Por Valeria López de Vergara y Teresa Mioli
Las historias son similares: los miembros de la Policía Política y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) hacen requisas en la propiedad del periodista por unas horas. El periodista es llevado y detenido durante un par de horas, por uno o dos días, y luego liberado.
Cuando un periodista llega al aeropuerto para viajar al extranjero, los funcionarios de inmigración le dicen que no puede salir del país.
Desde que Miguel Díaz-Canel se convirtió en el Presidente de Cuba en abril de 2018, “la represión contra los periodistas es mayor”, dijo José Antonio Fornaris, presidente de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP), al Centro Knight.
Fornaris señaló que, recientemente, los allanamientos a las propiedades de los periodistas han aumentado dramáticamente, así como también se han incrementado en los últimos meses las prohibiciones para salir del país.
La APLP; que mantiene un recuento de periodistas detenidos, secuestrados y desaparecidos; incluye en el informe del mes de julio una docena de ataques pero aclara que “la posibilidad de la existencia de otros más es real”. En 2018, la organización registró “67 agresiones contra periodistas hasta el mes de julio”.
Normando Hernández, director general del Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), está de acuerdo en que los allanamientos y otros ataques han aumentado desde que Díaz-Canel asumió la presidencia.
“También han aumentado las amenazas, los arrestos y las agresiones físicas contra los periodistas alternativos en la isla”, contó Hernández al Centro Knight. “Y lo más triste de todo es la impunidad (de la) que gozan los agresores y el silencio cómplice de instituciones y organismos regionales e internacionales que no condenan el actuar del régimen cubano”.
A finales del mes de junio, el ICLEP informó que los medios comunitarios y los periodistas en su red “están sufriendo la más grande ola represiva que el régimen cubano a desatado este año, contra la libertad de expresión y prensa en la isla [sic]”.
En el reporte del 7 de julio, la organización informó que en los últimos 24 días, 14 de los periodistas que colaboran para su red sufrieron agresiones incluyendo interrogatorios, detenciones arbitrarias, así como también agresiones físicas y psicológicas por parte de la Policía Política.
Uno de los casos registrados por la APLP en el mes de julio es el del periodista Emiliano González Olivera, colaborador de Cubanet y una de las víctimas de este incremento de allanamientos a viviendas. El mes pasado agentes de la Policía Política y la Policía Nacional irrumpieron en la casa del periodista sin presentar ninguna orden de allanamiento y procedieron a registrar el domicilio, según la APLP.
“Durante el operativo, el periodista fue despojado de su teléfono celular, una laptop, dos cámaras fotográficas, libros, documentos y varios dispositivos de almacenamiento de datos”, según el reporte más reciente de la APLP. La organización relató que fue encerrado en un auto policial por aproximadamente tres horas durante el allanamiento y luego llevado al Centro de Instrucción Criminal de la Seguridad del Estado en Granma, donde lo retuvieron por dos horas.
Un caso similar le ocurrió el 3 de julio a otro periodista de Cubanet, Roberto de Jesús Quiñones, cuya casa fue inspeccionada por la Policía Política y el PNR durante tres horas, según la APLP. También fue arrestado y liberado dos días después.
El 30 de mayo, la misma APLP dijo haber sufrido un allanamiento en sus oficinas en el que se llevaron no solo todo el equipamiento de trabajo, sino también toda la documentación que encontraron.
Otros casos registrados en el mes de julio por la APLP incluyen periodistas detenidos, requisas y prohibición de salidas del país.
Como fue el de la reportera Ana León, colaboradora del portal digital de noticias Cubanet, a quien por segunda vez se le negó la salida del país al intentar viajar fuera de la isla.
El pasado mes de julio la periodista se disponía a viajar a Miami, Estados Unidos, cuando momentos antes de abordar en el Aeropuerto José Martí, “un oficial de Inmigración le solicitó el pase de abordaje, lo rompió y le pidió que lo acompañarse a una oficina. En el sitio le informó que tenía prohibida la salida del país; el funcionario agregó que desconocía los motivos de la medida, que él solo cumplía órdenes”, señaló la APLP.
El APLP invita a todos los periodistas a informar a su organización de cualquier caso de agresión que sufran.