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Investigación muestra cómo adaptar experiencias de startups de periodismo europeas a la realidad latinoamericana

¿Cómo pueden ser útiles los ejemplos de dos exitosas iniciativas (startups) de periodismo europeo para un periódico dirigido por una cooperativa de trabajadores en América Latina? Esto es lo que el periodista argentino Javier Borelli quiso saber con el recién divulgado estudio “Reiniciar el periodismo: cómo las startups de medios superaron la crisis del modelo de negocio. ¿Qué podemos aprender de Eldiario.es y Mediapart?” (traducción libre del inglés: “Rebooting journalism: how media startups overcame the business model crisis. What can we learn from Eldiario.es and Mediapart?”).

Además de ser periodista e investigador, Borelli está muy interesado en responder esta pregunta. Como expresidente de la cooperativa de periodistas que administra Tiempo Argentino y actualmente miembro de la junta directiva del periódico, buscó en el informe, publicado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford, identificar las medidas tomadas por los dos medios europeos que pueden implementarse o adaptarse por el periódico argentino, a pesar de las diferencias entre ellos.

El medio de Buenos Aires tiene un origen peculiar en comparación con otras nacientes empresas de periodismo. Fue lanzado en 2010 como un medio impreso tradicional y sobrevivió en gran medida con anuncios patrocinados por el gobierno de la entonces presidenta Cristina Kirchner. Los dos casos de estudio de la investigación son el francés Mediapart y el español Eldiario.es, dos nativos digitales, con modelos de negocio anclados en la participación de los lectores.

El viraje de Tiempo llegó con el cambio de gobierno a fines de 2015, con la toma de posesión del presidente Mauricio Macri: la publicidad oficial se agotó, la crisis se profundizó y los salarios ya no se pagaron. El país estaba experimentando una serie de crisis económicas y ante un escenario de desempleo inminente, los periodistas del medio se beneficiaron de una ley que permite la formación de una cooperativa para recuperar empresas fallidas en Argentina. Tiempo Argentino fue el primer medio recuperado en el país.

En su fase de “recuperación”, Tiempo comenzó a adoptar un modelo de negocio más cercano a las nuevas empresas de periodismo, comenzando a concentrar sus esfuerzos en el contenido digital (el periódico tiene solo una edición impresa semanal) y teniendo al lector como la mayor fuente de ingresos. Sin embargo, el negocio carecía del capital y había un equipo mucho más grande de lo que las mejores prácticas de startups señalan.

Como describe la investigación, hubo 100 periodistas que participaron en la creación del nuevo proyecto, mucho más de los 12 que fundaron Eldiario.es y los 30 del equipo inicial de Mediapart. Incluso hoy, los dos aún no han llegado a los 100 empleados. Además, el capital inicial de los medios europeos varió entre 600 mil y 2,8 millones de euros, frente a cero en Argentina, en una sala de redacción con salarios retrasados ​​durante meses.

Javier Borelli, expresidente de la cooperativa de trabajadores de Tiempo Argentino: “lo que queremos no se alcanza con un [solo] Tiempo Argentino. Tiene que haber muchos Tiempos Argentinos para que crezcamos entre todos ”. (Foto: Cortesía).

Javier Borelli, expresidente de la cooperativa de trabajadores de Tiempo Argentino: “lo que queremos no se alcanza con un [solo] Tiempo Argentino. Tiene que haber muchos Tiempos Argentinos para que crezcamos entre todos ”. (Foto: Cortesía).

“Cuando Tiempo se convirtió en una cooperativa, nuestros trabajadores no tenían alternativa. Pero el camino que elegimos fue el opuesto de aquellos estudiados en Europa. No había capital inicial. Nuestro periódico comenzó con una gran sala de redacción, sin experiencia digital o profesionalización en áreas clave de apoyo a la redacción. La historia de la cooperativa coincidió con la disminución constante del PIB y el aumento del desempleo y la pobreza [en Argentina], lo que generó una caída en el consumo”, escribió Borelli.

Eldiario.es es un periódico digital lanzado en 2012 en España, enfocado en noticias políticas generales, con contenido abierto y un sistema de membresía que garantiza beneficios para los lectores asociados. El francés Mediapart da prioridad al periodismo de investigación y ha estado en el aire desde 2008, con sus reportajes disponibles solo para suscriptores.

En común, los dos medios, así como Tiempo Argentino, nacieron en un momento de crisis del modelo de negocio que llegó al mercado periodístico dell mundo y tienen en el público sus principales fuentes de ingresos.

“Esta relación que se genera con los lectores, ahora es distinta a la de antes donde yo trabajaba en un diario, [cuando] yo no sabía quién me leía ni me enteraba qué notas se leían más. Ahora yo sé qué nota se lee más, qué nota le interesa a la gente. Entonces puedo hablar con esa persona para hacerla partícipe. Bueno, nosotros como cooperativa no teníamos esa noción”, dijo Borelli al Centro Knight.

