El gobierno brasileño desistió de luchar en el Congreso por la aprobación del secreto permanente de documentos considerados ultra-secretos, según Correio Braziliense. La presidenta Dilma Rousseff decidió no involucrar más al gobierno en la votación del proyecto de ley que reglamenta el acceso a informaciones oficiales, informó el Folha de S. Paulo.
La decisión por la neutralidad ocurre en medio de críticas sobre la posición de Rousseff sobre el plazo para la divulgación de documentos oficiales.
El Tribunal Supremo Federal también analiza dos acciones de inconstitucionalidad sobre el tema.
Dos propuestas destacan en el debate. La primera, defendida por la ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosário, es a favor de la aprobación de la ley que permite el secreto hasta por 50 años para documentos ultra-secretos. La segunda, sugerida por la presidenta la semana pasada, permite que los documentos permanezcan secretos por tiempo indefinido.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.