Por lo menos el 30% de los municipios brasileños corren el riesgo de convertirse en “desiertos de noticias”, áreas sin cobertura del periodismo local. Esas localidades, mapeadas por el estudio Atlas da Notícia (Atlas de la Noticia), tienen solo uno o dos medios periodísticos y albergan a 34 millones de personas.
Si esas ciudades dejaran de tener diarios impresos, sitios de noticias, revistas, radios o redes de televisión; podrían unirse al otro 51% de municipios brasileños encontrados por el estudio que no tienen cobertura. En esos “desiertos” viven 30 millones de personas.
Sumados los porcentajes de ambas categorías, el 81% de las ciudades de Brasil está en situación vulnerable. El panorama es preocupante, según la analista Angela Pimenta, presidente del Instituto para el Desarrollo del Periodismo (Projor, por su acrónimo en portugués), institución que realizó el Atlas de la Noticia.
“En esas localidades, la dependencia de los medios en el poder público es mayor en relación al presupuesto por publicidad, y existe una cultura menos difundida de la libertad de expresión”, dijo Pimenta al Centro Knight. “El poder público no tiene escrutinio periodístico. Y el derecho a la información, previsto en la Declaración de los Derechos Humanos, no es atendido”, explicó.
Los peores escenarios están en la región norte (donde 70% de las ciudades son “desiertos”) y en el noreste (64% de “desiertos”), especialmente en los municipios de menor Índice de Desarrollo Humano (IDH). Las localidades sin medios periodísticos tienen una población promedio de 11 mil habitantes. Las ciudades en riesgo de perder la cobertura periodística local, en tanto, tienen una población promedio ligeramente mayor, de 65 mil personas.
Este es otro punto de alerta, de acuerdo con Sérgio Spagnuolo, fundador y editor de Volt Data Lab, la agencia de periodismo de datos que desarrolló el sondeo. “Esos ‘casi desiertos’ van a alcanzar a las ciudades más grandes y a tener un papel en este mundo de desierto de noticias. Son ciudades más desarrolladas, con más personas, que están volviéndose desiertos”, dijo al Centro Knight.
La investigación también confirmó una dependencia mayor en la cobertura hecha por radios y diarios impresos, sobre todo fuera de los grandes centros urbanos como São Paulo, Río de Janeiro y Brasília. Por primera vez, el Atlas de la Noticia mapeó todos los tipos de medios periodísticos y encontró 32,1% de radios, 27% de impresos, 22,2% de televisoras, 18,4% de medios digitales y 0,4% de revistas.
La dependencia en el periodismo impreso es aún más significativa cuando se considera que, de los 81 medios cerrados en Brasil desde 2011, 46 eran periódicos, de acuerdo a los datos del estudio. “Hay en ese escenario dos crisis: una crisis político-económica, que presiona a estos medios sobre todo en cuanto al financiamiento, y la disrupción digital”, explicó Pimenta.
Para Pimenta, la falta de dinero puede también influenciar en la calidad del periodismo producido, ya que el trabajo de reportajes exige recursos.
“Hay una tendencia de dejar el reportaje para producir opinión y columnas. Si no existe la materia prima del reportaje para sustentar los análisis y opiniones sobre la vida local, el resultado es un periodismo más debilitado para esas poblaciones”, observó.
Pimenta y Spagnuolo coordinaron una red de cinco periodistas, con base en cinco regiones brasileñas, que tuvieron la tarea de actualizar y verificar la base de datos de medios periodísticos proporcionada por el gobierno federal. Los profesionales reclutaron cerca de 100 voluntarios de universidades, sindicatos y asociaciones de prensa para llenar formularios con información detallada sobre los medios de comunicación.
El resultado fue una base de datos más amplia y completa – el crowdsourcing agregó 856 nombres nuevos a la lista de medios brasileños, 6,9% del total de mapeados. En total, son 12.467 los medios de comunicación del Atlas. Los datos están abiertos para ser utilizados por el público.
“Tenemos una versión (del Atlas) más refinada, actual y precisa. Ese número (que obtuvimos) es representativo, tenemos muchos medios mapeados y la gran mayoría de los medios brasileños aparece en el levantamiento”, dijo Spagnuolo.
Además de los números, el proyecto del Atlas pretende también mostrar la realidad del periodismo local de las cinco regiones brasileñas en cuanto a reportajes especiales realizados por la periodista Elvira Lobato y la videoperiodista Ana Terra Athayde.
El primero de estos es una visita a la ciudad de Mariana, en Minas Gerais, donde se rompió una represa de la minera Samarco, que dejó 19 muertos y provocó un desastre socioambiental sin precedentes.
“A los tres años de lo ocurrido, es unánime la opinión entre los periodistas locales de que los medios nacionales e internacionales solo mostraron la primera tragedia (ecológica) e ignoraron completamente la depresión económica que siguió al desplome”, escribió Lobato en su reportaje.