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Entre el sexismo y los ataques en redes sociales, las narradoras de fútbol ganan terreno en la televisión brasileña

El 19 de junio, un usuario en X criticó un supuesto trabajo de Renata Silveira, narradora de TV Globo en Brasil. 

“No sé qué fue peor hoy, la actuación del Corinthians o el comentario de Renata Silveira en la Premiere. Terrible”.

Silveira respondió rápidamente: “Debe haber sido el equipo, porque yo no comenté ese partido. Olvídense de mí”, dijo.

El usuario borró su post, pero no antes de que se hiciera viral, ejemplificando el sexismo contra las narradoras deportivas brasileñas. Dos días después, Silveira decidió dejar de publicar en su cuenta X sin dar explicaciones.

Su caso dista mucho de ser aislado. En las redes sociales, junto a numerosos elogios, se difunden mensajes negativos y a menudo difamatorios contra la presencia de narradoras deportivas en la televisión brasileña.

El odio surge a medida que estas narradoras ganan más visibilidad y en medio de la polarización política de la sociedad.

El que mujeres sean narradoras deportivas es algo reciente, ganando impulso desde finales de la década de 2010, impulsadas por la Cuarta Ola del Feminismo. Desde entonces, conquistaron el espacio y ahora trabajan en las principales cadenas brasileñas, a veces cubriendo los partidos más importantes del fútbol brasileño y mundial. 

Sin embargo, su éxito llegó bastante tarde y tuvieron que superar muchos obstáculos -incluido el sexismo- para conseguirlo.

Un comienzo accidental

En los años 70, pioneras como Zuleide Ranieri y Claudete Troi transmitieron partidos de fútbol en la radio brasileña. Sin embargo, no fue hasta 1997 cuando la primera mujer narradora apareció en televisión.

En septiembre de ese año, Luciana Mariano narró un partido del Torneio Primavera, campeonato de equipos femeninos de Río de Janeiro y São Paulo.

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Luciana Mariano, quien narra fútbol en ESPN Brasil y es pionera entre las mujeres narrando fútbol en Brasil, realizó la primera transmisión en 1997. (Foto: Cortesía)

Ella recuerda que, en aquella época, la información sobre el fútbol femenino era escasa. 

“No sabía sus nombres porque no había información en los periódicos, en ninguna parte. Carla França, que entonces era reportera, y yo fuimos a la puerta del vestuario: ‘Por favor, danos los nombres'. Fue surrealista”, relató Mariano a LatAm Journalism Review (LJR).

La periodista acabó allí un poco por casualidad. A los 21 años, trabajaba como reportera para Rádio Gazeta. Bandeirantes TV decidió convocar un concurso llamado “Golaço” para encontrar a la primera mujer narradora de fútbol - este tipo de concurso sería convocado por otras emisoras en las décadas siguientes, y es inusual cuando se contrata a narradores masculinos.

“Mauro Beting, que trabajaba conmigo en la radio, me llamó: ‘Va a haber un concurso, ¿quieres participar? Sabes mucho de fútbol’. Pero nunca me lo había planteado. Nunca había visto a una mujer narrar, así que no me parecía posible”, contó.

Un premio lo bastante sustancioso como para cubrir la deuda de su vehículo la convenció para intentarlo. Las pruebas consistieron en narrar momentos del partido en el programa dominical “Apito Final”. Mariano se fue ganando al público y al jurado, y al final se hizo con la victoria.

Una semana después, recibió una invitación oficial. 

“Me llamaron y me dijeron: ‘Queremos contratarte, y ya hay un partido para que lo narres’. Me entró el pánico, porque una cosa es narrar un fragmento de un partido y otra hacer una transmisión nacional en directo para todo Brasil. Pero no me eché atrás; dije: ‘Vale, vamos’”, recordó Mariano.

Mariano siguió narrando partidos de fútbol femenino. Con el tiempo, empezó a salir con su colega Luciano do Valle, que soñaba con narrar el Campeonato del Estado de Pernambuco de fútbol masculino. Se casaron, se mudaron a Pernambuco y narraron juntos el campeonato de 1999.

