Al menos siete trabajadores de la prensa pertenecientes a diferentes medios de comunicación resultaron heridos con impactos de balas de goma y golpes por parte de la Policía Metropolitana de Buenos Aires, Argentina, la cual intentaba represar una manifestación el pasado viernes 26 de abril, publicó el Foro de Periodismo Argentino, Fopea. Algunos de estos heridos, entre los que se encuentran camarógrafos y fotógrafos, fueron retenidos por miembros de la policía lo que les impidió recibir atención médica de manera inmediata.
Los hechos se presentaron cuando los comunicadores cubrían una manifestación que realizaban los empleados de un hospital psiquiátrico que tenía orden de demolición. Para reprimir la protesta, la policía disparó balas de goma contra los manifestantes y contra los miembros de la prensa, informaron los portales Terra y Kaos en la Red.
La respuesta de la Policía generó indignación entre la comunidad argentina y los gremios quienes preparan “medidas de fuerza”, informó el diario La Nación. Las organizaciones periodísticas también expresaron su rechazo ante este ataque.
La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, reclamó al jefe de gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri, salvaguardar la integridad física y la libertad de trabajo de los periodistas que ejercen legítimamente su profesión, señaló en un comunicado. “La policía existe para combatir la delincuencia y defender el orden interno, pero no para atacar, como en este caso, a periodistas que están trabajando en un lugar donde están ocurriendo acontecimientos de interés público”, aseguró Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas, Adepa, además de repudiar el ataque le solicitó a las autoridades esclarecer los hechos, determinar los responsables y comprometerse a “velar por la seguridad de los trabajadores de prensa en situaciones de similar naturaleza”, según un comunicado que publicó el portal Terra.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
