Los barrios pobres de Ciudad del Cabo, Río de Janeiro y Bombai tienen en común las condiciones precarias en que viven sus habitantes, aunque también la relación con un fenómeno mundial: la desigualdad que coloca a Sudáfrica, Brasil e India entre los países en donde el 10% de los ricos concentra toda la riqueza.
La clase media a nivel mundial ha visto su riqueza estancada o reducida en los últimos 40 años, mientras que los ingresos de los más pobres aumentó y los de los más ricos tuvo un crecimiento más que significativo.
Esos son los temas del especial “Desigualdad global”, publicado en capítulos entre julio y agosto en el diario brasileño Folha de S. Paulo. Los reporteros del diario viajaron por ocho países -- además de los tres mencionados fueron a China, España, Estados Unidos, Francia e Inglaterra -- para contar las historias de desigualdad de ingresos y del encogimiento de la clase media alrededor del mundo, en tres idiomas: portugués, español e inglés.
El proyecto multimedia fue concebido, coordinado y editado por Fernando Canzian, reportero especial y columnista de Folha, y contó con la colaboración de 16 profesionales del periódico, entre redactores, infografistas, diseñadores y otros. El especial empezó a gestionarse a mediados de 2018 por Canzian, a partir del Informe de Desigualdad Global, producido por los investigadores de la Escuela de Economía de París.
“En este momento, si miras el escenario internacional económico, no existe ningún otro tema de fondo tan relevante como el de la desigualdad”, dijo Canzian al Centro Knight.
El periodista, que cubrió como corresponsal de Folha en Nueva York la crisis financiera que explotó en 2008, sigue desde entonces la “debilidad” del crecimiento económico mundial. Él considera que, detrás de ello está el hecho de que “los ingresos de la clase media, en los países de Occidente, han crecido muy por debajo de los ingresos de los más ricos, y en algunos casos, también de los ingresos de los más pobres”.
“Lo que muchos especialistas y datos sugieren es que esa reducción de la llamada clase media global, principalmente en Occidente, ha hecho que la economía crezca muy poco, de modo muy tenue, y que las personas cada vez estén más endeudadas. Estas no tienen ingresos en crecimiento, y se endeudan", dijo.
Esa reducción de la clase media en Occidente estaría directamente relacionada con el incremento del populismo de extrema derecha en varios países, como en Estados Unidos con Donald Trump, en Brasil con Jair Bolsonaro, en la victoria del Brexit en el Reino Unido y con el crecimiento de esta representación política de esa vertiente política en los parlamentos de países europeos, señala el especial.
“Tienes a personas furiosas votando por personas que prometen resolver el problema de estas con soluciones muy simples para problemas tan complejos y que probablemente solo van a empeorar la situación. Es más preocupante ese juego en el que estamos metidos por cuenta de este problema que afecta a todo el mundo, que es (tener) dinero en el bolsillo”, afirmó.
A partir de sus investigaciones y de los datos que reunió, Canzian configuró el proyecto como un especial multimedia en el formato de los anteriores “Un Mundo de Muros”, publicado en 2017, y “Crisis del Clima”, de 2018, también publicado en español e inglés.
Él invitó al proyecto al fotoperiodista Lalo de Almeida, que había trabajado en los especiales antes citados y en otros reportajes premiados de Folha como “La Batalla de Belo Monte” (2013) y la cobertura del brote de zika y de los casos de microcefalia en el noreste de Brasil (2016).
Almeida fue responsable de las imágenes del proyecto, tanto de las fotos como de los videos. Canzian y él viajaron juntos y se repartieron el trabajo del reportaje en casi todos los lugares presentes en el especial.
“Yo diría que Lalo de Almeida es hoy uno de los principales fotógrafos, sino el principal fotógrafo, del periodismo brasileño”, dijo Canzian. “Él tiene una calidad técnica muy buena, muy refinada, y además de ser un gran fotógrafo que hace además el trabajo de registro de video, es una persona muy proactiva desde el punto de vista periodístico en la búsqueda de historias”.
La representación visual de la desigualdad de ingresos y el encogimiento de la clase media fue una de las principales preocupaciones de Almeida.
“En otros proyectos, cada capítulo tenía un tema muy específico y muy concreto”, dijo el fotoperiodista al Centro Knight. “En ‘Muros’, fuimos tras las personas que están siendo afectadas por el muro, entonces fue mucho más concreto e 'in loco'. Es fácil transformar eso en una imagen. En el caso de la desigualdad, nosotros teníamos los datos, y transformar eso en una narrativa visual es mucho más difícil. Desde el comienzo me quedé pensando ‘¿cómo es que voy a transformar eso en una imagen?’”.
Uno de los caminos fue buscar en las investigaciones los lugares que tuviesen relación con el fenómeno que estuvieran siendo explorados, y que fuesen interesantes visualmente, dijo él.
Así, a partir de las entrevistas con los expertos, agendadas en capitales como Londres y Washington, ellos fueron a ciudades como Oldham, al norte de Inglaterra, y Braddock, al este de Estados Unidos.
“Cuando escogimos Oldham, averiguamos cómo era ese lugar; vimos que el índice de pobreza era súper alto; que estaba en una región que fue importante durante la Revolución Industrial, cerca de Manchester, que hoy es una de las regiones más pobres de Inglaterra; que votó por el Brexit; y que está llena de edificios antiguos y fábricas de tejido abandonadas, entonces visualmente era interesante. Fuimos intentando juntar los datos estadísticos y la relevancia periodística con algo que fuese visualmente atractivo, que contase la historia en términos visuales también”, explicó Almeida.
