En una ocasión, la periodista colombiana Yolanda Ruiz compartió en su Twitter (ahora conocido como X) un video en el que leía una columna donde explicaba que los insultos sexistas podían ser la antesala de feminicidios. La plataforma entendió su denuncia como una muestra de incitación al odio y suspendió su cuenta.
Casos como este, donde se sanciona injustamente a usuarios en redes sociales, son frecuentes. Se ha documentado también cómo la sátira política puede llegar a interpretarse como una apología al terrorismo, o hablar sobre la guerra en Ucrania se puede considerar contenido violento gráfico.
Por esta razón, la organización Linterna Verde lanzó, a finales de 2021, el proyecto Circuito: un centro de recursos para ayudar a creadores de contenido a comprender las normas de copyright de las plataformas y a defenderse en caso de que fueran sancionados por equivocación.
“Nuestro objetivo era ser un apoyo en la defensa de la libertad de expresión y otros derechos humanos en redes sociales”, dijo Alejandro Moreno, coordinador del proyecto, a LatAm Journalism Review (LJR).
Linterna Verde es una organización independiente sin ánimo de lucro que investiga cómo se construye opinión pública en redes sociales. Su base está en Colombia aunque el equipo trabaja de forma remota.
“Hacia mediados de 2022 ampliamos nuestro enfoque para abarcar las discusiones que se estaban presentando sobre moderación de contenidos, economía de la atención, regulación de plataformas y, más recientemente, inteligencia artificial. Somos una iniciativa de información y análisis que desde estas áreas evalúa el impacto de las redes sociales en la democracia”, agregó.
Al ingresar a la página de Circuito aparecen dos secciones: casos e historias. Según explica Moreno, en los casos se exponen aquellas situaciones en las que los usuarios son sancionados por error. Bien por falta de contexto o por una interpretación equivocada de los moderadores humanos o de los sistemas automatizados que monitorean el contenido en línea, como el caso de Ruiz.
“Estos casos son importantes porque nos permiten ver cómo funcionan los sistemas de moderación, cuáles son sus fallas, y a la vez exponen afectaciones a la libertad de expresión en línea y otros derechos humanos. Nos interesa especialmente cuando se trata de activistas o periodistas”, explicó Moreno.
Por otra parte, las historias contienen artículos de análisis sobre temas de actualidad como nuevas medidas de plataformas, proyectos de regulación o episodios de desinformación.
Circuito recibió apoyo de Google en sus fases iniciales y durante su primer año de funcionamiento. En la actualidad, funciona como una iniciativa interna de Linterna Verde.
Además, Circuito cuenta con un newsletter donde el equipo comparte “artículos acompañados de una actualización sobre las normas de las plataformas, que cambian constantemente y que definen las reglas del debate público en línea, pues establecen qué puede o no decirse en redes sociales”, comentó Moreno.
Circuito analiza la intersección entre las redes sociales y democracia en América Latina. Un enfoque en particular que ha venido trabajando es el de las tensiones entre las plataformas y los intentos anti-democráticos para regularlas.
Por ejemplo, desde hace unos años en Brasil se ha hablado del proyecto de ley (PL) 2630/20, llamado “Ley Brasileña de Libertad, Responsabilidad y Transparencia en Internet” e informalmente conocido como “PL de Fake News”. El proyecto buscaba obligar a las plataformas digitales a presentar informes de transparencia, realizar evaluaciones de riesgo y pagar a las organizaciones periodísticas por el uso de su contenido.
En Circuito se criticó cómo las compañías de tecnología tuvieron una respuesta muy agresiva al proyecto de ley, lo que dejó en evidencia los problemas de concentración de poder y la capacidad para incidir en el debate público de estas empresas.
El equipo de Circuito también ha trabajado en hacer públicas las políticas de integridad de las plataformas en materia electoral. “En este año electoral en la región, que tiene por delante las elecciones locales en Colombia y las presidenciales en Ecuador y Argentina, vamos a ver los efectos que puede tener en el debate público un cambio importante que X implementó recientemente: el de dejar de sancionar las afirmaciones de fraude sin fundamentos”, dijo Moreno.
“Este es un tipo de desinformación electoral especialmente importante, porque está relacionado con narrativas que han llevado a eventos violentos en espacios offline, como ocurrió en el Capitolio de Washington en 2021 y en Brasilia a comienzos de este año”, agregó.
Para Moreno, la actividad de los periodistas, que representa una cobertura prioritaria para Circuito, está expuesta a seguir sufriendo limitaciones injustas por la aplicación de normas de forma errónea o de manera desproporcionada por parte de las plataformas.
“En el fondo hay problemas estructurales: la dificultad de controlar a escala el contenido problemático en línea y la forma en la que trabajan los moderadores humanos (de manera tercerizada y en condiciones muy precarias)”, dijo Moreno.
“Además, hemos encontrado que los programas de verificación de terceros de las plataformas, que se apoyan en medios de comunicación y agencias de fact-checking para marcar información engañosa, han expuesto a periodistas a amenazas y acciones coordinadas”.