Fue la primera vez que una mujer narraba un partido de fútbol masculino en Brasil. 

“La respuesta del público fue increíble; todo el estado se implicó. Incluso me concedieron el título de ciudadana de Pernambuco por mi trabajo”, dijo.

Sin embargo, otra cadena adquirió los derechos para transmitir el partido final y le hizo una propuesta indecente. 

“Me dijeron: ‘En nuestro equipo, las mujeres no narran. Puedes venir como reportera’”, relató. “Le pregunté a Luciano: ‘¿Has visto alguna vez a un narrador convertirse en reportero?’. Me dijo: ‘No, nunca’. Yo le contesté: ‘Entonces, yo tampoco acepto’”.

Un paréntesis de 19 años

Mariano tuvo un paréntesis de 19 años en la narración, durante los cuales trabajó como presentadora y directora de canales de televisión.

El 6 de marzo de 2018, dos días antes del Día Internacional de la Mujer, recibió una llamada de Dudu Magnani, un antiguo colega de 1997, ahora en ESPN Brasil, ofreciéndole un trabajo como narradora de un partido. 

El partido del 8 de marzo entre el Zenit y el RB Leipzig, por un puesto en los cuartos de final de la Europa League, marcó su regreso. 

“La gente empezó a decir: ‘Espera, hay una mujer anunciando en ESPN’, pero no conocían mi historia, no sabían nada. Sólo decían: ¡Vaya, una mujer anunciando! Recibí muchos cumplidos y comentarios positivos”, explicó.

La buena acogida llevó a ESPN a contratarla para que siguiera narrando, algo que sigue haciendo. 

Desde entonces, ha cubierto partidos masculinos de la Premier League, La Liga y la Europa League, así como la final de la Eurocopa femenina. Además del fútbol, Mariano también fue la primera mujer en narrar baloncesto en la televisión brasileña. 

“Ha habido muchas primeras veces”, afirmó.

Caminos difíciles

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Letícia Macedo, de 20 años, quien es narradora en el canal en línea Cazé TV (Foto: Cortesía)

La presencia de mujeres narradoras en la TV brasileña se consolidó finalmente en 2018. Mariano se unió a ESPN, Esporte Interativo seleccionó a Vivi Falconi a través del concurso “A Narradora Lay’s”, y Fox Sports eligió a tres mujeres -Isabelly Morais, Manuela Avena y Renata Silveira- a través de un concurso para narrar la Copa del Mundo masculina en un canal secundario. Globo, el mayor conglomerado mediático del país, debutó con narradoras en 2021.

Hoy, casi todos los grandes canales de televisión cuentan con mujeres entre sus narradores. Esto incluye Cazé TV, un canal en línea creado por el streamer Cazé, que ha adquirido los derechos de transmisión de algunos de los principales acontecimientos deportivos del mundo.

Letícia Macedo, narradora de Cazé TV, soñaba de niña con ser jugadora profesional, “pero le faltaba talento con el balón”. A los 15 años, se trasladó del campo a São Paulo y estudió organización deportiva.

“Empecé a trabajar en una emisora de radio por internet y, durante un partido, me pidieron que narrara un penalti. A partir de ahí, descubrí mi talento para la narración. A los 16 años, narré mi primera final y ya no paré”, contó a LJR Macedo, quien ahora tiene 20 años.

Macedo lleva cerca de un año en Cazé TV, donde debutó en la final de la Liga de Campeones femenina y participó en otras transmisiones importantes, como los Juegos Olímpicos de París y el Mundial femenino de 2023.

Aún así, junto a historias de ascensos meteóricos, otras siguen luchando por tener más espacio en la profesión. Luciana Zogaib trabajó durante 24 años en una multinacional farmacéutica mientras mantenía como hobby su sueño de dedicarse al deporte.

Al igual que Mariano, Zogaib no se planteó la narración debido a la falta de modelos a seguir. 

“Siempre quise dedicarme al periodismo deportivo, sobre todo al fútbol, pero no me lo planteé porque no tenía referentes. Surgió poco a poco”, explica a LJR.

