La impunidad de los asesinatos a periodistas en Brasil es algo cada vez más frecuente en el interior del país, de acuerdo con un informe reciente de Artículo 19, "El ciclo del silencio: impunidad en los asesinatos de comunicadores".
La organización de defensa de la libertad de prensa analizó 22 casos ocurridos entre 2012 y 2016 y verificó que, durante el periodo estudiado, la población promedio de las ciudades en que fueron registrados los crímenes disminuyó de 315 mil habitantes a 50 mil habitantes.
“Principalmente en donde están más expuestas a la discrecionalidad de los poderes locales, como en las pequeñas ciudades o periferias brasileñas, las voces [de los periodistas] han sido interrumpidas por crímenes encargados, a veces salvajes, y que exponen una verdadera ruptura democrática en el país", indicó el informe.
Brasil ocupa el 10º lugar en la lista de países en donde los asesinos de los profesionales de prensa tienen más probabilidades de quedar libres, clasificación organizada por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Uno de los motivos de esta alta tasa de impunidad, según Artículo 19, es la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los comunicadores brasileños, principalmente en aquellas ciudades del interior y en medios pequeños.
La mayoría de los asesinatos tuvo como blanco a blogueros (8 casos) y periodistas radiales (6 casos). En las pequeñas ciudades del país, el internet y la radio suplen la demanda de información en lugares donde las grandes organizaciones de noticias no tienen llegada. En estos pequeños medios, los periodistas no tienen ninguna protección institucional o jurídica, según la organización.
En muchas de las ejecuciones analizadas por Artículo 19, los comunicadores eran los propios dueños de sus canales o medios. Ese hecho, señaló la organización, aumenta el impacto negativo del silenciamiento de esas voces, ya que el trabajo que venían haciendo estos profesionales cesa o disminuye significativamente después de su muerte.
"Estos crímenes tienen como primer objetivo la eliminación del comunicador, pero tienen un efecto mucho más vasto sobre las demás personas, quienes empiezan a tenerle miedo a los grupos involucrados [en el crimen] y limitan sus críticas contra ellos", señaló el reporte.
En los 17 casos analizados por las organizaciones, los periodistas asesinados sufrieron algún tipo de amenaza antes de su muerte. "Muchos informantes revelaron que las víctimas no consiguieron aplicar los protocolos de seguridad personal o no tuvieron apoyo estatal cuando acudieron a las autoridades, pero temían por sus vidas, las de sus colegas y las de sus familiares cercanos", de acuerdo con el documento.
Otro aspecto importante que explica la “interiorización” de los asesinatos de profesionales de medios en Brasil es la cercanía, en las pequeñas ciudades, entre el poder público y el comunicador. En la mayoría de casos investigados por Artículo 19, los principales sospechosos de ser los que ordenaron los crímenes son políticos (7 casos), policías (3) o agentes públicos (2).
"El objetivo principal de las ejecuciones arbitrarias de comunicadores es eliminar físicamente a las personas consideradas inconvenientes por la acción investigativa que realizan o por las críticas que desestabilizan las relaciones locales de poder", dice el documento.
La actuación de la policía en la resolución de estos casos ofrece varias pistas para explicar la alta impunidad de los asesinatos de periodistas, según Artículo 19. La organización observó una "selectividad" de las autoridades a la hora de investigar los casos, además de la demora de los exámenes periciales y de la falta de profesionales o alta rotación de los agentes en las indagaciones, factores que perjudican las investigaciones.
La baja resolución de los casos de comunicadores asesinados, sin embargo, no es exclusivo de Brasil. Según la UNESCO, apenas el 18% de los homicidios contra profesionales de prensa son resueltos en América Latina y en el Caribe.
Apesar de considerar como preocupante el escenario brasileño, Artículo 19 ofrece una serie de recomendaciones para enfrentar el problema de la impunidad. Iniciativas como el establecimiento de delegaciones especializadas en la investigación de casos de asesinatos y de crimen organizado, el fortalecimento de instituciones de control policial y la creación de protocolos de apoyo para comunicadores amenazados están entre las sugerencias.
La organización también destacó el papel de la sociedad civil y de los medios para exigir la resolución de los casos de periodistas ejecutados. “Siempre que los medios intervinieron activamente en la denuncia de los atentados y en exigir su resolución por parte de las autoridades, esa intervención fue positiva. La naturalización de la violencia letal necesita ser superada por el ejercicio de la ciudadanía", indicó el documento.
Cifras de Artículo 19:
Perfil de la víctima
Bloguero - 8 casos
Periodista radial - 6 casos
Periodista - 5 casos
Propietario de medio de comunicación - 2 casos
Fotógrafo - 1 caso
Perfil de los sospechosos de haber ordenado la ejecución
Político - 7 casos
Policial - 3 casos
Agente público - 2 casos
Crimen organizado - 5 casos
Empresario - 2 casos
No fue posible de determinar - 3 casos