, y en sólo seis de esos casos se ha dictado sentencia a los responsables. Es decir, el 91 por ciento de las muertes permanecen en la impunidad, según reveló un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de ese país (CONADEH).
En el marco del Día Internacional de la Libertad de Prensa, que se celebra este 3 de mayo, el organismo informó que un 38 por ciento de los casos letales de violencia contra representantes de los medios en Honduras ha ocurrido de 2014 a la fecha. En ese periodo han muerto de manera violenta 26 periodistas, fotógrafos, camarógrafos, comunicadores sociales y dueños de empresas de medios.
De esos 26 casos, sólo dos han sido resueltos por la justicia y se ha condenado a los responsables, indicó el CONADEH. Uno de ellos fue el caso del comunicador social de Radio Católica Comunitaria José Artemio Deras, quien murió el 23 de abril de 2015 al ser alcanzado por el ataque a tiros contra un juez. El agresor fue detenido y un año después fue condenado a 52 años de prisión.
El otro caso castigado fue el del asesinato a puñaladas de Carlos Hilario Orellana, empleado de la estación Radio Progreso, del municipio hondureño de Yoro, en abril de 2014. El responsable fue condenado a 17 años de prisión por homicidio y robo.
Tanto en el caso de Deras como el de Orellana, los móviles de sus asesinatos determinados por las autoridades no estuvieron relacionados con su ocupación en medios de comunicación.
En su informe, que fue entregado al Congreso hondureño, el CONADEH “instó a las autoridades encargadas de la seguridad en el país a intensificar los esfuerzos encaminados a investigar y procesar a los responsables de los crímenes cometidos contra personas ligadas a los medios de comunicación”.
La violencia contra periodistas o empleados de cadenas de medios ha estado presente en 14 de los 18 departamentos de Honduras. De ellos, el departamento con mayor número de casos es Francisco Morazán, en el que se encuentra Tegucigalpa, la capital del país centroamericano.
En esa localidad han ocurrido 18 de las 69 muertes violentas desde 2001 a la fecha, de los que sólo un caso ha sido resuelto por las autoridades, que es el del secuestro y posterior asesinato del periodista Alfredo Villatoro en mayo de 2012.
El departamento de Cortés, el más poblado del país con 1.2 millones de habitantes, se ubica en segundo lugar, con 14 casos, de los cuales 12 están impunes. Los dos casos castigados son el del periodista Georgino Orellana, en 2010, y el del periodista Aníbal Barrow, quien fue asesinado por una banda criminal en 2013.
El informe indica que en 10 departamentos de Honduras con al menos una muerte violenta de representantes de medios de comunicación la tasa de impunidad es de 100 por ciento.
El Comité para la Protección de los Periodistas publicó un reporte especial en 2014 en el que detallaba el alto nivel de violencia contra trabajadores de medios de comunicación en Honduras y las subsecuentes altas tasas de impunidad.
El organismo también destacó la falta de certeza para determinar a los responsables y los motivos detrás de la violencia, y si esta estaba relacionada con el trabajo de periodistas. La incertidumbre “ha creado un clima de miedo entre los periodistas”, escribió.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