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Luciana Zogaib, quien narra deportes en la emisora pública TV Brasil (Foto: Cortesía)

Empezó en el periodismo deportivo con un blog y, en 2016, cofundó la web Damas do Esporte, centrada en deportes poco cubiertos. Al año siguiente, la invitaron a comentar un partido de fútbol en una radio por internet. El propietario de la radio vio potencial en su voz y la animó a convertirse en narradora, al principio sin cobrar. 

En 2018, participó en el concurso de Fox Sports y quedó finalista. En 2021, se incorporó a Rádio Roquette Pinto, donde colaboró como reportera y comentarista. Con el tiempo, se unió a los equipos de TV Brasil y Rádio Nacional, ambas emisoras públicas, narrando partidos y ampliando su papel.

No oculta que le gustaría estar en una cadena de televisión más grande, pero cree que su amplia experiencia la convierte en una profesional más completa. 

“Por supuesto, me encantaría estar en Globo, cubriendo los Juegos Olímpicos y sintiéndome realizada. Pero, por otro lado, creo que mi trayectoria actual me está aportando una valiosa experiencia. Si algún día llego, será de otra manera”, afirmó.

Sexismo persistente

Todos las narradoras entrevistadas dijeron que notan una diferencia de trato entre hombres y mujeres en la narración deportiva. Lo que más les molesta son los ataques en las redes sociales. 

“Ayer mismo publiqué un video y, aunque algunas personas lo alabaron, muchas otras dijeron que mi trabajo era terrible, que las mujeres no sirven para esto, que debería estar fregando platos”, dijo Zogaib.

Ella relata que la gente ataca sus publicaciones en Instagram y Twitter. Y aunque bloqueó los comentarios a sus publicaciones, dejó abiertos sus mensajes de Instagram y sigue recibiendo ataques directos. Esto la llevó a buscar ayuda psicológica profesional para hacer frente al impacto emocional.

Mariano adoptó un enfoque diferente: formó un equipo legal y presentó más de 260 demandas contra difamadores online. 

“No sirve de nada quejarse de quienes me atacan. No voy a permitir que nadie invada mi espacio virtual porque mi red social es una extensión de mi casa. No aceptaré que me ofendan ni que me acosen. No toleraré ningún delito en mi red”, afirmó.

Según Mariano, algunos casos han sido juzgados y los agresores declarados culpables. Las sentencias obligaban a la mayoría de los agresores a realizar trabajos comunitarios, normalmente relacionados con la violencia de género, dijo. Es un castigo que le parece “bastante adecuado”.

Mariano atribuye las agresiones a la polarización política que vive Brasil desde 2018, con el auge del bolsonarismo y la derecha radical. Recuerda que la acogida solía ser abrumadoramente positiva meses antes de las elecciones en octubre.

“Después de ese periodo, empezó a ocurrir algo: ‘a los que les gusta son lacayos, a los que no les gusta son de derechas’. Se convirtió en una cuestión que no tiene nada que ver con nosotras”, afirmó.

LJR intentó ponerse en contacto con Renata Silveira y otros profesionales de Globo, pero la cadena alegó problemas de agenda y no concedió entrevistas. A través de correo electrónico, la oficina de prensa de Globo dijo que el número de mujeres, incluidas narradoras y comentaristas, en sus equipos de transmisión aumentó del 3% en 2019 al 35% en 2024 (hasta mayo).

“Un aumento de más del 1000%. En respuesta a las críticas, seguimos invirtiendo en diversidad, contratando profesionales de varias regiones del país con diversos acentos y experiencias para enriquecer nuestras transmisiones deportivas”, afirmó la cadena.

Mariano, por su parte, ofrece consejos a las profesionales y aspirantes a narradoras que están bajo ataque. Además de emprender acciones legales, ha estudiado a fondo la cuestión del sexismo desde las perspectivas de la psicología, la sociología y la filosofía. Hoy está segura de que el problema no está en ella.

“No es Luciana la que tiene un problema; es la sociedad la que tiene un problema con que las mujeres ocupen un espacio que siempre se ha creído que era para los hombres. Así de simple”, afirmó.

 

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