Por Alejando Martínez
El asesinato el 10 de junio de una joven de 16 años en Buenos Aires, Argentina ha cautivado la atención nacional por las últimas tres semanas y desatado una tormenta mediática que, a su vez, se ha transformado en su propio tema de discusión. Las críticas contra los medios comenzaron a partir de la incesante cobertura del caso y alcanzaron su punto más alto con la publicación en un diario argentino de algunas fotografías mostrando el cuerpo de la joven asesinada.
Las imágenes del cadaver de la joven Ángeles Rawson en el lugar donde fue abandonado fueron publicadas el 28 de junio por el diario Muy del conglomerado mediático Grupo Clarín. Fueron criticadas por el padre de la víctima, varios periodistas, el público en general e incluso el gremio de trabajadores del Grupo Clarín, quienes dijeron no ser “en ningún modo responsables por dicha publicación, a la que consideramos de pésimo gusto y de nulo valor periodístico”.
“Las fotografías, publicadas en la tapa y el interior del matutino, constituyen no sólo una violación a la intimidad de la propia víctima y su familia, sino también una muestra innecesaria de mal gusto que sólo sirve para alimentar el morbo en un caso de altísima repercusión pública”, aseguró el Foro de Periodismo Argentino, o Fopea, condenando también a los medios que republicaron las fotografías del diario.
“Los medios de comunicación deben sopesar antes de una publicación semejante el daño moral que les ocasionan a los familiares de la víctima y también la afrenta que eso significa para los valores de convivencia dentro de una sociedad. Además, un dato que no debe soslayarse sobre este tema es que la víctima era menor de edad”, agregó la organización.
El caso se ha vuelto uno de los temas más discutidos en el país, tanto por los medios como por el público en general. En los primeros siete días de cobertura, los canales de cable y televisión abierta le dedicaron al caso un total de 206 horas de programación, reportó Television.com.ar.
"Trabajo en noticias policiales desde hace diez años; las leo desde hace mucho más. Y nunca he vivido nada parecido", escribió el periodista Javier Sinay en su blog El Identikit.
En semanas anteriores, cuando el caso comenzó a generar atención, Fopea también llamó a los periodistas a reflexionar sobre su cobertura del crimen y criticó a algunos medios por difundir información sin verificación, publicar datos contradictorios e invadir innecesariamente la privacidad de las personas involucradas en el caso. Este fin de semana, un equipo de televisión incluso transmitió en vivo desde el sótano de los departamentos en donde vivía Rawson, donde se cree que se perpetró el crimen.
“Y, si bien, la posible justificación que podrán buscar los responsables de esas trasmisiones sea que la audiencia acompañó esa cobertura, con números de rating muy altos, y que no podían correrse de esas prácticas porque los canales de la competencia mantenían permanentemente ese tema, esas explicaciones no alcanzan para no hacer un ejercicio de autocrítica con respecto a qué tipo de cobertura se le da a un caso como el referido”, aseguró Fopea.
Por su parte, la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) dijo estar evaluando la posibilidad de aplicar sanciones a algunos medios luego de señalar en un informe que la cobertura del crimen ha sido “violatorio de los derechos de las niñas y las mujeres,” dijo el titular de la agencia, Martín Sabbatella, según OnceTrece.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.