La casa de un reportero de asuntos policiales fue baleada en la madrugada del sábado 28 de abril, en la ciudad de João Pessoa, capital del estado de Paraíba, informó el portal Uol. El atentado ocurrió tan sólo cinco días después del asesinato del bloguero político Décio Sá, el sexto periodista asesinado en menos de cinco meses en Brasil.
El periodista Vinícius Henriques, un policía jubilado, se encontraba durmiendo junto con su familia cuando los delincuentes hicieron los disparos, alrededor de las 3:00 am, según el sitio web Click PB. Testigos dijeron que los disparos fueron realizados por tres sujetos que se movilizaban en una motocicleta. La puerta de la casa de Henriques y un vehículo que encontraba en el garaje resultaron afectados, sin embargo nadie resultó herido durante los hechos.
El periodista trabaja desde hace más de 15 años como reportero policial y actualmente presenta un programa de denuncias sobre abusos policiales en la emisora Rádio Arapuan. De acuerdo con Henriques, lo sucedido fue con el fin de intimidarlo. “No puedo atribuirle este atentado a nadie todavía, pero el objetivo era yo, lo hicieron para intimidarme, porque sólo digo la verdad, no tengo miedo de nada ni de nadie (...)”, manifestó, citado por el sitio de noticias PB Agora. El caso está siendo investigado, pero la policía informo que aun no tiene sospechosos..
Según el Portal Araçagi, después del atentado, otros reporteros de asuntos policiales denunciaron en las redes sociales que son objetos de amenazas por parte de criminales debido a su trabajo periodístico. El Secretario de Seguridad del Estado, Claudio Lima, confirmo el riesgo que existe para la prensa paraibana. Según el funcionario, el servicio de inteligencia de la policía descubrió, a partir de interceptaciones telefónicas, que los periodistas hacen parte de una 'lista negra' hecha por los narcotraficantes de la región, informó el sitio de noticias Click PB.
La Asociación Paraibana de Prensa (API, por sus siglas en portugués) divulgó un comunicado oficial repudiando los hechos, lo que denominó como un crimen y una amenaza contra la libertad de expresión y contra un Estado Democrático de Derecho, de acuerdo con el sitio web Paraíba.
La escalada de violencia contra los periodistas reafirma, lamentablemente, una tendencia ya marcada en la última clasificación mundial sobre la libertad de prensa publicada por Reporteros Sin Fronteras, en la cual Brasil aparece en el 99º lugar después de bajar 41 posiciones. La segunda caída mas pronunciada entre los países de América Latina.
De acuerdo con el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (INSI, por sus siglas en inglés), el año pasado, Brasil ocupó el 8º lugar en el ranking de los países más peligrosos del mundo para los periodistas y según información publicada por la ONG Suiza Press Emblem Campaign (PEC), actualmente ocupa el segundo lugar, en el ranking de 2012, apenas por debajo de Siria.