Durante la segunda presentación del panel “Resumen global: presentaciones relámpago sobre el estado del periodismo en el mundo” el público del 25º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) conoció sobre las experiencias de violencia y ataques a la libertad de expresión en diferentes países del mundo.
Tal como lo hizo más temprano ese día también en un resumen global, Dawn García, directora de las Becas de Periodismo John S. Knight de la Universidad de Stanford, moderó la conversación de la tarde del 13 de abril.
La primera en hablar fue Pavla Holcová, periodista de investigación y fundadora del sitio investigace.cz, y también becaria JSK. Holcová comenzó explicando que había nacido en la entonces república de Checoslovaquia, actualmente dividida en República Checa y Eslovaquia. Aunque vive en República Checa, cubre temas de Eslovaquia, un país que para ella “ya no es un país”.
Su “obsesión” por cubrir este “Estado fallido”, como explicó, tomó fuerza en 2018 cuando su amigo periodista Ján Kuciak y su prometida, fueron asesinados en retaliación por sus investigaciones de presuntas redes de corrupción que involucraban a miembros del Estado, empresarios y criminales.
La respuesta de indignación por parte no sólo de colegas periodistas sino de la ciudadanía en general llevó a hacer arrestos importantes: 200 jueces, 5 fiscales y todos los líderes de la policía quienes habrían estado involucrados con el crimen.
Sin embargo, en las recientes elecciones, el partido involucrado en este esquema de corrupción volvió a ganar. En su primera conferencia, señaló Holcová, el presidente dejó claro que sería un “gobierno de venganza”.
“Ahora irían tras los periodistas”, dijo Holcová. “En la primera conferencia de prensa dieron los nombres de los periodistas sobre quienes irían. Esto ha tenido un verdadero efecto amedrentador. Muchos periodistas ya estaban cansados de los cinco años de investigar qué le había pasado a nuestro colega”.
Holcová aseguró que el año como becaria en Stanford le sirve también para tomar más energía y continuar con el periodismo.
“No se ha acabado”, dijo. “Necesitamos seguir, no perder la esperanza y continuar con otra ronda. Estoy muy feliz de tomar este año y poder volver a Eslovaquia para trabajar más”.
En un conmovedor testimonio, Roberson Alphonse, jefe de noticias nacionales de le Nouvelliste de Haití, explicó no sólo la violencia que vivió en carne propia, sino las dificultades para continuar ejerciendo en el exilio.
“Quiero compartir con ustedes mi experiencia de estar en exilio, la experiencia de lidiar con los traumas y de lo que llamo ‘el ‘ángel’ que llegó a mi vida para ayudarme”, comenzó Alphonse quien aseguró que su esposa le ha ayudado a salir de los días más “horribles” de su vida, y a continuar con su trabajo “para no dejar que los asesinos silencien mi voz”.
Desde muy niño, explicó Alphonse, vio la desigualdad y corrupción en su país, que le dieron el impulso de trabajar como periodista y exponerla.
“Por décadas, debido a mis investigaciones en contra de la corrupción y el mal uso del dinero público, me gané muchos enemigos”, aseguró.
Esos enemigos se hicieron visibles el 25 de octubre de 2022 cuando Alphonse fue emboscado mientras conducía a su casa. Dos hombres armados bajaron de otro vehículo y dispararon en su contra. “No sé cómo sobreviví”, dijo el periodista quien una vez salió de la clínica se exilió junto con su familia.
“El exilio es una de las condiciones más indignantes que un ser humano puede experimentar. Cuando te sacan de tu país, de tu comunidad, de tus raíces a las que tu perteneces es una situación muy violenta”, aseguró. “Sin embargo, yo me considero con suerte”.
Alphonse explicó las graves cifras que se viven en su país, nada más el año de su atentado, seis periodistas fueron asesinados. Una situación que se ha agravado desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse que ha llevado incluso a que el control del país esté en manos de pandillas.
Su año como becario Knight-Wallace de la Universidad de Michigan le ha servido para sanar algunas heridas. Hizo un llamado para que se apoye tanto a periodistas en el exilio como a los que están en Haití, quienes han perdido la esperanza.
“Esa es la razón por la que he decidido ser una voz, he decidido comprometerme en la defensa de periodistas y en la defensa a mayor escala de los derechos humanos porque es inaceptable ser una testigo silencioso”, aseguró.
A su turno Yana Lyushnevskaya, periodista sénior y editora en jefe adjunta de la oficina en Kiev, Ucrania, de BBC Monitoring, explicó que desde el inicio de la “la invasión” rusa al país ha estudiado la respuesta de medios ucranianos al tema así como los cambios que han sucedido en estos dos años en el panorama mediático.