A punto de cumplir cuatro años en su fase de “recuperación”, Tiempo Argentino celebra la supervivencia con planes para lograr una mayor seguridad financiera. “Generamos un esquema donde hoy el 70% de los ingresos de Tiempo Argentino (entre 60% y el 70%, el último año) vinieron directamente de los lectores. Y tenemos alrededor de un 30% de publicidad”, agregó Borelli.

Adaptación de experiencias exitosas

A partir de su investigación, el periodista llevó a la sala de redacción de Tiempo Argentino una serie de ideas que observó durante el trabajo de campo y que podrían adaptarse a la realidad del mercado argentino. Al principio de la cooperativa, los periodistas de Tiempo buscaron y aplicaron buenos ejemplos de monetización que se usaban en otros nuevos medios de prensa.

“Un ejemplo son las estrategias que ellos usan para financiarse en el caso de Eldiario.es. Nosotros, cuando empezó Tiempo Argentino, ya lo tomamos de referencia. Entonces vimos este esquema que tienen unas notas para los socios, [que] las pueden leer antes y después las leen los demás. Aplicamos lo mismo. Los socios de Eldiario.es tienen también la posibilidad de hablar directamente con la redacción o ir a eventos que organizan. Nosotros copiamos ese modelo”, explicó el periodista.

Primera página de la edición impresa semanal de Tiempo Argentino. (Foto: cortesía).

Primera página de la edición impresa semanal de Tiempo Argentino. (Foto: cortesía).

La relación con los miembros requiere una estrategia de comunicación específica, que mantiene la fidelidad del público con el medio y es capaz de llegar a nuevos participantes. Una de las formas de hacerlo, observada en la investigación de campo, es a través de mensajes personalizados enviados a los miembros. “Si [el miembro] no está activo tienen un programa [...] que les avisa que este socio hace dos meses que no entra. Entonces ellos se preocupan por mandarle un email para averiguar por qué”, dijo Borelli.Los cambios implican la necesidad de agregar al equipo profesionales con capacitación no periodística, que son más eficientes que los reporteros y editores en la gestión diaria de la cooperativa.

“Nosotros que somos periodistas no sabemos bien cómo hacer un balance, no somos especialistas en marketing para conseguir socios. Bueno, eso es una idea que hay que transmitir y discutir en una asamblea, pero que te orienta para decir, bueno, tenemos que quizás frenar un poco, fortalecer la parte administrativa para después seguir desarrollando la periodística”, dijo Borelli.

El modelo de Tiempo Argentino

El modelo de negocio y administración utilizado por Tiempo Argentino, en el que periodistas de un medio se unen en una cooperativa para administrarlo, se puede replicar en otros países, según Borelli. Sin embargo, asegura, el caso específico de Tiempo Argentino fue precedido por algunas condiciones esenciales.

  1. La sala de redacción tenía un alto nivel de sindicalización y organización. “El primer [factor] diría es que el Tiempo Argentino tenía, ya antes en la etapa privada, un alto porcentaje de trabajadores y periodistas formaban parte de los sindicatos, del sindicato de prensa. […] Las asambleas que antes eran para reclamar mejoras salariales con el dueño se transformaron en asambleas de discusión del proyecto económico de la cooperativa”, explicó el periodista.
  2. La crisis alentó a los profesionales a probar algo nuevo. “En Argentina, en el momento en que cierra Tiempo, cierran muchos medios y era imposible para un periodista que quisiera seguir trabajando de periodista, irse a otro lugar. Muy pocos compañeros se fueron en ese momento a otro medio que los contrató, porque la crisis fue muy grande en esos años. […] Creo que en el primer año de ‘macrismo’ [gobierno de Macri] hubo alrededor de 1.500 despidos de trabajadores de prensa”, dijo Borelli.
  3. En Argentina, la legislación permite la existencia de “empresas recuperadas”, en las cuales las cooperativas de trabajadores asumen funciones ejecutivas después de la quiebra o pérdida de interés de los inversores en el negocio. “En los 90, en Argentina cerraron muchas fábricas y ahí apareció el proceso de trabajadores que se organizaron como cooperativa y lograron que un juez los habilitará para producir en la fábrica que había quebrada. Cuando sale Tiempo, también se acercaron los trabajadores, vinieron a la redacción y nos contaron su proceso, nos hablaron y nos ayudaron”, recordó.

En el nuevo entorno de información, Borelli cree que la aparición de otros medios independientes puede contribuir al fortalecimiento de los medios que ya están en el mercado. Reconoce que el cambio implica la valorización del periodismo por parte del público, después de años de crisis en el modelo de negocio y empresas que minaron parcialmente su credibilidad.

“Entiendo que lo que queremos no se alcanza con un [solo] Tiempo Argentino. Tiene que haber muchos Tiempos Argentinos para que crezcamos entre todos porque lo que hay que introducir, creo, en el mercado argentino es la noción de que los lectores tienen que financiar el periodismo necesario”.

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