Los escenarios de las ciudades ayudaron a contar la decadencia de la clase media y la disparidad entre la opulencia de los súper ricos y las deplorables condiciones de vida de los más pobres. Ahí también encontraron a personas cuyas historias de vida estaban directamente relacionadas con los datos en los que se basa el proyecto.
“La desigualdad es una cosa que todo el mundo sabe lo que es”, dijo Canzian. “Ahora, cuando quieres mostrarla de una manera un poco más profunda, necesitas mostrar muchos datos, gráficos, recuadros. Y normalmente, para una gran audiencia de periódico, principalmente en internet, este tipo de cosas suelen ahuyentarlos, las personas no tienen mucha paciencia para eso. Entonces nuestro principal desafio, que fue una preocupación presente desde el inicio para mí, era hacer que esos datos más pesados, numéricos, contasen una historia que estuviese cargada de personajes. Procuramos que los personajes, idealmente, mostrasen lo que aquellos datos estaban queriendo decir”.
Un aspecto visualmente llamativo del especial es el uso de blanco y negro en todas las fotos. Esta elección se debió a varios factores, explicó Almeida.
“Estábamos fotografiando algunos temas, como el Brexit y los chalecos amarillos [en Francia], que habían salido mucho en la prensa o que seguían saliendo mucho. Nuestro proyecto no pretende ser un proyecto de hard news, de temas candentes. Transformar visualmente estos temas en blanco y negro le da un carácter más histórico a las fotos. Haces que la foto sea más atemporal, menos anticuada”, dijo.
Otra razón es la conexión visual de las historias: dado que las fotos se tomarían en varios lugares, en diferentes momentos y situaciones y con diferentes luces y colores en cada ubicación, el blanco y negro le da al trabajo una unidad visual, explicó. Y, finalmente, como este es un “tema dramático, el blanco y negro de alguna manera le da mayor drama” a lo que está siendo retratado, expresó Almeida.
Además de las fotos, cada capítulo del especial cuenta con un mini documental en video que dura entre 15 y 25 minutos. La captura de imágenes de video también dependía de Almeida, quien habló sobre el desafío de fotografiar y hacer videos simultáneamente.
“Es una locura [hacer ambas cosas], porque son dos formas de pensar completamente diferentes. Haces el doble de trabajo, generalmente al mismo tiempo que siempre tuve para hacer solo uno. Es un bello desafío. Y para el redactor también [es un desafío] comprender que tienes esta demanda, que estás haciendo dos cosas, que hacer videos lleva tiempo”, sostuvo.
En el capítulo sobre Brasil, el video contiene el momento en que una entrevista realizada por Canzian y Almeida en la favela de Vidigal, en la zona sur de Río de Janeiro, a las 11 de la mañana de un miércoles, se ve interrumpida por un tiroteo. Según el fotógrafo, el registro ilustra la creciente dificultad de informar sobre temas delicados en Brasil.
“En Sudáfrica, que también es un país violento [como Brasil], visitamos comunidades, barrios marginales y no me sentí amenazado en ningún momento. Todo bien, hablamos con los líderes de la comunidad. Pero aquí era una locura, siempre tenía que conversar con los líderes del narcotráfico, negociar. Muchas veces me tomaba días de días negociar sin poder conseguirlo”, dijo.
“Es mucho más difícil trabajar aquí. Y fue lo mismo para el especial ‘Mundo de Muros’; fuimos a un muro en la frontera de Kenia con Somalia, un lugar donde tienen terrorismo, uno de los peores lugares del mundo a donde ir en términos de dificultades de acceso y violencia, pero donde fui amenazado con un revólver fue en Cubatão [en el estado de São Paulo]”.
Folha tiene ediciones en español e inglés, en las que presenta una selección de artículos publicados originalmente en portugués traducidos a ambos idiomas. En el caso del proyecto “Desigualdad Global”, Canzian dijo que la dirección del periódico consideró que el trabajo era “relevante” para que pudiera traducirse y publicarse simultáneamente en los tres idiomas.
“Hemos estado haciendo esto con grandes proyectos internacionales, porque Folha, aunque es un periódico brasileño, es el periódico más grande de Brasil y tiene cierta penetración fuera. Las personas que entrevistamos están siguiendo el material, y de no tener una traducción al inglés y al español no habría otra posibilidad para los que no hablan portugués”, contó, y señaló que una búsqueda de Google sobre “global inequality” presenta la versión en inglés del especial de Folha en su primera página de resultados.
“Eso es porque está en inglés; si fuera solo en portugués, no le aparecería a nadie que esté investigando el tema en otros idiomas. Digamos que tienes un estudiante en una universidad en Michigan que estudia la desigualdad global; el tipo escribe ‘desigualdad global’ y el reportaje de Folha aparecerá en inglés”.
Ya los videos, que tienen leyendas en español e inglés, suman hasta el momento más de 300 mil visualizaciones en YouTube. Los textos y gráficos también fueron publicados en el diario impreso y en el sitio el especial es “un éxito de audiencia”, afirmó Canzian (Folha no divulga a la audiencia reportajes específicos).
Dijo haber recibido “buenos comentarios” sobre el resultado del proyecto, tanto de personas dedicadas al tema y de algunos expertos que fueron entrevistados para el especial como “de personas que no están necesariamente enfocadas en eso, personas que están más interesadas en las historias humanas”. “Este equilibrio fue nuestro objetivo y de alguna manera lo conseguimos”.