Un sueño de casi ocho años se convirtió en realidad para la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima cuando en junio de este año el Congreso aprobó la ley que crea un fondo que busca prevenir, proteger y asistir a mujeres periodistas víctimas de violencias.
En un acto público para que las periodistas colombianas conocieran el espacio logrado “para ellas”, el pasado mes se presentó oficialmente el fondo. Además de representantes del gobierno, estuvieron presentes mujeres periodistas de diferentes regiones quienes recibieron la Ley 2358, que formalmente establece el fondo.
El fondo “No Es Hora de Callar” fue aprobado como parte del cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) del 26 de agosto de 2021. En su decisión, la Corte encontró al Estado colombiano responsable por la violación de varios derechos de la periodista Bedoya Lima como resultado del secuestro, tortura y violencia sexual del que fue víctima el 25 de mayo del año 2000 como represalia por su trabajo periodístico.
Bedoya Lima, actual editora de género del diario El Tiempo, fue secuestrada en la entrada de la cárcel Modelo de Bogotá en mayo del año 2000 en el marco de la investigación de la muerte de 26 internos y un presunto tráfico de armas al interior de la cárcel. Durante su secuestro de aproximadamente 10 horas fue torturada, golpeada y abusada sexualmente. Después fue abandonada a unos 130 km de distancia en una vía cerca de la ciudad de Villavicencio.
Solamente tres personas han sido condenadas por su crimen. Ni los autores intelectuales ni otros coautores han sido identificados.
“Este fondo yo me lo soné hace más o menos ocho años cuando empezamos a redactar la demanda contra el Estado colombiano”, dijo Bedoya a LatAm Journalism Review (LJR). “Es una de las cosas que siempre pensé que se debía crear porque en el momento en que ocurrieron los hechos, no tuve apoyo de nadie y fue muy difícil realmente poder lograr que alguien respaldara mi caso. Eso es lo que yo no quiero que pase con otras periodistas”.
Periodista colombiana Jineth Bedoya Lima durante la celebración de los 15 años de la campaña No Es Hora de Callar el 23 de septiembre de 2024. (Foto: Cortesía Néstor Gómez / Casa Editorial El Tiempo)
De hecho, de las 13 medidas de ordenadas por la Corte IDH en su sentencia, dijo Bedoya, cinco son especialmente importantes porque fueron redactadas por ella misma para no solamente amparar sus derechos, “sino los derechos de todas las mujeres periodistas y de todas las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia sexual”.
La Corte ordenó también la creación del Centro de Memoria y de Investigación No es Hora de Callar. Para Bedoya esta es tal vez la medida más importante porque el centro será el encargado de consignar la historia y memoria de la violencia sexual, pero también “de la libertad de expresión y del trabajo que han hecho las mujeres que comunican en Colombia”.
Bedoya dijo que el fondo no busca destinar recursos en medidas como por ejemplo reubicar periodistas o atender casos de emergencia cuando se encuentren en peligro porque Colombia ya cuenta con un mecanismo de protección que debe responder a esto. Sus recursos – US $500.000 anuales por los próximos cinco, según la Fundación para la Libertad de Prensa – estarán destinados a programas de prevención e investigación.
De la mano del Centro, el fondo podrá desarrollar justamente investigaciones de corte más académico y que eventualmente puedan servir como base para el diseño de estrategias y políticas que permitan combatir los diferentes tipos de violencias contra comunicadoras.
El fondo también buscará apoyar y continuar con las investigaciones de mujeres periodistas que justamente por el trabajo que realizan se encuentran en riesgo.
“Queremos que puedan tener las herramientas para sacar adelante sus proyectos y que no se autocensuren por la amenaza, por la intimidación o la falta de pauta”, dijo Bedoya.
Bedoya se encuentra liderando diferentes procesos para darle la reglamentación del fondo, que incluye también la participación de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) con sede en Bogotá.
Jonathan Bock, director ejecutivo de la FLIP, dijo a LJR que la creación del fondo es un paso muy importante, para atender tantas dificultades que hay para el periodismo regional priorizando y enfatizando la posibilidad de apoyar a periodistas mujeres.
Bock destacó el trabajo de la campaña No Es Hora de Callar, creada por Bedoya hace 15 años, la cual ha permitido identificar trabajos de mujeres periodistas en diferentes lugares de Colombia y mediante diferentes medios, y que ahora a través de fondo puedan lograr más apoyo y promoción.
No obstante, Bock señaló como preocupante el hecho de que pasaron tres años para el inicio de implementación de medidas de reparación establecidas por la Corte. Para él fue gracias a la persistencia de Bedoya la que permitió llegar a estos avances.
“Eso puede generar también estas preguntas de si son las víctimas o las personas que están siendo sujetas de la reparación, quienes también tengan que cargar con el peso de liderar todo esto, dijo Bock. “Porque esto fue realmente Jineth liderando y liderando”.
Para él, el aprendizaje en el proceso de cumplimiento de sentencia es importante para sobrepasar los obstáculos burocráticos y encontrar verdadera justicia.
La periodista colombiana Claudia Julieta Duque, quien desde 2001 ha luchado por justicia en su caso de tortura psicológica por parte de agentes del Estado, considera que la creación del fondo es“un primer paso importante para atender y proteger de manera específica la violencia contra mujeres periodistas en el país
En julio de 2001, Duque fue víctima de secuestro. Este se convirtió en el primer ataque directo por su investigación del asesinato del también periodista y humorista colombiano Jaime Garzón en 1999.
Entre los años 2001 y 2004, vinieron una serie de amenazas directas, seguimientos, hostigamientos que la justicia colombiana reconoció como el delito de “tortura psicológica agravada” cometido por agentes y altos directivos del extinto departamento de inteligencia de Colombia. Por la falta de justicia en sus crímenes, en 2018 presentó su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Es loable que Jineth y su madre, doña Luz Nelly Lima, hayan convertido su caso en una acción positiva en favor de todas las periodistas del país”, dijo Duque a LJR.
“Por ahora, con un gobierno contradictorio y un presidente que nos ofende y estigmatiza, me declaro escéptica”, dijo Duque.
De acuerdo con organizaciones como la FLIP, la relación entre la prensa y el presidente Petro ha sido “tumultuosa”. En uno de los hechos más polémicos, el pasado 30 de agosto, el presidente se refirió a las periodistas como “muñecas de la mafia”.Tras el rechazo que esto causó, Petro en su cuenta de X señaló que “cuando hablo de periodistas del establecimiento, me refiero a quienes no están al servicio de la ciudadanía, sino a quienes trabajan para poderes oscuros”.
“Resulta contradictorio y paradójico recibir esta ley de manos de un gobierno que hace menos de una semana tildaba a las mujeres como muñecas de la mafia, que hace dos meses tildaba a una periodista como una periodista del Mossad, que hace menos de tres meses tildaba a la FLIP de aliada del paramilitarismo y amiga de narcotraficantes porque esos mismos epítetos nos lo decían a nosotras, a mí me los decían hace 20 años en un gobierno completamente contrario”, dijo Duque durante el lanzamiento del fondo.
Bock también considera un poco paradójico que durante la fecha que era de celebración por la presentación de este fondo, se tuviera que hablar de los señalamientos constantes del presidente al trabajo de periodistas, especialmente de mujeres. El 27 de septiembre fue admitida una tutela interpuesta por la FLIP, la organización El Veinte y 19 mujeres periodistas en contra del Presidente luego de referirse a mujeres periodistas como “muñecas de la mafia”.