Aunque aceptó que incluso antes de la guerra había dificultades para el ejercicio periodístico independiente en el país, especialmente por las presiones de interés económicos y políticos hacia los medios, considera que la guerra ha significado una “turbulencia” para los medios.
“Turbulencia en todos los niveles imaginables, desde la seguridad física de los periodistas hasta los desafíos económicos que enfrentan sus medios, hasta los desafíos reales con la libertad de prensa porque las guerras inevitablemente vienen con elementos de censura y diversas restricciones a las operaciones de los medios”, explicó la actual becaria Nieman.
La seguridad de periodistas, dijo, es el principal desafío. La guerra se ha convertido en el principal tema de cobertura lo que genera claramente un peligro para los periodistas. Incluso aquellos que podrían considerar que están en ciudades “en paz” pueden morir en cualquier momento por el disparo de un misil en sus casas.
“Imaginen el precio que supone para los periodistas en su salud mental por el trabajo que realizan”, dijo Lyushnevskaya quien hizo una diferencia entre los periodistas que viven en el país y aquellos corresponsales que pueden irse y volver a un lugar en paz. “No tenemos eso. Esta es nuestra casa. Es prácticamente imposible desconectarse, incluso cuando no estás trabajando, todavía estás viviendo la realidad de la guerra, por eso, cuando hablas con los periodistas, una de las necesidades más apremiantes que mencionaron es el apoyo a la salud mental”.
Otro tema que genera preocupación en el país es la falta de personal. Muchos periodistas han huido del país por el claro temor a la guerra y otros, especialmente los hombres periodistas, han ido a la guerra como tal (ya sea de manera voluntario o no).
“Muchos de ellos no vuelven al periodismo y es posible que tampoco lo hagan en el futuro”, aseguró. “He oído tantas veces que es prácticamente imposible encontrar personal técnico y editores de correspondencia para su canal de televisión, por ejemplo. Simplemente no hay suficiente gente en el mercado”.
Por supuesto a eso se suma los problemas económicos que enfrentan la mayoría de los medios, pero que en un contexto de guerra es hace mucho mayor.
Este escenario ha difícil ejercer el periodismo más allá de la guerra como, por ejemplo, hacer investigaciones sobre corrupción en el gobierno. Sin embargo, Lyushnevskaya aseguró que hay varios intentos. Recientemente, por ejemplo, el Ministro de Defensa fue despedido por una investigación relacionada con corrupción.
“Con todos los desafíos extraordinarios, hay muchas señales de esperanza. Pero este tipo de periodismo internacional necesita apoyo y los periodistas ucranianos necesitan mucho apoyo”, finalizó Lyushnevskaya.
El panel lo cerró Hannah Ajakaiye, líder de FactsMatterNG de Nigeria y también becaria JSK. El panorama mediático de este país, según Ajakaiye, era uno bastante vibrante, grande con cientos de emisoras de televisión y radio pero que como en todo el mundo han ido declinando. Lo positivo de esto, dijo, es que han nacido un gran número de nativos digitales, liderados especialmente por jóvenes periodistas cansados del status quo de los medios y con otras ideas de comunicar.
Sin embargo, “los periodistas han pagado el precio de la democracia en Nigeria”, dijo Ajakaiye quien explicó que el país tiene la democracia más importante de África. Agregó que los periodistas continúan pagando este precio para poder mantenerla.
El país ha visto aumentar sus cifras de periodistas asesinados y forzados al exilio, explicó. A estas amenazas se suman las detenciones que podrían enfrentar los periodistas por su trabajo. Ajakaiye narró el caso de su colega quien pasó dos semanas en prisión por escribir una investigación que daba cuenta de un caso de corrupción que involucraba a un alto funcionario de la policía.
Los casos de secuestro de periodistas, así como las campañas de desinformación en las que los periodistas son el banco también hacen parte de las violencias que estos profesionales enfrenten en Nigeria. Recientemente, dijo Ajakaiye, los casos de vigilancia de periodistas, así como la filtración de sus datos personales hacen parte de las preocupaciones para estos profesionales.
El escenario de amenazas, sumado a los bajos salarios, han impulsado a muchos periodistas se han ido a trabajar con el gobierno o como relacionistas públicos.
“Algunos periodistas nigerianos están luchando. Por supuesto, siempre digo que ser de Nigeria es ser resiliente porque siempre hay que luchar y sobrevivir los diferentes desafíos. Así que quiero aprovechar este tiempo para resaltar a los periodistas jóvenes y valientes que están respondiendo y tratando de hacer reportajes de investigación que están cambiando el estado de las cosas en el país y tratando de responsabilizar al gobierno”, aseguró Ajakaiye.
ISOJ es una conferencia mundial de periodismo online organizada por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin. En 2024, celebra 25 años reuniendo a periodistas, ejecutivos de medios y académicos para debatir sobre el impacto de la revolución digital en el periodismo.