Por Maira Magro
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) publicó un comunicado en el que denuncia una serie de amenazas e intimidaciones recientes a los periodistas del país. Reaccionar con violencia a la investigación de asuntos de interés público se ha convertido en una costumbre, afirma el comunicado.
Adepa cita los siguientes casos:
* Daniel Santoro de Clarín ha sufrido interferencia telefónica y la interceptación de su correo electrónico;
* Matías Longoni, también de Clarín, fue procesado por Ricardo Echegaray, ex dirigente de la organización nacional de control comercial agropecuario luego de que denunciara irregularidades en la concesión de subsidios;
* El editor Juan Cruz Sanz, del mismo diario, fue blanco de pancartas despectivas colgadas frente a la casa su familia;
* El diario La Verdad, de Junín, recibió amenazas telefónicas anónimas que estarían vinculadas a la publicación de notas sobre prostitución y las irregularidades en una clínica local;
* El Independiente, periódico de la provincia de La Rioja, enfrentó una protesta a las puertas de su edificio en la que funcionarios de la Secretaría de Transportes provincial pedían la identificación de la fuente de un nota sobre la entidad;
* Carlos Gamond, diretor del diario Puntal, de Río Cuarto, fue amenazado en diversas ocasiones por un abogado en represalia, según el diario, por la cobertura de un proceso en su contra.
“Con frecuencia se ataca y denuesta al mensajero en lugar de criticar o rechazar la causa originante del mensaje”, afirma el comunicado de Adepa.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
